Las mujeres de Ohio
La cesi¨®n del centro que Obama le ha permitido a Romney quiz¨¢ acabe siendo su gran error estrat¨¦gico
Quedan solo diez d¨ªas para elegir al presidente del pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo, el ¨²nico todav¨ªa capaz de asumir riesgos globales mediante la campa?a electoral m¨¢s cara de la historia, 6.000 millones de d¨®lares, m¨¢s de 1.000 en anuncios negativos de televisi¨®n, que permiten cavilar que la Casa Blanca puede comprarse. Tambi¨¦n la m¨¢s mentirosa por parte de los dos candidatos, que no pagan precio alguno por faltar a la verdad porque la ciudadan¨ªa refuerza sus prejuicios cuando recibe hechos que los contradicen. Crecen los cr¨ªticos de la miop¨ªa de un sistema pol¨ªtico disfuncional que se mira el ombligo, remoto a lo que ocurre en la vida de las gentes. Obama pide cuatro a?os m¨¢s para hacer lo que no sido capaz de realizar en los ¨²ltimos cuatro y recurre a la fe: ¡°Creo en vosotros y necesito que cre¨¢is en mi.¡± Mientras, Romney ha conseguido ocupar una posici¨®n central que no hubiera so?ado hace solo un par de meses. La elecci¨®n no es un viaje al futuro en un momento de cambio de sociedad, sino algo mucho m¨¢s pedestre. Esto explicar¨ªa que a finales de octubre afrontemos, con la contestaci¨®n en el aire, esta doble pregunta:?c¨®mo es posible que Obama pierda? y ?c¨®mo es posible que Romney gane?
La respuesta la dar¨¢n unos pocos miles de electores en un reducido n¨²mero de estados. Cuando Kennedy gan¨® la presidencia a Nixon en 1960, por el 0,2% del voto popular, 20 estados con el 52% de la poblaci¨®n eran altamente competitivos. La micro segmentaci¨®n del voto, apuntando el microscopio electoral a cortes de poblaci¨®n muy espec¨ªficos, permitida por las nuevas tecnolog¨ªas para escarbar entre inmensas bases de datos y descubrir qu¨¦ electores concretos necesitas para ganar, y donde se encuentran, convierte en espectadores irrelevantes para el proceso a la gran mayor¨ªa de votantes y de estados. Se busca mujer blanca, sin estudios universitarios, trabajadora fuera de casa, camarera, operaria de mono azul, o funcionaria, con lealtad pol¨ªtica poco clara pero que tiende a votar al Partido Republicano. Y no en todo el pa¨ªs, sino en media docena de estados claves, especialmente en Ohio, 18 votos en el Colegio Electoral, s¨ªmbolo de la sociedad de la clase media. Estado industrializado, f¨¢bricas de autom¨®viles, salvadas de la quiebra por el rescate de Obama; por debajo de la media de paro nacional. Desde 1964, ning¨²n presidente ha llegado a la Casa Blanca sin ganar Ohio.
Estas mujeres, el 9% del electorado nacional en 2008 y con ingresos familiares por debajo de 50.000 d¨®lares anuales, constituyen el vital votante m¨®vil indeciso entre dem¨®cratas y republicanos. Las necesita Romney, incluso m¨¢s Obama, que est¨¢ viendo erosionado su antiguo tir¨®n entre las mujeres. Ya han sido bautizadas como las waitress moms, por supuesto no todas son camareras ni siquiera madres, y pueden ser muy importantes para decidir si Obama permanece en la presidencia o tiene que dar paso a Romney. Son como las soccer moms, las mam¨¢s que en los suburbios conduc¨ªan a sus hijos a los entrenamientos de f¨²tbol tras el horario escolar, que contribuyeron a la reelecci¨®n de Clinton en 1996. Eran tiempos de bonanza econ¨®mica, nada comparable con la crisis actual, donde las mam¨¢s camareras ¡°giran en la rueda del hamster de una econom¨ªa tiesa que no acaba de arrancar,¡± seg¨²n el New York Times.
De ah¨ª sus dudas: Obama no puede responder a su pregunta: ?D¨®nde est¨¢n los empleos? Mientras que Romney les inquieta por su postura frente al aborto. A pesar de haber logrado con ¨¦xito su milagrosa, tambi¨¦n tramposa, conversi¨®n al centrismo que le est¨¢ empujando electoralmente, sellada en el ¨²ltimo debate donde se mostr¨® moderado en pol¨ªtica exterior, preparado para recibir la llamada a las tres de la madrugada del estallido de una crisis internacional sin declarar la guerra. Esta cesi¨®n del centro que Obama le ha permitido a Romney quiz¨¢ acabe demostr¨¢ndose el error estrat¨¦gico m¨¢s serio que el presidente ha cometido en esta campa?a. Ha preferido ser un progresista fallido que un centrista convincente, al rev¨¦s de Clinton que irrit¨® a su partido pero logr¨® la reelecci¨®n. EE.UU. es una naci¨®n dividida, confirmando el fracaso del primer objetivo que se marc¨® Obama al llegar a la Casa Blanca. Dos de cada tres blancos votar¨¢n previsiblemente por Romney, mientras que 4 de cada 5 no blancos lo har¨¢ por Obama. Es crucial para el presidente que logre casi el pleno de los negros, los m¨¢s castigados por la crisis econ¨®mica y con un ¨ªndice de paro 6 puntos superior al de los blancos; necesita sumar el 70% del voto latino y penetrar en el caladero republicano de blancos, sobre todo hombres, sin educaci¨®n universitaria. Sin olvidar a los j¨®venes que estuvieron con ¨¦l decisivamente en 2008, hoy desencantados, que pueden quedarse en casa.
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