Las elecciones municipales como test

El domingo, m¨¢s de 80 millones de brasile?os est¨¢n llamados a las urnas para elegir a alcaldes y concejales de todo el pa¨ªs. Se trata de unas elecciones que, tradicionalmente, est¨¢n consideradas de la m¨¢xima importancia porque suelen ser la puerta para las presidenciales que se celebran siempre dos a?os despu¨¦s. En esta ocasi¨®n est¨¢n convocadas para el a?o 2014. Ahora, la lucha para elegir a los 5.568 alcaldes, unos cargos para los que se han presentado 15.550 candidatos, es a¨²n m¨¢s importante si cabe porque de estos comicios podr¨¢ depender en buena medida la futura reeleci¨®n de la presidenta Dilma Rousseff. Es algo sabido que los mejores propagandistas para las presidenciales son los alcaldes que conocen m¨¢s de cerca a los votantes y tienen una mayor influencia sobre ellos. Y la pugna se plantea, sobre todo, para conquistar las grandes ciudades, donde se concentra el 80% de los votos. De ah¨ª que esta vez hasta el expresidente Lula da Silva haya saltado al ruedo para echar una mano a su partido, el Partido de los Trabajasdores (PT), que es el que sustenta al Gobierno que cuenta adem¨¢s con otras 10 formaciones pol¨ªticas aliadas.

El pulso m¨¢s decisivo tiene como escenario a S?o Paulo, un reducto tradicional del opositor PSDB, el partido socialdem¨®crata fundado por el soci¨®logo y expresidente Fernando Henrique Cardoso. Lula se ha entregado en cuerpo y alma a reconquistar la alcald¨ªa de la mayor urbe de Am¨¦rica Latina para el PT pensando en la reelecci¨®n de Rousseff. Fue Lula quien escogi¨® un candidato a dedo: el joven exministro de Educaci¨®n, Fernando Haddad, a quien present¨® como una ¡°cara nueva¡±, en contraposici¨®n con el candidato eterno, Jos¨¦ Serra, del PSDB, que ya se hab¨ªa enfrentado en las presidenciales tanto a ¨¦l como a Dilma, saliendo siempre derrotado. Asistimos a una batalla que a Lula le est¨¢ costando ganar m¨¢s que cuando cre¨® la candidatura de Dilma para su sucesi¨®n.

Por otra parte, a los candidatos de los dos mayores partidos, les ha surgido un contrincante dif¨ªcil: un periodista populista, conocido por las clases m¨¢s bajas por sus programas en defensa de los consumidores, que se ha apoderado de los votos de los barrios pobres tradicionalmente votantes del PT. Y as¨ª, aparece a¨²n en v¨ªsperas de las elecciones en primer lugar con un 25% de intenci¨®n de voto contra el 23% de Serra y el 21% de Haddad. Y existe adem¨¢s una gran inc¨®gnita acerca de si el candidato de Lula conseguir¨¢ pasar a la segunda vuelta.

En las otras grandes ciudades de Brasil, las probabilidades de ganar las elecciones para el PT esta vez no se presentan f¨¢ciles. Ni en R¨ªo, ni en Belo Horizonte, ni en Recife, ni en Porto Alegre, ni en Fortaleza, los candidatos del partido del Gobierno aparecen como favoritos. Se disputan esas ciudades el PSDB y el PSB, un partido que est¨¢ creciendo y que ya piensa en la posibilidad de proponer un candidato propio a las presidenciales. Estas elecciones son las primeras en que est¨¢ vigente la ley moralizadora de la ¡°ficha limpia¡±, que impide presentarse a los candidatos condenados en primera instancia. El PT se ha encontrado con la china en el zapato del proceso en curso en el Supremo que ha empezado a condenar, por el esc¨¢ndalo del caso mensal?o, a los dirigentes del partido que llevaron a Lula al poder.