Israel reconoce 25 a?os despu¨¦s que mat¨® al ¡®n¨²mero dos¡¯ de la OLP
Los servicios de inteligencia atribu¨ªan a Abu Yihad atentados como el que mat¨® en 1978 a 37 israel¨ªes cerca de Tel Aviv
Seis meses de batallas legales entre el Yediot Aharonot, el diario m¨¢s le¨ªdo de Israel, y la censura militar de ese pa¨ªs han culminado en la publicaci¨®n de los detalles del operativo dise?ado por sus servicios secretos para matar al n¨²mero dos a finales de los ochenta de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Jalil al Wazir, alias Abu Yihad. En una entrevista realizada en 2000, pero censurada hasta ahora, el comandante militar que lider¨® la operaci¨®n, Nahum Lev, muerto hace 12 a?os en un accidente de moto, revel¨® los detalles de esta acci¨®n que fue ejecutada por la unidad de ¨¦lite de la marina Sayeret Matkal y dise?ada, en su apartado de inteligencia, por el Mosad (servicio secreto israel¨ª).
¡°Abu Yihad estaba vinculado a actos horrendos contra civiles. Estaba marcado para morir. Le dispar¨¦ sin dudar¡±, explic¨® antes de su muerte Nahum Lev al periodista del diario israel¨ª.
El 15 de abril de 1988 una veintena de soldados de esta unidad desembarc¨® en las playas de T¨²nez, pa¨ªs donde entonces se encontraba la sede de la OLP. Se separaron en dos grupos, Lev lider¨® uno de ellos, el encargado de aproximarse a la residencia de Abu Yihad. Para lograrlo, un soldado se visti¨® de mujer y acompa?ado por Lev, simularon ser una pareja que daba un inocente paseo nocturno por las inmediaciones de la casa del dirigente palestino. Llevaban una caja de bombones pero en su interior no hab¨ªa dulces, sino una pistola con silenciador que Lev utiliz¨® para matar al primer guardaespaldas que custodiaba la casa. ¡°No ten¨ªa miedo, solo quer¨ªa que todo fuera bien¡±, narra Lev en la entrevista.
"Lo del jardinero fue una pena, pero en operaciones como esta tienes que asegurarse de neutralizar toda posible resistencia"
Neutralizado el primer guarda, lleg¨® el turno del segundo grupo de hombres, encargado de tirar la puerta abajo y de adentrarse en la residencia. En la planta baja acabaron con la vida de un segundo guardaespaldas y con la del jardinero de la casa, que esa noche hab¨ªa decidido dormir all¨ª. ¡°Lo del jardinero fue una pena, pero en operaciones como esta tienes que asegurarse de neutralizar toda posible resistencia¡±, contin¨²a Lev. Otro de sus hombres corri¨® escaleras arriba donde se encontraba la habitaci¨®n de Abu Yihad. Le dispar¨® y Lev, que iba detr¨¢s de ¨¦l, efectu¨® un segundo disparo. Otros miembros del comando igualmente hicieron detonar sus armas, acabando con la vida de uno de los fundadores, junto a Yasir Arafat, de la OLP.
Los servicios de inteligencia israel¨ªes siempre atribuyeron a Abu Yihad la autor¨ªa de algunos de los atentados m¨¢s sangrientos de los a?os setenta y ochenta contra militares y civiles israel¨ªes, como el que termin¨® en 1978 con la vida de 37 de sus nacionales que viajaban en un autob¨²s cerca de Tel Aviv. A?os despu¨¦s tambi¨¦n se le acus¨® de estar detr¨¢s de otro ataque similar contra los empleados de una central nuclear cerca del desierto del Negev y el que murieron tres agentes de seguridad de la instalaci¨®n.
Conocida la noticia de la muerte de Abu Yihad, la organizaci¨®n siempre culp¨® al Mosad de estar detr¨¢s del asesinato de su n¨²mero dos, pero entonces en Israel se guard¨® silencio. El levantamiento de la censura sobre las revelaciones de uno de los participantes supone, de facto, el reconocimiento del asesinato por Israel, de acuerdo al diario, aunque de momento el ej¨¦rcito israel¨ª no se ha pronunciado al respecto. Su publicaci¨®n siembra ahora nuevas dudas sobre el fallecimiento del expresidente palestino Yasir Arafat, del que el liderazgo palestino acus¨® siempre a los servicios secretos israel¨ªes, aunque Israel ha desmentido cualquier implicaci¨®n. La exhumaci¨®n de sus restos est¨¢ prevista para este mes de noviembre, a petici¨®n de su viuda Suha, despu¨¦s de que un reportaje emitido en julio en la cadena catar¨ª Al Yazira especulara sobre un posible envenenamiento del rais con polonio 210, una sustancia altamente radiactiva y encontrada en sus objetos personales.
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