La Nobel iran¨ª Shirin Ebadi denuncia malos tratos a la ¨²ltima premio Sajarov
Nasrin Sotoudeh, presa de conciencia, est¨¢ en huelga de hambre porque le proh¨ªben visitas Las autoridades iran¨ªes dejan sin atenci¨®n m¨¦dica ni vis a vis a otras cuatro encarceladas
La Nobel de la Paz iran¨ª, Shirin Ebadi, y seis prestigiosas organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado hoy mi¨¦rcoles los malos tratos a la abogada Nasrin Sotoudeh y otros presos de conciencia en Ir¨¢n, y pedido su liberaci¨®n. Sotoudeh, que el pasado viernes fue galardonada junto al cineasta Jafar Panahi con el premio Sajarov de la UE, se encuentra en huelga de hambre desde el pasado d¨ªa 17 para protestar contra la decisi¨®n de prohibirle las visitas de su familia, un castigo cada vez m¨¢s utilizado contra las voces cr¨ªticas y que viola la legislaci¨®n internacional.
¡°Estamos muy preocupados por Nasrin Sotoudeh y subrayamos la responsabilidad de las autoridades iran¨ªes¡±, se?ala el comunicado difundido por Ebadi y al que se han unido Reporteros Sin Fronteras, Human Rights Watch, Amnist¨ªa Internacional, la Campa?a Internacional por los Derechos Humanos en Ir¨¢n, la Federaci¨®n Internacional de Derechos Humanos y la Liga Iran¨ª por la Defensa de los Derechos Humanos.
Sotoudeh, de 47 a?os, fue detenida en 2010 y condenada a 11 a?os de c¨¢rcel por un Tribunal Revolucionario (luego reducida a seis). Desde entonces, ha estado a menudo incomunicada en una celda de aislamiento en la prisi¨®n de Ev¨ªn. Durante el ¨²ltimo a?o, los responsables carcelarios le han impedido ver a su madre y a su hermano. Hace tres meses que le proh¨ªben la visita de sus dos hijos y limitan sus llamadas telef¨®nicas. En la ¨²ltima vuelta de tuerca, funcionarios judiciales convocaron a su hija mayor, una ni?a de 12 a?os, para informarle de que no puede viajar al extranjero. Fue la gota que colm¨® el vaso.
La combativa abogada, que siempre se destac¨® por defender a activistas de derechos humanos y mujeres desprotegidas, se declar¨® en huelga de hambre hace dos semanas como protesta, seg¨²n inform¨® su marido, Reza Jandan. Su fr¨¢gil estado de salud ha obligado a trasladarla a la enfermer¨ªa del centro penitenciario.
¡°Intimidar al hijo de un preso o negar a esa persona visitas familiares o tratamiento m¨¦dico s¨®lo consigue que Ir¨¢n parezca a¨²n peor a ojos del mundo¡±, denuncia Ebadi. Ir¨¢n ¡°encarcela a periodistas, abogados y defensores de los derechos humanos s¨®lo por sus actividades pac¨ªficas; en realidad, ninguno de ellos debiera estar en prisi¨®n¡±, precisa. Por ello, la Nobel y las organizaciones que la respaldan reiteran sus anteriores llamamientos para que los responsables iran¨ªes ¡°anulen las condenas a los activistas pac¨ªficos y les dejen en libertad sin condiciones¡±.
En la misma c¨¢rcel que Sotoudeh, las periodistas Yila Baniyaghub y Mahsa Amrabadi tampoco pueden ver a sus respectivos maridos que se encuentran presos en otro penal. A otras dos destacadas presas pol¨ªticas, Bahareh Hedayat y Mahbubeh Karami, les han negado atenci¨®n m¨¦dica, en clara violaci¨®n de las leyes iran¨ªes, seg¨²n las organizaciones de derechos humanos. Hedayat, que est¨¢ condenada a 10 a?os como el resto por ¡°poner en peligro la seguridad nacional¡±, pudo salir de prisi¨®n por problemas renales y digestivos, pero fue obligada a regresar antes de concluir el tratamiento. Sin embargo, Karami, sentenciada a tres a?os, no ha recibido asistencia psicol¨®gica para su depresi¨®n profunda.
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