La justicia de Argentina condena la contaminaci¨®n con agroqu¨ªmicos
Un tribunal condena a tres a?os de prisi¨®n condicional a un agricultor y a un piloto de avionetas Al fumigar plantaciones de soja transg¨¦nica, contaminaron un barrio de la ciudad de C¨®rdoba
En el primer juicio sobre contaminaci¨®n con agroqu¨ªmicos en una potencia agr¨ªcola como Argentina, un tribunal de C¨®rdoba ha sentenciado la noche del martes a tres a?os de prisi¨®n condicional a un agricultor y a un piloto de avionetas que al fumigar plantaciones de soja transg¨¦nica hab¨ªan contaminado a un barrio vecino de esta ciudad. Los ecologistas argentinos, que esperaban que efectivamente los acusados acabaran tras las rejas, consideran hist¨®rico que alguien haya sido condenado en Latinoam¨¦rica por el abuso de herbicidas e insecticidas rurales.
En el proceso se juzgaron dos casos de contaminaci¨®n: uno de 2003 y 2004 y otro de 2008. Pero madres del barrio afectado, el empobrecido Ituzaing¨® Anexo, comenzaron a denunciar las fumigaciones desde 2002 y el fiscal del juicio, Marcelo Novillo Corval¨¢n, denunci¨® que 169 de los 5.000 vecinos hab¨ªan enfermado de c¨¢ncer hasta 2010 por efecto de la poluci¨®n.
Parra y Pancello no ir¨¢n a la c¨¢rcel mientras no cometan otros delitos
Dos terratenientes, Francisco Parra y Jorge Gabrielli, y el piloto Edgardo Pancello fueron acusados por diversos querellantes, entre ellos un exsecretario de Salud de C¨®rdoba, Medardo ?vila V¨¢zquez, por la presunta fumigaci¨®n a¨¦rea con el herbicida glifosato y el insecticida endosulf¨¢n a menos de 1.500 y 500 metros, respectivamente, del casco urbano, que son las distancias establecidas por ley. Ambos agroqu¨ªmicos suelen usarse en las plantaciones de soja transg¨¦nica. Argentina es el tercer mayor productor mundial de esta oleaginosa, detr¨¢s de EE UU y Brasil. "Ituzaing¨® Anexo es un barrio contaminado, enfermo, en terapia intensiva", relat¨® el fiscal.
Despu¨¦s de dos meses y medio de juicio oral, y tras una noche de vigilia de las madres de Ituzaing¨® y otras organizaciones sociales y ecologistas, el tribunal ha condenado a Parra y Pancello, que no ir¨¢n a la c¨¢rcel mientras no cometan otros delitos, mientras que Gabrielli fue absuelto por la falta de pruebas en su contra. A diferencia de los querellantes, el fiscal hab¨ªa considerado inocente a Gabrielli, pero hab¨ªa pedido cuatro a?os de reclusi¨®n efectiva para los dos condenados y hab¨ªa sugerido que, en caso de que la pena fuera de prisi¨®n condicional, ambos hicieran un servicio social en hospitales oncol¨®gicos. Pero los jueces determinaron que el agricultor Parra cumpla durante cuatro a?os con 10 horas semanales de tareas en instituciones sanitarias, sin especificar su especialidad, y que el piloto Pancello haga lo mismo pero durante ocho horas semanales. Adem¨¢s, Parra no podr¨¢ usar agroqu¨ªmicos durante los pr¨®ximos ocho a?os y Pancello, durante diez.
El m¨¦dico querellante ?vila V¨¢zquez afirma que el uso de agroqu¨ªmicos en Argentina ha aumentado
El m¨¦dico querellante ?vila V¨¢zquez afirma que el uso de agroqu¨ªmicos en Argentina ha aumentado, a la par del avance de las semillas transg¨¦nicas, de los 30 millones de litros en 1990 a los 340 millones en 2012. ¡°Despu¨¦s de 15 a?os de fumigaciones sistem¨¢ticas, los equipos de salud de los pueblos fumigados detectan un cambio en el patr¨®n de enfermedades en sus poblaciones: los problemas respiratorios son mucho m¨¢s frecuentes y vinculados a las aplicaciones, igual que las dermatitis cr¨®nicas. Los pacientes epil¨¦pticos convulsionan mucho m¨¢s frecuentemente en ¨¦poca de fumigaci¨®n. Son m¨¢s frecuentes la depresi¨®n y los trastornos inmunitarios. Se registran altas tasas de abortos espont¨¢neos (hasta del 19%) y aumentaron notablemente las consultas por infertilidad en varones y mujeres. Se detecta tambi¨¦n un aumento de trastornos tiroideos y de diabetes. Cada vez nacen m¨¢s ni?os con malformaciones en estas zonas, especialmente si los primeros meses del embarazo coinciden con la ¨¦poca de fumigaciones. S¨ªndromes de Down, mielomeningoceles, cardiopat¨ªas cong¨¦nitas se diagnostican con frecuencia en estas ¨¢reas. M¨¢s del 30% de las personas que mueren en estos pueblos fumigados fallecen por c¨¢ncer, mientras que en todo el pa¨ªs ese porcentaje es menor a 20%¡±, enumera ?vila V¨¢zquez. Los colectivos de agricultores, multinacionales fabricantes de agroqu¨ªmicos y el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner han defendido el uso de estas sustancias siempre que se cumpla con las debidas precauciones, como la fumigaci¨®n alejada de las ciudades y pueblos y solo en los d¨ªas en que no haya viento.
"Qued¨® clar¨ªsimo que es un delito¡±, ha opinado ?vila V¨¢zquez sobre la condena por contaminaci¨®n. ¡°Podr¨ªa haber sido un poco m¨¢s (de a?os de prisi¨®n), puede que la gente no se sienta respondida por esto, pero hemos dado un paso muy grande", ha a?adido el integrante del colectivo M¨¦dicos de Pueblos Fumigados. El fiscal ha se?alado que ¡°sienta un precedente para las causas¡± sobre agroqu¨ªmicos ¡°que est¨¢n paralizadas" desde el noreste hasta el centro-este de Argentina, un pa¨ªs donde la soja, en su mayor¨ªa transg¨¦nica, supone el cultivo m¨¢s abundante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.