¡°Es el momento de explicar a Obama mejor¡±
La Convenci¨®n del Partido Dem¨®crata es la m¨¢s diversa en la historia Sus asistentes luchan por la reelecci¨®n del presidente
Dicen los delegados dem¨®cratas que la de este a?o en Charlotte es la Convenci¨®n m¨¢s diversa de la historia. De los 6.000 representantes reunidos, la mitad son mujeres, el 27% son afroamericanos y el 13%, hispanos. Han acudido a Charlotte a darle el empuj¨®n que su l¨ªder, Barack Obama, necesita para despegar en las encuestas y salir de la cita electoral del 6 de noviembre como ganador. Para estos delegados es patente que la naci¨®n ha perdido la ilusi¨®n que hace cuatro a?os llev¨® al primer afroamericano a la presidencia. Pero ellos est¨¢n tan determinados como entonces a abrirle a Obama las puertas de la Casa Blanca. Y, enardecidos, prometen luchar como nunca en los pr¨®ximos dos meses.
La geograf¨ªa de la Convenci¨®n es complicada, pero no caprichosa o aleatoria. Cerca del escenario, donde comparecen los oradores, se hallan los Estados m¨¢s importantes. Entre ellos, Ohio, crucial, casi indispensable para ganar la Casa Blanca. Muy cerca, Pensilvania, normalmente dem¨®crata, pero sobre el que los republicanos han puesto sus miras. Al otro lado, New Hampshire, muy re?ido, y Michigan, donde naci¨® Mitt Romney. Y frente al estrado, Delaware e Illinois, donde se hallan los hogares del presidente y del vicepresidente, Joe Biden.
De los 6.000 representantes reunidos, la mitad son mujeres, el 27% son afroamericanos y el 13%, hispanos
¡°Estamos as¨ª de cerca porque somos de Illinois¡±, explica, orgullosa, Scherrie V. Giamanco, de 66 a?os, y empleada del Gobierno federal, que se jacta de conocer a Obama desde que era legislador en su Estado, entre 1997 y 2004. Para ella, el presidente s¨®lo ha cometido un gran error en los pasados cuatro a?os: ¡°La ciudadan¨ªa esperaba un milagro absoluto. Y el presidente no les supo explicar sus reformas con detalle. Es cierto, ha estado ocupado, con muchas cosas entre sus manos, pero deber¨ªa haber explicado sus medidas mejor. Pero eso es lo que debemos hacer ahora, explicar a Obama mejor¡±.
Giamanco dice que hay un asunto en el que Obama ha marcado una gran diferencia para ella y su familia: ¡°Los derechos de las mujeres, sin duda. Queremos el mismo dinero que ganan los hombres. Y queremos controlar lo que sucede con nuestro cuerpo, que nadie interfiera con nuestros derechos reproductivos¡±. Esa es una constante en los discursos de las legisladoras y gobernadoras que pasan por el escenario de esta Convenci¨®n, y que recuerdan que una buena parte de la plataforma republicana se opone al aborto incluso en casos de incesto o violaci¨®n.
Al fondo, alejados del podio por el que en estos d¨ªas pasan las estrellas dem¨®cratas, se hallan los Estados -y nadie lo dir¨¢ as¨ª de claro en este estadio- sin valor. Se trata de los bastiones republicanos. Tras la caja de luces, algo en la sombra, Tejas. Son 38 votos electorales. Desde 1980 all¨ª ha ganado el candidato conservador. Ninguna oportunidad para los dem¨®cratas. ¡°Pero, con el aumento de la poblaci¨®n hispana, puede que alg¨²n d¨ªa este Estado vuelva a ser dem¨®crata¡±, explica Carla Arellanes, de 52 a?os, orgullosa de sus ra¨ªces mexicanas, tocada con un sombrero de vaquero.
Los discursos de las legisladoras y gobernadoras que pasan por el escenario de esta Convenci¨®n recuerdan que una buena parte de la plataforma republicana se opone al aborto incluso en casos de incesto o violaci¨®n
Arellanes cree que Bill Clinton fue un presidente que benefici¨® m¨¢s a los hispanos que Obama. ¡°Por el n¨²mero de latinos que eligi¨® para su Gobierno¡±, dice. ¡°Obama ha tratado de cooperar con los republicanos, y siempre le han bloqueado medidas de reforma migratoria. Creo que a partir de ahora, cuando sea reelegido, emplear¨¢ m¨¢s las ¨®rdenes ejecutivas [decretos], como hizo cuando paraliz¨® la deportaci¨®n de j¨®venes menores de 30 a?os, este verano¡±, explica. Prev¨¦ Arellanes que Obama tomar¨¢ m¨¢s medidas de reforma migratoria, y que abrir¨¢ una v¨ªa para otorgarle residencia legal a una parte, al menos, de los 11 millones de sin papeles que hay en EE UU.
En 2008, el presidente gan¨® un 95% del voto afroamericano. A diferencia de en la Republicana, en esta Convenci¨®n se ve una notable cantidad de delegados negros. Muchos de ellos dicen sentir una conexi¨®n especial con el presidente. ¡°Hace cuatro a?os est¨¢bamos haciendo historia¡±, explica Tony Alexander, delegado de California de 52 a?os. ¡°Hoy, seguimos con la misma ilusi¨®n. Pero la prioridad es reelegir al presidente¡±, a?ade. Alexander es de la misma generaci¨®n que el presidente -Obama tiene 51 a?os- y alaba la inmensa mayor¨ªa de sus medidas.
Hay algo, sin embargo, con la que otra generaci¨®n de afroamericanos, la de sus padres, no est¨¢ muy de acuerdo. En mayo, el presidente dijo que est¨¢ a favor de la igualdad de derechos de los gais, y que les apoya en su b¨²squeda de la posibilidad de casarse. ¡°A mis padres, como a otra gente de su generaci¨®n, esa decisi¨®n no les pareci¨® adecuada. Pero es s¨®lo eso, una decisi¨®n personal. Y aun as¨ª votar¨¢n a Obama, porque la conexi¨®n con ¨¦l sigue siendo fuerte. Eso es una traba menor¡±, a?ade. Es cierto que la poblaci¨®n afroamericana, sobre todo la m¨¢s activa religiosamente, se ha mostrado reticente a que se compare la lucha por los derechos civiles con la lucha por la igualdad de los gais. Pero, a tenor de la concurrencia a esta Convenci¨®n, y de la energ¨ªa de los delegados afroamericanos, estos seguir¨¢n haciendo todo lo que est¨¦ en su mano por darle a Obama cuatro a?os m¨¢s.
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