M¨¢s de dos horas de combates para recuperar el consulado en Bengasi

Al menos una hora antes de que comenzara el asalto a la legaci¨®n estadounidense en Bengasi, un testigo citado por el Washington Post, afirma que observ¨® un flujo continuo de coches dirigi¨¦ndose hacia el consulado y que, a ¨²ltima hora de la tarde, hasta 50 milicianos armados se hab¨ªan unido al grupo de manifestantes que protestaba por la pel¨ªcula sobre Mahoma delante del muro de la sede diplom¨¢tica.

Estos milicianos, seg¨²n los testigos, no profirieron ning¨²n grito ni consigna ni tampoco portaban pancartas. ¡°Tan solo dijeron que eran musulmanes, que defend¨ªan al profeta y al Islam¡±, seg¨²n ha declarado el periodista libio Firas Abdelhakim. Poco despu¨¦s, abrieron fuego y penetraron en las instalaciones del consulado incendiando todo a su paso.

Entre los atacantes, seg¨²n varios testigos citados por la agencia Reuters, hab¨ªa miembros de tribus libias y milicianos. Hamam, un chico de 17 a?os presente en la manifestaci¨®n, afirm¨® que varios veh¨ªculos de Ansar al-Sharia (grupo radical libio) llegaron al comienzo de las protestas: ¡°Algunos empezaron a disparar y otros tiraron bombas caseras contra el muro. El consulado contaba con la protecci¨®n de fuerzas de seguridad libia pero en cuanto estallaron las bombas, huyeron¡±. Hamam a?adi¨® que vio morir a un estadounidense frente a ¨¦l y que ten¨ªa el cuerpo cubierto de cenizas.

Sigue sin haber informaci¨®n fehaciente sobre las circunstancias de la muerte del embajador Christopher Stevens y su traslado a un hospital de Bengasi. Al parecer, mientras el personal de seguridad estadounidense y libio abr¨ªan fuego para repeler el ataque, el jefe de seguridad de la embajada, que hab¨ªa acompa?ado a Stevens desde Tr¨ªpoli, intent¨® trasladar al embajador, junto a otro diplom¨¢tico, hacia una zona segura del consulado. Sin embargo, en medio del caos se separaron. El jefe de seguridad busc¨® a Stevens pero ya no lo hall¨® en el edificio.

Mientras, el edificio principal ard¨ªa en llamas, el personal de la embajada logr¨® escapar hacia un recinto contiguo en el que se produjo un tiroteo durante m¨¢s de dos horas entre las fuerzas de seguridad y los agresores en el que perdieron la vida dos estadounidenses. Cerca de las dos de la madrugada, las fuerzas libias y americanas fueron capaces de recuperar el control de todo el recinto del consulado.

Para entonces, Stevens ya hab¨ªa sido trasladado al hospital de Bengasi. Pero hasta anoche no se hab¨ªa podido esclarecer qui¨¦n o qui¨¦nes lo hab¨ªan llevado all¨ª ni si estaba vivo cuando lleg¨® al centro sanitario. La primera versi¨®n apuntaba a que el embajador lleg¨® al hospital ya sin vida y que, como no ten¨ªa heridas aparentes, los m¨¦dicos determinaron asfixia como causa de la muerte.? Ning¨²n otro estadounidense fue trasladado al hospital esa noche pero s¨ª 15 libios con heridas de bala, contusiones y fracturas.

Ayer, el doctor Ziad Abu Zaid que dijo haber estado de guardia la noche del pasado martes, declar¨® a la agencia Reuters que ¨¦l hab¨ªa atendido a Stevens y que ¨¦ste hab¨ªa llegado al hospital vivo pero con parada cardiorespiratoria. El m¨¦dico explic¨® que intent¨® reanimarlo durante 45 minutos pero que que no pudo hacer nada porque hab¨ªa inhalado demasiado humo. Abu Zaid confirm¨® as¨ª el deceso del embajador.

Pese a las dificultades existentes para atar todos los cabos, los indicios se?alan que el ataque fue premeditado y que la manifestaci¨®n de protesta por la pel¨ªcula sobre Mahoma fue utilizada en beneficio propio. Lo que puede descartarse es que todo hayan sido meramente circunstancias espont¨¢neas.

Un alto cargo de la inteligencia americana declar¨® al Washington Post que no hab¨ªa indicios significativos de que Al Qaeda tuviera relaci¨®n alguna con el ataque y se?al¨® que aunque algunas circunstancias indicaban que se trataba de algo planificado, hab¨ªa otras que provocaban dudas al respecto.

Otros funcionarios han se?alado que el asalto lo pudo llevar a cabo un grupo asociado a Al Qaeda, que quiz¨¢s buscaba venganza por la muerte de Abu Yahya al-Libi, un libio que era el n¨²mero dos de Al Qaeda. Este dirigente de Al Qaeda de nacionalidad libia muri¨® en Pakist¨¢n el pasado mes de junio en un ataque llevado a cabo con drones de EE UU.