David Cameron mantiene el n¨²cleo duro de su Gobierno

Muchos bailes de nombres, pero a la postre la permanencia de los pesos pesados en los que sigue apoy¨¢ndose David Cameron, han definido la primera gran remodelaci¨®n de gobierno ejecutada por el primer ministro brit¨¢nico desde su desembarco en el poder en mayo de 2010. Los socios liberaldem¨®cratas retienen las cinco carteras que detentaban en el anterior gabinete, lo que subraya la voluntad de mantener firme el pacto de coalici¨®n a pesar de las reciente tensiones, mientras las designaciones de algunos ministros conservadores responden a las presiones del ala derecha del partido de Cameron.

La guerra en el seno de las filas tories sigue, sin embargo, en pie ante la decisi¨®n del jefe de gobierno de mantener a George Osborne como responsable de Econom¨ªa y Finanzas, lo que para el sector ultraliberal supone una cortapisa para acometer recortes m¨¢s dr¨¢sticos del gasto social y una reducci¨®n de los impuestos. Un nuevo frente queda abierto desde el martes, tras la destituci¨®n de Justine Greening al frente de Transportes, un paso que se atribuye a su radical oposici¨®n a la construcci¨®n de una tercera pista en el aeropuerto de Heathrow. Su sustituci¨®n por Patrick McLoughlin fue denostada por el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, en un dur¨ªsimo comunicado que daba por hecha la intenci¨®n del gobierno de sacar adelante el proyecto, al precio de ¡°m¨¢s tr¨¢fico, ruido, poluci¨®n y una reducci¨®n significativa de la calidad de vida de centenares de miles de personas¡±. Quienes ven en Johnson, y en su creciente popularidad tras la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos en la ciudad, la principal amenaza al liderazgo de Cameron han subrayado los tintes electoralistas de la misiva.

Junto a la ya cantada salida de Kenneth Clarke del Ministerio de Justicia, en el que ser¨¢ sustituido por un pol¨ªtico de perfil m¨¢s conservador (Chris Garlyng), destaca el relevo al frente de Sanidad de Andrew Lansley, arquitecto de la pol¨¦mica reforma del sistema de salud p¨²blico, el NHS. Cameron se desprende as¨ª de un ministro muy impopular, pero lo reemplaza por uno de los personajes m¨¢s pol¨¦micos de su anterior gobierno, Jeremy Hunt, quien en calidad de titular de Cultura tuvo que declarar ante una comisi¨®n parlamentaria por sus cuestionados lazos con Rupert Murdoch y su apoyo a la opa lanzada por el magnate de la comunicaci¨®n para hacerse con el control de la plataforma digital BSkyB.

Los tories de Gales han conseguido imponer a su candidato, David Jones, como responsable de la cartera que se ocupa de las relaciones con esta autonom¨ªa, y el sector de los conservadores m¨¢s esc¨¦ptico en cuestiones ecologistas ha acogido con agrado la elecci¨®n como ministro de medio ambiente de Owen Paterson, cuyos postulados son muy criticados por los verdes. A pesar de los nuevos rostros, como la titular para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, el n¨²cleo duro del gobierno sigue intacto, con el citado Osborne y William Hague (Asuntos Exteriores), adem¨¢s de la permanencia de ¡°firmes reformistas¡± como Michael Gove (Eduaci¨®n) e Iain Duncan Smith (Trabajo y Pensiones). Este ¨²ltimo, no obstante, rechaz¨® la oferta de Cameron de asumir la titularidad de Justicia, un gesto que seg¨²n los analistas subraya una merma de autoridad del primer ministro.