La protesta se encrespa en Lisboa

La protesta contra el Gobierno y sus medidas de ajuste draconiano se encrespa en Portugal, un pa¨ªs en el que las manifestaciones ¡ªque durante este mes se suceden ininterrumpidamente¡ª suelen discurrir y acabar de forma muy tranquila y civilizada. La de la pasada madrugada, por el contrario, no. Hubo cargas policiales, pedradas, heridos y detenidos. Todo comenz¨® a las seis de la tarde. Mientras el ministro de Finanzas, V¨ªtor Gaspar, presentaba a esa hora en una rueda de prensa el presupuesto m¨¢s inclemente y austero de la historia democr¨¢tica del pa¨ªs, miles de personas se congregaron frente al Parlamento para protestar contra esas medidas de ajuste que, a su juicio, est¨¢n ahogando la vida de todos.

Hubo gritos contra el primer ministro, insultos a los pol¨ªticos, se arm¨® una hoguera con carteles y pancartas que ilumin¨® teatralmente la plaza e intentos de subir hasta las escaleras que conducen a la entrada de la Asamblea de la Rep¨²blica repelidos sin palos ni malos modos por la polic¨ªa. Todo discurri¨® m¨¢s o menos pac¨ªficamente hasta medianoche. Entonces un grupo de j¨®venes se dirigi¨® hacia la residencia oficial del primer ministro, situada a la espalda del Parlamento. All¨ª, comenzaron a tirar piedras y botellas contra los polic¨ªas. Estos cargaron para ganar terreno. De los once heridos, seg¨²n la polic¨ªa, diez son agentes. Un acab¨® con golpes la cabeza y fue trasladado al hospital. Algunas calles cercanas amanecieron con basura regada por la calzada, contenedores volcados y se?ales de tr¨¢fico derribadas.

La protesta fue organizada por dos movimientos civiles lusos, el 15 de octubre y el Sin empleo y la intenci¨®n fue rodear el Parlamento portugu¨¦s, como hace unas semanas ocurri¨® en Espa?a. Y todo apunta a que la ola de manifestaciones y jornadas de queja va a seguir, alimentada a veces por organizaciones civiles y otras por sindicatos. De hecho, el sindicato CGTP ya ha convocado una movilizaci¨®n a finales de octubre y una huelga general en noviembre.

El presentado ayer es el presupuesto m¨¢s dif¨ªcil, pol¨¦mico, protestado, elaborado y reelaborado de la historia reciente de Portugal. Tambi¨¦n el m¨¢s restrictivo, recaudador y proclive al recorte y al ahorro. El Gobierno portugu¨¦s, presidido por el conservador Pedro Passos Coelho, remiti¨® ayer a la Asamblea de la Rep¨²blica un brutal aumento de impuestos encaminado a sujetar el desbordado d¨¦ficit p¨²blico. El objetivo es que este d¨¦ficit, que acabar¨¢ en un 6% a finales de este a?o, baje a un 4,5% en 2013, tal y como acord¨® Europa y la troika. Esto, en dinero, se traduce en la necesidad de ahorrar casi 5.000 millones de euros. Y esto, aplicando la lupa a la macroeconom¨ªa, se traduce, por ejemplo, en que un matrimonio con tres hijos cuyos c¨®nyuges ganen cada uno 1.500 euros al mes, deber¨¢n pagar de Impuesto de la Renta el a?o que viene 7.300 euros, casi 2.000 m¨¢s que en 2012, seg¨²n una simulaci¨®n efectuada ayer por el Jornal de Neg¨®cios.

En muchos de los casos, el aumento de impuestos equivaldr¨¢, simplemente, a perder, m¨¢s o menos, un salario entero. Los desempleados ¡ªcada vez m¨¢s en Portugal, que roza un ¨ªndice creciente de desempleo cercano al 16%¡ª van a cobrar un 6% menos, seg¨²n figura en una de las cl¨¢usulas de este presupuesto que ser¨¢ recordado durante muchos a?os. Los pensionistas que ganen m¨¢s de 1.350 euros tambi¨¦n ver¨¢n recortado lo que perciben al mes.