La ira islamista inflama Pakist¨¢n
Las manifestaciones contra el v¨ªdeo sobre Mahoma causan 19 muertos y 200 heridos Los partidos religiosos intentan capitalizar el rencor a pocos meses de las elecciones
Las principales ciudades de Pakist¨¢n vivieron este viernes protestas violentas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por reconducir la ira de los islamistas y convertir la jornada en un D¨ªa de Amor al Profeta. Al menos 19 personas han muerto en enfrentamientos con la polic¨ªa en Karachi y Peshawar. En la capital, Islamabad, centenares de irreductibles a¨²n se empe?aban esta noche en llegar hasta la Embajada de EE UU, cuyo acceso estaba bloqueado desde la v¨ªspera. El v¨ªdeo que ridiculiza a Mahoma se ha convertido en la excusa perfecta para que los partidos religiosos ataquen a un Gobierno impopular al que acusan de ¡°vendido a Washington¡± y que en los pr¨®ximos meses afronta elecciones generales. La actual legislatura expira el pr¨®ximo mes de febrero.
¡°La naturaleza de las protestas es la misma que en otras partes. Es una afrenta, es rabia, est¨¢ dirigido contra EE UU y Occidente en general, no contra la persona que ha hizo la pel¨ªcula¡±, interpretaba Moeed Yusuf, asesor para el sureste asi¨¢tico del Instituto de la Paz, citado por la revista Foreign Policy.
Aunque alguno de los manifestantes mostrados por las cadenas de televisi¨®n expresaba su deseo de ¡°cortar en trocitos¡± al autor, el eslogan m¨¢s repetido ped¨ªa la expulsi¨®n de los diplom¨¢ticos estadounidenses de Pakist¨¢n. El sentimiento antiamericano ha crecido desde la guerra de Afganist¨¢n, alimentado por los asesinatos selectivos de los controvertidos drones o la violaci¨®n de soberan¨ªa que supuso la operaci¨®n que acab¨® con Osama bin Laden el a?o pasado.
As¨ª que los islamistas quieren capitalizar el v¨ªdeo para movilizar a sus simpatizantes. Hace una semana, cuando pocos paquistan¨ªes hab¨ªan o¨ªdo hablar de ¨¦l, las primeras manifestaciones fueron poco numerosas y tranquilas. En los d¨ªas siguientes, los partidos religiosos han puesto anuncios en televisi¨®n pidiendo a los musulmanes que sacrifiquen sus vidas en honor del profeta y han aparecido carteles solicitando que se mate al director de la pel¨ªcula.
En un intento de controlar ese malestar, el Gobierno declar¨® ayer D¨ªa del Amor al Profeta, a la vez que animaba a manifestarse de forma pac¨ªfica. Aunque los centros oficiales y la mayor¨ªa de los negocios cierran los viernes, el festivo nacional significaba que no hubiera transporte urbano ni interurbano. Tambi¨¦n se interrumpi¨® durante la ma?ana el servicio de telefon¨ªa m¨®vil en las principales ciudades para dificultar la coordinaci¨®n de los alborotadores.
Haciendo caso omiso a los llamamientos a la calma, los manifestantes quemaron cines, oficinas bancarias y veh¨ªculos privados, adem¨¢s de asaltar algunos comercios. Seg¨²n el recuento de la agencia Reuters, 10 personas, incluido un polic¨ªa, murieron en los enfrentamientos de Karachi, la ciudad m¨¢s populosa del pa¨ªs, y cuatro manifestantes y el conductor de una unidad m¨®vil de televisi¨®n perdieron la vida en Peshawar. Los heridos rondan los dos centenares, de acuerdo con fuentes hospitalarias.
¡°Basta con dos centenares de personas y un mont¨®n de piedras, y sales en la tele. Los partidos religiosos tienen reh¨¦n al Gobierno¡±, interpretaba Husain Haqqani, antiguo embajador de Pakist¨¢n en EE UU, citado por Reuters.
No hay datos fiables de cu¨¢ntos paquistan¨ªes se manifestaron en un pa¨ªs que tiene 180 millones de habitantes. Qued¨® claro sin embargo que los partidos religiosos, que en ninguna elecci¨®n han llegado a alcanzar un 10% de los votos, tienen la capacidad de fijar la agenda pol¨ªtica. Ello es fruto en parte del origen de Pakist¨¢n como ¡°un Estado para los musulmanes¡± en 1947, cuando se separa de India, lo que ha permitido durante d¨¦cadas sus dirigentes invoquen el islam para legitimarse. Pero tambi¨¦n de un sistema pol¨ªtico plagado de de corruptelas que hace al ciudadano profundamente receloso de los gobernantes.
¡°Un ataque contra el sagrado profeta es un ataque al coraz¨®n de las creencias de 1.500 millones de musulmanes. Se trata de algo inaceptable¡±, declar¨® el primer ministro Pervez Raja Ashraf tratando de congraciarse con una poblaci¨®n que acusa a su Gobierno de incapacidad para proporcionar servicios b¨¢sicos. No fue el ¨²nico pol¨ªtico que quiso jugar esa baza.
A diferencia de Pakist¨¢n, la mayor¨ªa de las protestas que se celebraron en el resto del mundo isl¨¢mico transcurrieron de forma pac¨ªfica, aunque tambi¨¦n en medio de medidas de seguridad reforzadas. En Afganist¨¢n, la polic¨ªa se coordin¨® con l¨ªderes religiosos y comunitarios para evitar el derramamiento de sangre. Seg¨²n Reuters, s¨®lo unos centenares de personas se manifestaron en Kabul y Mazar-e-Sharif, aunque un cl¨¦rigo asegur¨® que matar estadounidenses ¡°es legal y permisible¡±.
Unos diez mil islamistas se congregaron tras la plegaria de mediod¨ªa en Dhaka, la capital de Bangladesh. A pesar de que quemaron un retrato del presidente Obama y sendas banderas de EE UU y Francia, la protesta transcurri¨® sin mayores problemas. Tampoco hubo incidentes rese?ables en Yemen, donde manifestantes chi¨ªes lanzaron consignas antinorteamericanas, pero a diferencia de la semana pasada, los antidisturbios impidieron que alcanzaran la embajada estadounidense. Tambi¨¦n los chi¨ªes seguidores de Hezbol¨¢ corearon ¡°Muere a Am¨¦rica, muerte a los que insultan al profeta¡± durante una marcha en Baalbek, al este de L¨ªbano. Y en una muestra inusual de unidad, chi¨ªes y sun¨ªes iraqu¨ªes se manifestaron juntos en Basora, donde quemaron banderas de EE UU e Israel.
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