El primer ministro et¨ªope muere a causa de una enfermedad
Meles Zenawi, de 57 a?os, llevaba m¨¢s de 20 a?os en el poder El portavoz del Gobierno ha indicado que ha muerto en el extranjero No se sabe cu¨¢les son las causas exactas del fallecimiento
Ha muerto Meles Zenawi, primer ministro y expresidente de Etiop¨ªa, que llevaba en el poder desde 1991, seg¨²n inform¨® esta ma?ana la televisi¨®n estatal et¨ªope.
Hac¨ªa casi dos meses que Zenawi, que ten¨ªa 57 a?os, no aparec¨ªa en p¨²blico y hab¨ªa rumores sobre su estado. El Gobierno confirm¨® hoy que Zenawi se encontraba en el extranjero para ser tratado sobre su salud y que ha fallecido fuera de Etiop¨ªa. El Ejecutivo no ha aclarado d¨®nde ni cu¨¢l fue exactamente la causa de su muerte, aunque ciertas informaciones lo situaban en un hospital de B¨¦lgica y afectado de alguna enfermedad en el est¨®mago.
Zenawi lleg¨® al poder como l¨ªder de una alianza de grupos rebeldes que, tras a?os de guerra de guerrillas, acab¨® en 1991 con la dictadura militar de Mengistu Haile Mariam. Zenawi se mantuvo firmemente en el poder desde entonces, primero como presidente de un Gobierno de transici¨®n y, desde 1995, como primer ministro.
Su pasado como l¨ªder guerrillero lo marc¨®. Zenawi siempre mantuvo un estilo de vida austero y autoritario y viv¨ªa con su mujer -tambi¨¦n exguerrillera- y sus tres hijos en una peque?a casa dentro del antiguo recinto imperial en la capital, Addis Abeba. Se ha dicho de ¨¦l que nunca tomaba vacaciones, que era un ¨¢vido lector, muy serio y trabajador y que casi nunca sonre¨ªa.
En su juventud, Zenawi era un marxista convencido, pero tras su llegada al poder se rigi¨® siempre por el pragmatismo pol¨ªtico. Abri¨® Etiop¨ªa a inversores extranjeros y se convirti¨® en el principal aliado de Occidente en el Cuerno de ?frica y en uno de los mayores receptores de fondos internacionales. En total, casi 4.000 millones de d¨®lares en ayuda al desarrollo llegan a Etiop¨ªa cada a?o. Adem¨¢s, Estados Unidos colabora militarmente con el Gobierno et¨ªope, que ha intervenido en Somalia en dos ocasiones y tambi¨¦n permite a los norteamericanos operar sus aviones no tripulados, o drones, desde territorio et¨ªope para realizar ataques contra islamistas somal¨ªes.
Siempre descrito como "muy inteligente", ya como primer ministro Zenawi estudi¨® un M¨¢ster en Administraci¨®n de Empresas a distancia en la Open University del Reino Unido, donde obtuvo unas notas excelentes. Durante su Gobierno, Zenawi consigui¨® impulsar el crecimiento econ¨®mico de Etiop¨ªa y, seg¨²n las cifras oficiales, el PIB del pa¨ªs creci¨® una media del 11% al a?o entre 2006 y 2011.
Crecimiento econ¨®mico frente a la ausencia de libertades
Pero el difunto primer ministro quer¨ªa alcanzar este crecimiento macroecon¨®mico a pesar de todo y de todos. Por ejemplo, su Gobierno ha sido criticado por desplazar a miles de personas de sus hogares para as¨ª ceder enormes extensiones de tierra a empresas extranjeras. Organizaciones ecologistas tambi¨¦n han criticado a Etiop¨ªa por querer realizar grandes proyectos hidroel¨¦ctricos que podr¨ªan poner en peligro el entorno en el sur del pa¨ªs.
En 2010, durante la presentaci¨®n de un plan quinquenal de desarrollo para su pa¨ªs, Zenawi expres¨® su defensa habitual contra estas cr¨ªticas: "Estas organizaciones no quieren ver c¨®mo ?frica se desarrolla, quieren que sigamos subdesarrollados y atrasados para servir a los turistas occidentales como un museo".
Uno de los momentos clave de su Gobierno ocurri¨® en 1998. Ese a?o, una refriega en la frontera entre Etiop¨ªa y la recientemente independizada Eritrea se convirti¨® en una guerra total, que dur¨® hasta 2000 y acab¨® con la vida de entre 70.000 y 100.000 personas. Desde entonces, la tensi¨®n se ha mantenido alta entre ambos pa¨ªses, que a¨²n no han resuelto la disputa por la frontera, a la que han convertido en una de las m¨¢s militarizadas del mundo.
Pero el momento m¨¢s bajo de su carrera se produjo en 2005. La oposici¨®n obtuvo buenos resultados electorales ese a?o y miles de personas salieron a las calles para celebrarlo y manifestarse contra Zenawi. El Gobierno reprimi¨® brutalmente estas manifestaciones, cientos de personas murieron y miles fueron arrestadas, incluyendo a muchos pol¨ªticos de la oposici¨®n.
M¨¢s adelante, en julio de 2009, el Parlamento ¡ªen el que 545 de los 547 esca?os est¨¢n controlados por el partido gubernamental¡ª aprob¨® una ambigua y pol¨¦mica ley antiterrorista. Desde entonces, el Ejecutivo de Zenawi ha usado esta ley para acusar de traici¨®n o terrorismo a cualquier periodista o miembro de la oposici¨®n que simplemente mencionara o hubiera tenido cualquier tipo de contacto con alg¨²n grupo considerado terrorista por el propio Gobierno.
Adem¨¢s, las autoridades controlan casi todos los medios de comunicaci¨®n y han bloqueado el acceso a p¨¢ginas web en las que pueden aparecer cr¨ªticas contra el r¨¦gimen. Cuando hace unas semanas un peri¨®dico iba a publicar un art¨ªculo sobre la salud de Zenawi, el Gobierno detuvo las imprentas, que son de su propiedad. Hasta hoy, la poblaci¨®n apenas hab¨ªa recibido noticias de la mala salud de su primer ministro, por lo que la noticia de su muerte ser¨¢ un shock para muchos et¨ªopes.
Grupos defensores de los derechos humanos han criticado repetidamente el Gobierno de Zenawi por limitar las libertades pol¨ªticas y de prensa en Etiop¨ªa. En una visita a Addis Abeba el pasado febrero, EL PA?S pudo comprobar la reticencia de los et¨ªopes a hablar sobre pol¨ªtica. Interrogados sobre el primer ministro, muchos ignoraban la pregunta mientras que otros respond¨ªan con evasivas o, directamente, ped¨ªan no ser preguntados sobre el tema.
Tras su muerte, Zenawi deja un pa¨ªs m¨¢s estable y en la senda del crecimiento econ¨®mico. Pero su autoritarismo, la ausencia de libertades y la pobreza en la que sigue la mayor¨ªa de la poblaci¨®n empa?an sus 21 a?os en el poder y siguen siendo una amenaza para el desarrollo de Etiop¨ªa.
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