La econom¨ªa le despeja el camino a Obama

Al borde ya del cierre de la campa?a, Barack Obama y Mitt Romney han sostenido un ¨²ltimo duelo sobre el estado de la econom¨ªa, que, igual que los sondeos, no da argumentos decisivos para la victoria de uno u otro candidato, aunque s¨ª, igual que los sondeos, algunos signos m¨¢s esperanzadores para el presidente que para su rival. Los datos oficiales muestran que en octubre se han creado m¨¢s empleos que en los ocho meses anteriores, lo que la mayor¨ªa de los expertos interpretan como un s¨ªntoma de que Estados Unidos est¨¢ en el camino de una consistente recuperaci¨®n.

El Departamento de Trabajo ha informado que en el ¨²ltimo mes se han creado m¨¢s de 170.000 puestos de trabajo, todos ellos en el sector privado, aunque el ¨ªndice de desempleo subi¨® de 7,8% a 7,9% debido a que m¨¢s personas se sumaron a la b¨²squeda de empleo, lo que, al mismo tiempo, es una muestra de optimismo sobre la situaci¨®n econ¨®mica. Unido a la cifra conocida la semana pasada de un crecimiento del 2% del PIB, ese dato demuestra que los norteamericanos acudir¨¢n a las urnas en un clima econ¨®mico mucho m¨¢s positivo, aunque no ¨®ptimo.

En un mitin en Ohio, Obama ha destacado todos los aspectos favorables de esta situaci¨®n: 29 meses consecutivos de creaci¨®n de empleos, 5,5 millones de puestos de trabajo creados desde que lleg¨® a la presidencia en medio de una gigantesca recesi¨®n.

En un mitin en Wisconsin, Romney ha destacado todos los aspectos negativos: el paro es hoy mayor que cuando Obama asumi¨® la presidencia y hay menos norteamericanos trabajando hoy que en ning¨²n otro momento de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas.

Ambas campa?as tiene munici¨®n para sus tres ¨²ltimos d¨ªas. Pero lo m¨¢s relevante de los datos hechos p¨²blicos este viernes es que no le sirven al candidato republicano para desmentir la tesis del presidente de que el pa¨ªs se encuentra en el buen camino, y no le sirven, por tanto, para provocar el vuelco que necesita para ganar las elecciones en los estados decisivos.

Obama ser¨¢ el presidente que acudir¨¢ a la reelecci¨®n con la tasa de desempleo m¨¢s alta desde Franklin D. Roosevelt. Pero, previamente, su campa?a ha hecho un buen trabajo en convencer a los votantes de que lo conseguido es bastante, teniendo en cuenta el estado en que el Partido Republicano hab¨ªa dejado al pa¨ªs. Un 51% de los ciudadanos, seg¨²n una encuesta de ABC-The Washington Post, todav¨ªa culpa a la anterior Administraci¨®n de George Bush de los males econ¨®micos del pa¨ªs.

Romney sigue teniendo a su favor que un mayor n¨²mero de personas creen que la econom¨ªa mejorar¨ªa m¨¢s con ¨¦l que con Obama -54% frente a 47%, seg¨²n la misma encuesta-. Pero, si se le a?ade el matiz de que solo un 19% est¨¢ ¡°muy confiado¡± en Romney, por un 21% que lo est¨¢ por Obama, no parece eso una diferencia suficiente como para compensar otras carencias del aspirante y tener un impacto definitivo en los resultados electorales.

Por lo que, en suma, la campa?a est¨¢, esencialmente, este viernes igual que ayer jueves. Es decir, favorable para Obama, que tiene ventaja en la mayor¨ªa de los estados decisivos y est¨¢ ya tambi¨¦n ligeramente por encima en el voto popular en el conjunto del pa¨ªs, seg¨²n las medias que elaboran CNN y la p¨¢gina web Real Clear Politics.

Pocos factores previsibles quedan ya por delante en el escaso tiempo que resta para variar esta situaci¨®n. La esperanza de los republicanos es que las encuestas est¨¦n equivocadas en Ohio, Virginia, Wisconsin, Nevada, Colorado, Iowa, New Hampshire, estados todos ellos en los que Obama ha cobrado ventaja en las ¨²ltimas 48 horas. No es descartable, teniendo en cuenta que la diferencia no es superior a cinco puntos en ning¨²n caso. Pero son muchas las encuestas que tienen que estar equivocadas para que Romney obtenga la victoria. A Obama le bastar¨ªan la mitad de esos estados para continuar en la Casa Blanca.

La econom¨ªa ser¨¢ el argumento final de esta campa?a, como fue el de su comienzo. Y la econom¨ªa parece ser el principal motivo de preocupaci¨®n de quienes a¨²n permanecen indecisos. A estas alturas, la gran mayor¨ªa tiene claro su voto ¨Cde hecho, ya han votado m¨¢s de 20 millones de los 170 millones registrados para hacerlo-. Los que a¨²n dudan, lo hacen, fundamentalmente, porque no est¨¢n satisfechos de su situaci¨®n econ¨®mica pero no tienen claro que Romney sea la mejor alternativa. Si el candidato republicano es capaz de despejar las reticencias que despierta entre esos electores, todav¨ªa podr¨ªa alcanzar su objetivo.

En cualquier caso, nos esperan tres d¨ªas intensos por delante. La campa?a de Obama, que no da la batalla por ganada, ni mucho menos, est¨¢ movilizando a todo su amplio ej¨¦rcito de voluntarios para asegurarse que cada uno de los votos a favor del presidente acaba en las urnas. Los republicanos siempre cuentan de partida con la ventaja de un electorado m¨¢s fiel y garantizado. Los republicanos, tradicionalmente, votan m¨¢s que los dem¨®cratas. De m¨¢s alto grado de educaci¨®n, m¨¢s estables en su residencia, de m¨¢s edad y nivel de ingresos, el electorado republicano encuentra tambi¨¦n m¨¢s facilidades para votar que el dem¨®crata, perjudicado por un sistema complicado que penaliza los cambios de domicilio y la falta de inter¨¦s en el voto.

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