Un pa¨ªs fuerte, pero m¨¢s inestable
La presidencia de Hu Jintao dispar¨® el crecimiento econ¨®mico chino pero a costa de un fuerte aumento de la desigualdad social y las pr¨¢cticas espurias
Cuando Hu Jintao lleg¨® a la secretar¨ªa general del Partido Comunista Chino (PCCh) a finales de 2002 y a la presidencia del pa¨ªs en marzo del a?o siguiente, lo hizo enarbolando la bandera de la lucha contra las desigualdades sociales y la corrupci¨®n. Ambos problemas han sido una constante de la pol¨ªtica que Hu y el primer ministro, Wen Jiabao, han seguido durante estos 10 a?os en el poder; pero, cuando el mandato de ambos dirigentes se acerca a su fin, desigualdades y corrupci¨®n siguen siendo dos de los desaf¨ªos m¨¢s graves a los que se enfrenta el partido. Hasta el punto que Hu ha asegurado este jueves en la apertura del 18 Congreso del PCCh que si China no elimina la corrupci¨®n, podr¨ªan caer el partido y el Estado.
?Cu¨¢les son el balance y el legado de la d¨¦cada en el poder de Hu Jintao y Wen Jiabao? Una foto mixta. Luces y sombras. La cuarta generaci¨®n de dirigentes chinos ¨Ctras las de Mao Zedong, Deng Xiaoping y Jiang Zemin- deja una China m¨¢s fuerte desde el punto de vista de la econom¨ªa y la pol¨ªtica exterior, pero con m¨¢s tensiones y algunos de los problemas que encontr¨® a su llegada m¨¢s enraizados.
¡°La Administraci¨®n de Hu Jintao ha conducido China a un continuo crecimiento econ¨®mico. Durante los ¨²ltimos 10 a?os, China ha sido ampliamente reconocida como una importante potencia econ¨®mica en el mundo. Ha mantenido alejado el impacto de la crisis financiera internacional de 2008 y ha cumplido su promesa de ascenso pac¨ªfico. Sin embargo, las desigualdades entre ricos y pobres han continuado ampli¨¢ndose y el nivel de corrupci¨®n oficial no ha bajado. Estos ser¨¢n los dos principales problemas econ¨®micos y pol¨ªticos que tendr¨¢ que abordar de forma prioritaria la nueva administraci¨®n¡±, afirma Hu Xiaobo, director del Centro de Estudios sobre China en la Universidad Clemson (Carolina del Sur).
Los medios estatales han calificado el mandato de Hu Jintao de ¡°la d¨¦cada gloriosa¡±, mientras algunos cr¨ªticos lo han llamado ¡°la d¨¦cada perdida¡±. Cuando ascendi¨® a la presidencia, la econom¨ªa china era un poco mayor que la de Italia, hoy es la segunda del mundo -detr¨¢s de Estados Unidos-, el pa¨ªs asi¨¢tico tiene el mayor n¨²mero de usuarios de telefon¨ªa m¨®vil e internautas del mundo y contin¨²a siendo un fuerte polo de atracci¨®n de inversi¨®n extranjera. La renta per c¨¢pita anual se ha quintuplicado, hasta 5.400 d¨®lares.
China es ahora un miembro imprescindible en cualquier organismo de decisi¨®n global, y es reconocida por los estrategas militares de Estados Unidos como el ¨²nico potencial competidor. Pek¨ªn ha impulsado estos a?os un ambicioso proceso de modernizaci¨®n del ej¨¦rcito.
Durante la administraci¨®n de Hu Jintao, China ha realizado su primer viaje espacial tripulado, ha organizado unos juegos ol¨ªmpicos que deslumbraron al mundo, y ha potenciado el alcance de sus empresas e inversiones por todo el planeta. Dentro de sus fronteras, ha reequilibrado las inversiones hacia las provincias m¨¢s pobres del interior, adonde ha destinado cuantiosos recursos, y ha conformado un sistema de jubilaciones, desempleo y seguro sanitario, aunque b¨¢sico, que por primera vez incluye a los campesinos.
Pero detr¨¢s de estos logros, ¡°hay problemas¡±, ha escrito Deng Yuwen, editor de un peri¨®dico estatal, en un ensayo que fue colgado en Internet en septiembre y luego fue expurgado. Deng defiende que el fracaso de Hu Jintao a la hora de dar pasos significativos hacia un cambio pol¨ªtico ha llevado al Partido Comunista a tener que afrontar ¡°una crisis de legitimidad¡±.
Cuando Hu Jintao lleg¨® al poder, algunos vieron en ¨¦l un l¨ªder reformista y pensaron que realizar¨ªa cambios pol¨ªticos. Tras una primera y corta etapa de mayor transparencia y petici¨®n de responsabilidades, pleg¨® velas. Algunos expertos creen que las ¡®revoluciones naranja y rosa¡¯ en Ucrania y Georgia inquietaron a Pek¨ªn, que vio detr¨¢s de ellas la mano de Estados Unidos para derribar a reg¨ªmenes autoritarios. El Gobierno chino intensific¨® el control y acoso a los activistas, un fen¨®meno que fue al alza y condujo al encarcelamiento de disidentes como Hu Jia o Liu Xiaobo, este ¨²ltimo elegido Premio Nobel de la Paz en 2010.
Hu Jintao ha impulsado el llamado desarrollo cient¨ªfico y la creaci¨®n de una sociedad armoniosa, aunque en los ¨²ltimos a?os el n¨²mero de protestas y disturbios sociales ¨Cespecialmente por problemas medioambientales y expropiaciones forzosas de tierra- no ha dejado de crecer, hasta alcanzar unas 500 a d¨ªa en todo el pa¨ªs, seg¨²n expertos de la universidad Qinghua en Pek¨ªn.
El l¨ªder chino se ha apoyado durante su mandato en el partido, la polic¨ªa y la propaganda. El gasto en seguridad interna, polic¨ªa, tribunales y otros medios de aplicaci¨®n de la ley ha excedido el presupuesto de defensa desde 2011. Pek¨ªn ha incrementado el control sobre minor¨ªas como la tibetana y la uigur (regi¨®n aut¨®noma de Xinjiang), que se vieron afectadas por violentos enfrentamientos ¨¦tnicos en 2008 y 2009, respectivamente. Desde marzo de 2011, se han inmolado a lo bonzo un total de 68 tibetanos en China para protestar contra lo que el Dalai Lama y sus seguidores consideran la represi¨®n de su cultura y su religi¨®n por parte de Pek¨ªn. De ellos, han muerto 54, seg¨²n el Gobierno tibetano en el exilio. Las cinco ¨²ltimas inmolaciones han tenido lugar este mi¨¦rcoles. Las revoluciones jazm¨ªn en los pa¨ªses ¨¢rabes tambi¨¦n tuvieron como consecuencia un endurecimiento de la represi¨®n sobre activistas y disidentes en China. Pek¨ªn tambi¨¦n ha reforzado la censura en Internet. Todo ello con objeto de ¡°preservar la estabilidad¡± y la continuidad del gobierno ¨²nico del PCCh.
Tras dejar la secretar¨ªa general del partido y la jefatura del Estado, la influencia de Hu Jintao permanecer¨¢. Algunos de sus aliados forman parte de la nueva generaci¨®n de l¨ªderes, y es posible que retenga la presidencia de la Comisi¨®n Militar Central, como hizo su predecesor Jiang Zemin durante dos a?os cuando Hu ya era el m¨¢ximo l¨ªder chino
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