La potencia naval del siglo XXI

La era de Hu Jintao al frente de China no solo ser¨¢ recordada por el avance econ¨®mico del gigante asi¨¢tico, sino tambi¨¦n por su af¨¢n por convertirlo en una potencia militar. Para conseguirlo, el presidente no escatim¨® esfuerzos para ampliar y modernizar las Fuerzas Armadas y, muy especialmente, la Marina de Guerra, incluyendo la aviaci¨®n naval y la infanter¨ªa de marina.

En diciembre del a?o pasado, Hu expuso claramente la intenci¨®n del gobierno de ¡°acelerar la modernizaci¨®n de la marina¡± y de disponer de una fuerza militar con una ¡°preparaci¨®n intensiva para el combate¡±. El presidente justific¨® esta pol¨ªtica por la necesidad de ¡°salvaguardar la seguridad nacional y la paz mundial¡±.

Para cuando Hu declar¨® esta vocaci¨®n de potencia naval, la Armada china ya hab¨ªa sacado m¨²sculo con ejercicios militares frente a las costas de Taiw¨¢n y en otros puntos del Mar de la China meridional, donde tiene conflictos territoriales con varios vecinos.

El ¨²ltimo y m¨¢s sonado de estos roces fue el enfrentamiento que han protagonizado Pek¨ªn y Tokio por la soberan¨ªa de las islas Senkaku / Diaoyu. El archipi¨¦lago est¨¢ deshabitado, pero se encuentra cerca de importantes rutas navieras, alberga ricos recursos de pesca y bajo sus aguas yacen recursos petrol¨ªferos sin explotar.

Sonado tambi¨¦n fue el env¨ªo por parte de Pek¨ªn de un acorazado al mar Mediterr¨¢neo para proteger la evacuaci¨®n de sus nacionales durante la guerra en Libia, considerado como una de las mayores exhibiciones del creciente poder naval y de que China se prepara para proteger sus intereses lejos de sus fronteras, sobre todo en ?frica.

Recientemente China entr¨® a formar parte del reducido n¨²mero de pa¨ªses que cuentan con portaviones, adquiriendo a Ucrania el buque Varyag y que el a?o pasado ya fue botado con bandera china y rebautizado Liaoning. M¨¢s tarde, comenz¨® a circular por las publicaciones especializadas la imagen de un nuevo proyecto de portaviones chino totalmente revolucionario, dotado de un doble casco ¡ªtipo catamar¨¢n¡ª, que ofrece posibilidades in¨¦ditas de maniobrabilidad y funcionalidad. El proyecto dispar¨® las alarmas del almirantazgo estadounidense.

Sin duda la Marina se lleva la parte del le¨®n dentro de las fuerzas chinas ya que cuenta, adem¨¢s del portaviones, con otros 600 buques. Aunque la cifra es bastante inferior a la estadounidense (2.300 nav¨ªos), la Marina china tiene una potente capacidad de fuego que rebaja mucho esa diferencia num¨¦rica. En cuanto a submarinos, China ha dado un salto cualitativo y cuantitativo enorme. En los ¨²ltimos a?os ya ha sido capaz de producir submarinos nucleares ¡ªhasta hace bien poco solo dispon¨ªa de submarinos de propulsi¨®n di¨¦sel¡ª que ha exhibido sin tapujos en sus aguas.

En enero pasado, China realiz¨® con ¨¦xito un vuelo de prueba de su avi¨®n J-20, un cazabombardero invisible para los radares. Lo hizo adem¨¢s coincidiendo con una visita oficial del secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates. ¡°La aeronave, denominada J-20, vol¨® por unos 15 minutos en los alrededores de la ciudad de Chengdu¡±, indic¨® la edici¨®n electr¨®nica del diario chino Global Times. El diario inform¨® de que la aeronave estaba equipada con la m¨¢s avanzada tecnolog¨ªa stealth (furtiva) y tiene capacidades similares al caza estadounidense F-22 Raptor. Tras conocerse la prueba, un portavoz de Exteriores chino declar¨® que la pol¨ªtica armamentista del pa¨ªs ten¨ªa ¡°un car¨¢cter defensivo¡±, para intentar aplacar la cada vez mayor preocupaci¨®n de Occidente.

Algunos an¨¢lisis publicados recientemente en diferentes portales de defensa dan algunas pistas de cu¨¢l es la estrategia militar china a medio y largo plazo. El Ej¨¦rcito de Tierra destinado a la defensa continental se apoya sobre el n¨²mero de hombres que est¨¢ siendo sistem¨¢ticamente reducido si se lo compara con el aumento del papel de la Marina de Guerra y a la Fuerza A¨¦rea. En n¨²mero de carros de combate y veh¨ªculos blindados, los chinos est¨¢n muy por debajo de Rusia y EE UU, con menos de 7.500 frente a los m¨¢s de 20.000 y casi 10.000 de rusos y estadounidenses, respectivamente. Y es que gran parte del aumento de los recursos destinados al Ej¨¦rcito de Tierra chino se est¨¢n utilizando para mejorar los salarios de los militares, muy bajos frente a los salarios medios del trabajador chino en las grandes urbes.