La extrema derecha se radicaliza y propone abandonar a Bruselas
Las rencillas internas y las crisis debilitan al partido xen¨®fobo de Geert Wilders

La aparente p¨¦rdida de tir¨®n electoral del Partido de la Libertad, la extrema derecha holandesa, corre pareja a dos hechos: las rencillas internas y la crisis financiera. Las primeras lo han debilitado mostrando las fisuras de un l¨ªder todav¨ªa intocable, Geert Wilders. La otra ha reemplazado a la cr¨ªtica contra el islam, que le hizo famoso y le ha valido amenazas de muerte. Ambas circunstancias han llevado al pol¨ªtico a mostrarse m¨¢s pol¨¦mico que nunca. Propone el abandono inmediato de la UE y la retirada de la contribuci¨®n de Holanda al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. La ONU tampoco se libra del portazo, ¡°mientras incluya pa¨ªses musulmanes¡±. Al mismo tiempo, propugna reducir la ayuda al desarrollo a las cat¨¢strofes naturales y las misiones de paz a la mitad de las programadas. Con todo, y a pesar de que cada vez se a¨ªsla m¨¢s, Wilders sigue contando al menos como la cuarta fuerza nacional en los sondeos.
Los desacuerdos dentro del Partido de la Libertad han sido de diverso grado. De la diferencia de opini¨®n con el diputado Hero Brinkman, un personaje muy medi¨¢tico, que pidi¨® una secci¨®n de juventudes y mayor democracia interna, al abandono de tres parlamentarios y varios representantes provinciales de la agrupaci¨®n. Las fugas han revelado los entresijos de un partido que es m¨¢s bien un movimiento pol¨ªtico. Brinkman acab¨® march¨¢ndose para formar su propio grupo, pero su antiguo jefe tampoco quiere militantes. Ni mucho menos convocar un congreso anual. Es decir, abrirse al mismo electorado que dice representar. Y para el que acu?¨® la frase lapidaria de su campa?a: ¡°Holanda para nosotros; Bruselas, para ellos¡±.
La capital de la UE representa para Wilders el epicentro del actual terremoto financiero. ¡°Hay que salir de la Uni¨®n Europea de inmediato. No debemos ceder soberan¨ªa ante unos bur¨®cratas que creen poder dictar nuestro futuro¡±, se?ala. Su alternativa al abandono del espacio al que su pa¨ªs env¨ªa el 80% de sus exportaciones, y de donde llega el 70% de las importaciones, consiste en hacer pactos bilaterales. ¡°Como Suecia y Noruega, que mantienen su libertad¡±, asegura. En algunos momentos, cuando le embarga el sentimiento nacionalista, hace declaraciones que no sonar¨ªan fuera de lugar en Reino Unido, ajeno a la eurozona. ¡°Pescado. Maravilloso. Un producto aut¨¦nticamente holand¨¦s. Como a m¨ª me gusta¡±, manifest¨® en Urk, uno de los pueblos de pescadores m¨¢s herm¨¦tico de Holanda.
A pesar de su p¨¦rdida de tir¨®n, el partido de Wilders aparece el cuarto en intenci¨®n de voto
A los gobiernos holandeses (el saliente, de centro-derecha, y el anterior, de centro-izquierda), las salidas de Wilders le suponen a veces grandes quebrantos. Cuando filmaba pel¨ªculas cr¨ªticas con el islam y presentaba libros tach¨¢ndolo de credo violento, ve¨ªan planear la sombra de una posible respuesta integrista. Ahora que las cr¨ªticas contra el islam, la inmigraci¨®n musulmana y los trabajadores polacos han cedido, temen perder imagen. ¡°El ¨²nico pa¨ªs que no paga al Fondo Monetario Internacional, la ONU y el Banco Mundial es el Vaticano. ?D¨®nde quiere llegar? As¨ª solo da?amos nuestra posici¨®n internacional¡±, ha advertido Uri Rosenthal, ministro de Exteriores dimisionario.
En los debates electorales, Wilders critica la supuesta falta de valor de sus rivales para enfrentarse a Bruselas. Con el mismo ¨ªmpetu, sin embargo, asegura luego ¡°no descartar a nadie¡± para formar una coalici¨®n gubernamental. Se lo dice a los mismos pol¨ªticos que abandon¨® el pasado 21 de abril, al rechazar un ajuste adicional de 16.000 millones de euros para no sobrepasar el d¨¦ficit del 3%. La barrera que califica de ¡°intolerable y marcada por los bur¨®cratas de Bruselas que pisotean nuestra soberan¨ªa¡±. El ¨²ltimo sondeo lo situaba en el cuarto puesto, tras liberales, socialistas radicales y socialdem¨®cratas. Muy lejos, en cualquier caso, del apoyo parlamentario brindado la pasada legislatura al Gobierno en minor¨ªa, de centro-derecha.
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