Amnist¨ªa denuncia los horrores de las expropiaciones masivas en China
La corrupci¨®n local alimenta los abusos en la expropiaci¨®n de tierras e inmuebles para su reventa El informe detalla amenazas, torturas y muertes para obligar a la gente a abandonar sus casas
El r¨¢pido desarrollo que ha experimentado China en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas ha provocado una marea de desalojos forzosos de ciudadanos de sus casas y tierras por todo el pa¨ªs, en muchos casos de forma ilegal. Esta pr¨¢ctica ¡ªque a menudo va unida a abusos de poder y corrupci¨®n¡ª ha experimentado en los ¨²ltimos a?os un fuerte incremento y es una de las principales causas de descontento entre la poblaci¨®n y fuente de protestas, seg¨²n denuncia en un informe publicado este jueves la organizaci¨®n de derechos humanos Amnist¨ªa Internacional (AI), con sede en Londres.
AI afirma que los casos de expulsiones obligadas han aumentado de forma significativa en China, debido a que los funcionarios locales se confabulan con los promotores inmobiliarios para confiscar y luego venderles las propiedades requisadas, con objeto de pagar las deudas gubernamentales. La organizaci¨®n, que cita a activistas, abogados y acad¨¦micos chinos, dice que los desalojos se han multiplicado durante el auge de construcci¨®n que ha vivido el pa¨ªs desde que puso en marcha un plan de est¨ªmulo de la econom¨ªa a finales de 2008 para hacer frente a la crisis global. Los funcionarios locales recurren a menudo a la venta de suelo para obtener capital con el que cumplir los objetivos de construcci¨®n de infraestructuras fijados por Pek¨ªn.
El informe, que abarca el periodo comprendido entre febrero de 2010 y enero de 2012, asegura que las presiones y la violencia que es ejercida a menudo, incluso con matones, sobre los afectados para que entreguen sus tierras han conducido a muertes, encarcelamientos y autoinmolaciones.
De los 40 casos de desalojos forzosos que Amnist¨ªa analiza en detalle, en nueve se produjo la muerte de personas que se resistieron. En un caso, una mujer de 70 a?os fue enterrada viva por una excavadora cuando intentaba evitar que los trabajadores derribaran su casa en la ciudad de Wuhan (capital de la provincia de Hubei). En otro caso, la polic¨ªa de la ciudad de Wenchang (provincia de Sichuan) se llev¨® a un beb¨¦ y se neg¨® a devolv¨¦rselo a su madre hasta que firmara la orden de desalojo. Algunas de las personas que se negaron a aceptar las expulsiones acabaron en la c¨¢rcel o en campos de trabajo, un sistema de detenci¨®n que a¨²n es utilizado ampliamente en China.
El documento cita tambi¨¦n a una mujer en Hexia (provincia de Jiangxi), que, tras protestar ante las autoridades por su expulsi¨®n, fue apaleada y sometida a una esterilizaci¨®n impuesta. Desesperados, algunos afectados se han prendido fuego. Amnist¨ªa Internacional ha documentado 41 casos entre enero de 2009 y enero de 2012.
¡°El problema de los desalojos forzosos supone la mayor fuente de descontento popular en China y es una grave amenaza para la estabilidad social y pol¨ªtica¡±, se?ala el informe, que pide a las autoridades que detengan de inmediato todas las expulsiones obligadas, garantice que nadie se queda sin hogar y castigue y persiga a quienes emplean la violencia en los procesos de expropiaci¨®n. AI asegura que no hay estimaciones fiables del n¨²mero de personas que han sido obligadas a dejar sus granjas y casas, ¡°pero no hay duda de que la cifra ha aumentado de forma significativa¡±.
En China, el suelo pertenece al Gobierno y a las colectividades locales, que lo pueden requisar para proyectos que consideran de inter¨¦s p¨²blico. A cambio, deben pagar de forma adecuada a los afectados, pero no siempre ocurre y a menudo las compensaciones son injustas o acaban en buena parte en los bolsillos de funcionarios corruptos. Aunque no hay propiedad privada del suelo, los ciudadanos pueden comprar y vender los derechos de uso por un periodo hasta de 70 a?os.
Amnist¨ªa afirma que uno de los problemas es que el Partido Comunista Chino contin¨²a animando a los funcionarios locales a que hagan crecer sus econom¨ªas como sea, y el desarrollo del suelo para carreteras, f¨¢bricas, centros comerciales y proyectos inmobiliarios es una v¨ªa r¨¢pida para lograr resultados.
La fuerte actividad y la especulaci¨®n desencadenaron una burbuja inmobiliaria, que condujo a un endeudamiento de los gobiernos locales cifrado en 10,7 billones de yuanes (1,32 billones de euros) a finales de 2010. Las autoridades tuvieron que vender cada vez m¨¢s suelo para devolver los cr¨¦ditos que hab¨ªan pedido para los proyectos de construcci¨®n.
Consciente de la situaci¨®n, Pek¨ªn puso en marcha ese mismo a?o una campa?a para frenar la especulaci¨®n, y hay algunos indicios de que las medidas est¨¢n funcionando. La superficie adquirida por los promotores cay¨® un 16,2% en los ocho primeros meses de 2012, frente al mismo periodo del a?o anterior. El Gobierno tambi¨¦n aprob¨® en 2011 nuevas medidas para ilegalizar las expulsiones forzosas y dijo que las compensaciones deben igualar al menos el precio de mercado. AI ha dado la bienvenida a las nuevas reglamentaciones, pero dice que a¨²n est¨¢n muy lejos de lo que deber¨ªan ser, que solo afectan a los residentes de las zonas urbanas y que los tribunales las hacen cumplir de forma desigual.
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