Passos Coelho se hunde en las encuestas tras las nuevas medidas de austeridad

El primer ministro portugu¨¦s, Pedro Passos Coelho, sufre una creciente y vertiginosa ca¨ªda de popularidad, consecuencia del anuncio de nuevas medidas de austeridad a una hasta ahora paciente poblaci¨®n ya ahogada, pero que ha acabado por salir a la calle a protestar, seg¨²n qued¨® claro en las multitudinarias manifestaciones celebradas el s¨¢bado en varias ciudades portuguesas. Seg¨²n un sondeo publicado por el Di¨¢rio de Not¨ªcias, Passos Coelho se sit¨²a ahora en ¨²ltima posici¨®n de los principales l¨ªderes pol¨ªticos portugueses, con una nota de un 6,3 sobre veinte. En el ¨²ltimo sondeo, llevado a cabo en mayo, el primer ministro obten¨ªa un 8,1.

El l¨ªder del conservador PSD no es el ¨²nico dirigente luso en ca¨ªda libre. Tambi¨¦n su socio de coalici¨®n gubernamental y ministro de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, del CDS-PP, recibe un duro castigo, bajando del 7,9 al 7,1. El presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, tambi¨¦n del PSD, no se libra de la tendencia general (de 8,8 a 8,0) y lo mismo acontece con Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro, el l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n, el Partido Socialista portugu¨¦s (PS), que del 8,7 desciende a un 8,4. Con todo, Seguro, a pesar de esta nota baja y de haber perdido popularidad, se convierte en el l¨ªder pol¨ªtico portugu¨¦s m¨¢s valorado y su partido, aunque tambi¨¦n baja, en el m¨¢s apoyado en las encuestas. El sondeo deja claro el divorcio entre partidos pol¨ªticos y poblaci¨®n. Ning¨²n dirigente pol¨ªtico, ni a derecha ni a izquierda, gana popularidad. Y las ¨²nicas formaciones que suben en intenci¨®n de voto ¡ªaunque en porcentajes peque?os¡ª son los representantes de los grupos antitroika que no firmaron los acuerdos del rescate hace un a?o y medio, el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista Portugu¨¦s.

En el origen del descalabro de Passos Coelho est¨¢ el anuncio de la subida, hace dos semanas, de la cotizaci¨®n de la Seguridad Social para los trabajadores y la bajada de esa misma cotizaci¨®n para las empresas. En la pr¨¢ctica, eso implica una reducci¨®n de un 7% en el salario de todos los trabajadores portugueses.

El s¨¢bado pasado, en el conjunto de manifestaciones populares m¨¢s numerosas desde la implantaci¨®n de la democracia en Portugal, los ciudadanos (m¨¢s de un mill¨®n seg¨²n los organizadores) hicieron demostraci¨®n de su rechazo. La calle, as¨ª, daba su opini¨®n en un asunto en el que ya se hab¨ªan pronunciado ¨Cy cr¨ªticamente- muchos empresarios, economistas y pol¨ªticos de uno y otro lado.

Los problemas se le amontonan a Passos Coelho: la coalici¨®n que sustenta el Gobierno (y la mayor¨ªa parlamentaria) se cuartea. Y para este viernes est¨¢ previsto un Consejo de Estado (¨®rgano consultivo del presidente de la Rep¨²blica) que ser¨¢ pol¨¦mico: millares de ciudadanos ya han anunciado que acudir¨¢n a las puertas del Palacio de Belem (residencia oficial del presidente de la Rep¨²blica) para volver a expresar su oposici¨®n a la pol¨ªtica de ajuste ininterrumpido y creciente.

Por otro lado, Passos Coelho, seg¨²n la prensa portuguesa, consciente del desgaste sufrido y del rechazo descomunal que despierta la subida de la cotizaci¨®n de la Seguridad Social, busca la manera de descafeinar algo la medida o de hacerla m¨¢s digerible a alguna franja de la ciudadan¨ªa.