El poder se est¨¢ fugando
El hurac¨¢n Sandy revela una pauta mundial: el papel cada vez mayor del liderazgo local
Sandy, el hurac¨¢n, ha dejado varias lecciones. 1) Las respuestas eficaces a las cat¨¢strofes requieren de mucho Estado, no de mucho mercado. El actor fundamental cuando ocurren desastres naturales es el Gobierno, no la empresa privada. 2) Los enfrentamientos pol¨ªticos dejan de interesar. La gente exige rescate y ayudas concretas, no discursos y debates ideol¨®gicos. 3) Los protagonistas m¨¢s importantes son los gobernadores y alcaldes de las localidades m¨¢s afectadas, no el presidente. Si bien Barack Obama desempe?¨® un eficaz ¡ªy muy aplaudido¡ª papel, fueron el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el gobernador de la devastada Nueva Jersey, Chris Christie, los dirigentes que respondieron m¨¢s directamente a las necesidades de las v¨ªctimas de Sandy.
Pero esta es solo una manifestaci¨®n m¨¢s de una tendencia mundial que trasciende a las cat¨¢strofes. Hay una fuga de poder del Gobierno nacional hacia los Gobiernos provinciales y locales. El presidencialismo est¨¢ dando paso al liderazgo local. La descentralizaci¨®n de la autoridad, los presupuestos y las decisiones que afectan m¨¢s directamente a la gente configura una pauta observable de China a Colombia, de India a Italia, de Indonesia a Espa?a. En todas partes, los jefes de regiones o provincias, los gobernadores y los alcaldes gozan de una creciente autonom¨ªa, y esto les permite llevar la voz cantante en temas cada vez m¨¢s diversos.
Luis Alberto Moreno, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), me relat¨® una experiencia muy ilustrativa de esta tendencia. En el pasado mes de junio, Moreno particip¨®, representando a su instituci¨®n, en la tercera cumbre internacional sobre medio ambiente. Esta reuni¨®n, a la que asistieron representantes de 192 pa¨ªses, incluyendo 88 jefes de Estado, se llam¨® R¨ªo+20 en referencia al hecho de que hace 20 a?os se celebr¨® en R¨ªo de Janeiro la primera conferencia mundial que puso en la palestra la urgente necesidad de detener la degradaci¨®n del medio ambiente. Como ya es habitual en estas reuniones multilaterales, los acuerdos alcanzados en R¨ªo+20 reflejaron cierto progreso, pero tambi¨¦n produjeron mucha frustraci¨®n. Nadie qued¨® contento, ya que para poner de acuerdo a tantos pa¨ªses es necesario licuar los acuerdos hasta hacerlos tragables para todos: pa¨ªses ricos, de medianos ingresos y los m¨¢s pobres; los exportadores de hidrocarburos y los importadores; los industrializados y los agr¨ªcolas; aquellos con econom¨ªas estancadas y los que gozan de un boom econ¨®mico, aquellos cuyos siglos de industrializaci¨®n ya han contaminado el planeta y los que comienzan a industrializarse y a contaminar. Aprobar acuerdos que recogen el m¨ªnimo com¨²n denominador es, por lo tanto, la norma en estas cumbres internacionales. Y estos acuerdos son muy insuficientes, dada la necesidad de intervenir sobre lo que ya es obviamente una emergencia planetaria.
?Pero qu¨¦ tienen que ver la descentralizaci¨®n y la fuga de poder con todo esto? La respuesta es: C40. Unos d¨ªas antes de la gran cumbre de jefes de Estado en R¨ªo de Janeiro, se reuni¨® en S?o Paulo un grupo llamado C40. Lo conforman los alcaldes de 40 grandes ciudades que est¨¢n decididos a actuar con eficacia, inmediatez y en concierto para reducir las emisiones de carbono. El comit¨¦ directivo del C40, que ahora preside el alcalde Bloomberg, de Nueva York, lo integran sus colegas de Berl¨ªn, Hong Kong, Yakarta, Johannesburgo, Los ?ngeles, Londres, S?o Paulo, Se¨²l y Tokio. Las grandes ciudades tienen un peso determinante en la contaminaci¨®n que nutre el cambio clim¨¢tico y, por lo tanto, un papel crucial en mitigar sus consecuencias. Por primera vez en la historia, m¨¢s de la mitad de poblaci¨®n del planeta vive en ciudades, y estas consumen el 75% de la energ¨ªa del mundo y producen el 80% de los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. ¡°Me impresiona el contraste entre la manera de actuar de los alcaldes del C40, basada en iniciativas pr¨¢cticas, metas concretas y ambiciosas, y las intenciones m¨¢s vagas que se pueden acordar en las cumbres de jefes de Estado¡±, me dijo Moreno, el presidente del BID, quien sigue muy de cerca las actividades del C40.
Este ascenso de los l¨ªderes regionales y locales no solo se observa en cuestiones medioambientales, sino que ya aparece en muchos otros ¨¢mbitos. Y si bien hay mucho que celebrar en esta tendencia, tambi¨¦n hay mucho que temer cuando se desborda en ambiciones separatistas impulsadas m¨¢s por el oportunismo que por la preocupaci¨®n por solucionar los problemas concretos de la gente. Pero esa es otra columna.
Twitter @moisesnaim
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.