Un Capitolio dividido, pero con nuevos rostros
Los votantes eligieron a la nueva estrella de la izquierda, Elizabeth Warren, y rechazaron a dos republicanos auspiciados por el Tea Party
La noche electoral certific¨® el continuismo en Washington, con avances dem¨®cratas. Barack Obama se mantuvo en la Casa Blanca. El Capitolio se qued¨® como antes, dividido. Los dem¨®cratas mantuvieron el control del Senado y los republicanos se quedaron con la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes. Pero hubo algunas sorpresas, y algunos mensajes del electorado. Los votantes enviaron al Capitolio a la nueva gran dama de la izquierda norteamericana y a la primera senadora abiertamente lesbiana, y rechazaron a dos candidatos republicanos auspiciados por el Tea Party, que hab¨ªan hecho pol¨¦micas declaraciones sobre el aborto y las violaciones.
Despu¨¦s de una amarga derrota en 2010, los dem¨®cratas recuperaron el esca?o Kennedy, que primero perteneci¨® a John, que fue presidente, y luego heredar¨ªa Ted, fallecido en 2009. Consiguieron expulsar del Senado a Scott Brown, un republicano que lleg¨® auspiciado por el Tea Party y que se moder¨® como legislador federal. Nada pudo hacer Brown contra Elizabeth Warren, una estrella en ascenso en el Partido Dem¨®crata, cr¨ªtica feroz de los excesos del sector bancario y financiero, que tuvo un lugar especial en la Convenci¨®n Dem¨®crata, hablando justo antes de Bill Clinton.
Tammy Baldwin, dem¨®crata de Wisconsin, hizo historia tambi¨¦n. Gan¨® un esca?o en el Senado sin tener que ocultar su lesbianismo durante su campa?a. Se ha convertido ya en una hero¨ªna para el movimiento de avance de los derechos de la comunidad gay, en unos comicios en los que, adem¨¢s, Maryland aprob¨® las uniones entre personas del mismo sexo. En total, los dem¨®cratas ganaron al menos un esca?o en el Senado respecto a la composici¨®n que hab¨ªa antes de las elecciones. En total, se renovaron 33 asientos en esa c¨¢mara.
En las urnas cayeron derrotados dos candidatos republicanos que hicieron estridentes declaraciones sobre el derecho al aborto y sobre los embarazos no deseados. Todd Akin hab¨ªa llegado a liderar las encuestas en Misuri. Sin embargo, en agosto dijo que cre¨ªa que existe un tipo de ¡°violaci¨®n leg¨ªtima¡± ante la que ¡°el cuerpo de la mujer tiene mecanismos para cerrarse del todo¡±. En Indiana, Richard Mourdock, que recibi¨® el apoyo de Romney, dijo recientemente que los embarazos fruto de las violaciones son ¡°un deseo de Dios¡±. Ambos perdieron estrepitosamente, facilitando el discreto avance de los dem¨®cratas en el Senado.
Ohio no solo le dio sus 18 votos electorales a Obama. Mantuvo en su esca?o al senador dem¨®crata Sherrod Brown. El joven de 35 a?os que le disputaba el puesto era Josh Mandel, un joven carente de experiencia pol¨ªtica, cuyas mayores credenciales eran haber servido en la guerra de Irak dentro del Marine Corps. Le auspici¨® el Tea Party tambi¨¦n, pero no fue un empuje suficiente para llevarle a Washington. En Florida sucedi¨® algo similar: el veterano dem¨®crata Bill Nelson logr¨® mantener el esca?o, a pesar del empuje de Connie Mack, un republicano conservador que ha servido en la C¨¢mara de Representantes desde 2005.
Ese avance de un esca?o en el Senado es en realidad una gesta para los dem¨®cratas. Hace dos a?os, en las elecciones legislativas, perdieron la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y se aferraron al Senado a duras penas, despu¨¦s del gran ascenso del Tea Party.
Este a?o, en la C¨¢mara, donde se renovaban 435 esca?os, los republicanos perdieron dos esca?os, en principio, ni un esca?o, un p¨¢lido reflejo de lo que fueron las elecciones de 2010. Supone ese un triunfo para Nancy Pelosi, la l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata, que se neg¨® a abandonar ese puesto tras la derrota electoral, pensando que podr¨ªa evitar una debacle mayor en estos comicios. El tiempo le dio la raz¨®n.
En suma, los electores le mandaron un aviso a los congresistas del Tea Party. Un ejemplo: pasada la medianoche, la fundadora del grupo pol¨ªtico de ese movimiento radical en el Capitolio, Michele Bachmann, todav¨ªa no sab¨ªa si manten¨ªa su esca?o o no. Bachmann es una ardiente defensora del Tea Party. Con un 74% del voto escrutado ten¨ªa un 50% de las papeletas. La misma cifra que su contrincante, el dem¨®crata Jim Graves. Finalmente gan¨®, de un modo muy ajustad. Fue una lucha hasta el ¨²ltimo minuto que no se esperaba de alguien que lleg¨® a presentarse como candidata a la presidencia, y que crey¨® que pod¨ªa ganar. Igual que Mitt Romney.
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