Los seguidores de Obama: ¡°El sue?o sigue tan vivo como hace cuatro a?os¡±
El presidente reelecto se dirige a sus seguidores en Chicago: ¡°Para EE UU, lo mejor est¨¢ por venir¡±
Barack Hussein Obama conclu¨ªa su discurso de victoria cuando faltaba un minuto para la una de la madrugada en Chicago. ¡°Para Estados Unidos lo mejor est¨¢ por llegar¡±, promet¨ªa el presidente, reelegido por una abrumadora e inesperada mayor¨ªa en el colegio electoral. Bajo el confeti y con los acordes de la canci¨®n elegida por la campa?a para abrir y cerrar actos, We take care of our own, de Bruce Springsteen ¨C"Cuidamos de los nuestros", imposible ser m¨¢s apropiada-, Obama daba lo mejor de s¨ª mismo en otra noche para la historia.
¡°No podr¨¢imos tener mejor l¨ªder¡±, dec¨ªa Jannette Strauss-Morgan. Las l¨¢grimas en los ojos y la emoci¨®n en absoluto contenida, esta mujer se abrazaba con otra que dec¨ªa no conocer de nada. ¡°Creemos en una Am¨¦rica generosa, compasiva y tolerante¡±, acababa de decir el presidente. ¡°Creo que podemos mantener la promesa que fund¨® este pa¨ªs: no importa de donde vienes, si eres hispano, negro o blanco, homosexual, joven o viejo, gay o heterosexual. Si trabajas duro puedes conseguir tu sue?o. Somos m¨¢s grandes que la suma de nuestras ambiciones individuales¡±, dec¨ªa el presidente para paroxismo de la congregaci¨®n que le escuchaba.
No era Grant Park, donde Obama reuni¨® en su gran noche en 2008 a m¨¢s de 242.000 personas. Pero la emoci¨®n era, sorprendentemente, casi la misma. ¡°?Acabado el sue?o?¡±, preguntaba Laniece Jayne se?alando el entusiasmo de la gente. ¡°Est¨¢ tan vivo como hace cuatro a?os¡±, prosegu¨ªa.
Dos hombres j¨®venes se abrazaban. Una madre sujetaba en brazos un beb¨¦ de semanas. Todos hab¨ªan esperado esperanzados horas para saber el resultado final de las elecciones y ver a su presidente. No defraudaron. Ni los resultados ni el ganador. Obama entreg¨® a su base un discurso a la altura de los mejores. ¡°Nunca me he sentido m¨¢s inspirado con nuestro futuro¡±, comparti¨® Obama. ¡°Esta noche os pido que manteng¨¢is la esperanza junto a m¨ª. Siempre he pensado que la esperanza es esa tozudez que vive dentro de nosotros para que sigamos luchando¡±.
Bajo los aplausos, ensordecedores, el ya reelegido presidente pon¨ªa la dosis necesaria de realismo: ¡°vuestro trabajo no ha terminado aqu¨ª. Am¨¦rica nunca ha consistido en lo que otros pueden hacer por nosotros, sino en lo que podemos hacer por nosotros mismos".
Ni un asunto de relevancia qued¨® sin tocar. Gran ovaci¨®n ante la palabra gay. Tremenda explosi¨®n de j¨²bilo ante la menci¨®n de los veteranos de guerra y el fin de la contienda de Irak. Aplausos y v¨ªtores por una prometida reforma migratoria. "Creemos en una naci¨®n de inmigrantes en la que cualquiera puede luchar para que su hija vaya a la universidad, los constructores de Carolina del Norte que quieren que su hija se convierta en doctora, o presidenta¡±, exclamaba. ¡°Hacia ah¨ª es donde debemos avanzar", apuntaba optimista.
Obama hab¨ªa ganado las elecciones. Cuando se supo, el centro de convenciones que fue cuartel de la campa?a electoral dem¨®crata en Chicago para recibir a Obama como perdedor o ganador se vino abajo. ¡°Estoy en el cielo¡±, dec¨ªa Sylvina Prisbell. Palabras dif¨ªciles de oir debido al estruendo que hab¨ªa alrededor. ¡°Hemos vuelto a hacer historia¡±, atajaba otra mujer la conversaci¨®n, que se hac¨ªa casi imposible de proseguir debido a empujones de felices seguidores del presidente dem¨®crata.
Cuando los congregados supieron, finalmente, que Mitt Romney hab¨ªa llamado por tel¨¦fono a Obama para aceptar su derrota, de nuevo hubo una explosi¨®n de j¨²bilo que oblig¨® a los periodistas de televisi¨®n que estaban en directo transmitiendo sus cr¨®nicas a taparse los oidos para poder proseguir. ¡°Cuatro a?os m¨¢s¡±, gritaban poseidos ante un podio vac¨ªo que esperaba al ganador. A media tarde se dec¨ªa que Obama ten¨ªa escritos dos discursos, el de la victoria y el de la derrota. Dec¨ªan que Romney s¨®lo uno: el de ganador. No le sirvi¨® anoche.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel ¨Camigo ¨ªntimo y exasesor del presidente- dedic¨® unos minutos a la prensa a su llegada al centro de convenciones McCormick donde la campa?a de Obama estableci¨® su cuartel general de celebraci¨®n. ¡°Todo el mundo habla de la coalici¨®n de Obama refiri¨¦ndose a las minor¨ªas y las mujeres¡±, dijo. ¡°Iowa, es mayoritariamente un Estado blanco, de edad madura, y lo ha ganado. Creo que todo el mundo deber¨ªa dar un paso atr¨¢s y reconsiderar lo que ha dicho¡±, finalizaba el alcalde.
Varias personas aseguraban haber estado hace cuatro a?os en Grant Park. Enriquetta Fackler no ten¨ªa hijos entonces. Hoy tiene un ni?o de tres a?os que se ha quedado dormido a pesar del estruendo. ¡°El mundo ser¨¢ mejor para ¨¦l con Obama¡±, declaraba. ¡°No han sido cuatro a?os f¨¢ciles; no todo es perfecto. Pero sin duda ser¨¢ mejor que si hubiera ganado Romney¡±, explicaba tras reconocer que lleva meses buscando trabajo sin encontrarlo.
Desde las siete y media de la tarde, el goteo de personas que entraron en McCormick para esperar al presidente fue constante. En la calle llov¨ªa y eso no fren¨® en absoluto a los seguidores de Obama, que esperaron pacientes y que pasaron estrictos controles de seguridad por parte del servicio secreto. El recinto se llennaba casi a la misma vez que los operarios se retiraban tras dar los ¨²ltimos retoques al escenario y una mujer de la limpieza se afanaba en dejar la moqueta inmaculada alrededor del podio. Todav¨ªa no se sab¨ªa que el presidente subir¨ªa a ¨¦l reelegido. La tensi¨®n comenzaba a crecer cuando cerraron los primeros colegios de la costa Este.
¡°Merec¨ªa ganar, merec¨ªa poder completar su obra¡±, declaraba Wayne Simon. Obama acababa de decir que no era el dinero lo que hace a EEUU m¨¢s rico. ¡°Ni el Ej¨¦rcito lo que nos hace m¨¢s fuertes¡±. "Es el compromiso de un ciudadano con otro, el verdadero patriotismo, lo que nos hace ricos y fuertes", finaliz¨®.
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