El Gobierno de Portugal estudia nuevos ajustes presionado por la calle y la troika

El Consejo de Ministros de Portugal se encuentra reunido esta ma?ana con el objetivo de perfilar nuevas medidas de austeridad que sustituyan a la propuesta de bajada de sueldos general que tuvo que retirar la semana pasada ante la contestaci¨®n social en la calle. El pasado viernes, despu¨¦s de que miles de personas rodearan pac¨ªficamente el edificio donde se reun¨ªa el Consejo de Estado, el Gobierno anunci¨® que retiraba la pol¨¦mica subida de cotizaciones para todos los trabajadores, que en la pr¨¢ctica significaba una bajada general de sueldos de un 7%. En la reuni¨®n de hoy comienza el debate del que deber¨¢n surgir nuevas propuestas para lograr esos ingresos.

El pr¨®ximo s¨¢bado est¨¢ convocada una nueva manifestaci¨®n por parte del sindicato CGTP. A la misma se han adherido los que convocaron la gran manifestaci¨®n de hace 15 d¨ªas, por lo que se espera que sea masiva. El Gobierno est¨¢ presionado, por un lado por esta manifestaci¨®n, y por otro, porque el 8 de octubre hay una nueva reuni¨®n del Eurogrupo, en la que debe ser aprobada el ¨²ltimo tramo del rescate financiero y donde se tendr¨¢n en cuenta las medidas que se aprueben hoy.

La prensa portuguesa especula con una subida de impuestos, especialmente el de patrimonio y uno sobre transacciones financieras. Pero la parte del le¨®n recaer¨¢ sobre el impuesto de la renta.

El primer ministro adelant¨® el pasado viernes que los pensionistas y funcionarios que ganan m¨¢s de 1.100 euros, a los que el Gobierno retir¨® hace un a?o las pagas extras, volver¨¢n a contar con una de ellas. A cambio, y para compensar el agujero de 2.000 millones de euros que esta devoluci¨®n deja en las tambaleantes y exprimidas arcas del Tesoro portugu¨¦s, Passos Coelho advierte de que va a subir el Impuesto de la Renta para todos los trabajadores y, adem¨¢s, gravar m¨¢s las transacciones de capital y las tasas sobre el Patrimonio.

Han hecho falta varias circunstancias para que Passos Coelho, hasta ahora descrito por muchos como el alumno ejemplar de la troika hasta considerarle como m¨¢s troikista que la misma troika, levantara el pie: en primer lugar, una sentencia del Tribunal Constitucional que, en julio de este a?o, declaraba ilegal la retirada de las pagas extras a los funcionarios y pensionistas por considerar que la medida era discriminatoria. Passos Coelho prometi¨® una medida alternativa (y equitativa) para no perder ni un punto en el impulso del d¨¦ficit y hace 15 d¨ªas, el siete de septiembre, comparec¨ªa en televisi¨®n para anunciarla. Ciertamente, equiparaba a todos. Pero en el recorte: los funcionarios y pensionistas se enteraron entonces de que sus pagas extras no regresar¨ªan y el resto de los trabajadores supieron que perder¨ªan un 7% de su salario a partir de enero. A cambio, las empresas cotizar¨ªan menos, para, seg¨²n el Gobierno, detener la escalada del paro.

Entonces, con todos esos frentes abiertos, el Gobierno vio c¨®mo se le abr¨ªa otro a¨²n m¨¢s importante e imprevisto: el s¨¢bado 15 de septiembre, sorpresivamente, convocados por una red difusa y algo chapucera de asociaciones civiles, cientos de miles de personas hartas de ajustes y de saber que van a vivir peor cada d¨ªa que pasa salieron a la calle a gritar que se acab¨®. El Gobierno responde hoy, sabiendo que el s¨¢bado que viene volver¨¢n a salir.