Pancartas, gritos y carteles de Hitler
Varias manifestaciones organizadas por sindicatos y partidos de izquierda reciben con gritos de ¡°fuera de aqu¨ª¡± a Merkel en su visita a Lisboa
Hace un a?o, una empresa portuguesa de licores lanz¨® una campa?a de publicidad en la que, en ciertas marquesinas de autobuses, aparec¨ªa un dibujo ir¨®nico de Angela Merkel en el que se le felicitaba las fiestas. Un d¨ªa una pac¨ªfica se?ora jubilada pas¨® por delante y con un gesto en el que se mezclaba el asombro y el disgusto exclam¨®: ¡°Y encima le felicitamos las Pascuas a la tipa esta que nos est¨¢ quitando todo. Anda y que se vaya a mandar a su casa¡±.
Ante la ojeriza (cuando no el odio declarado) que despierta Angela Merkel en determinados sectores de la poblaci¨®n portuguesa por considerarla culpable de la oleada de recortes que les ahoga, la polic¨ªa preve¨ªa una protesta multitudinaria. De hecho, los especialistas alertaron sobre la posibilidad de un atentado. Al final, no fue para tanto.
Hubo cerca de mil personas reunidas frente al palacio de Belem, residencia oficial del presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, que se entrevist¨® con la canciller alemana durante media hora. Los manifestantes quemaron un mu?eco que representaba a la dirigente alemana y corearon gritos como ¡°Merkel, fuera de aqu¨ª¡±. Se produjo alg¨²n encontronazo con la polic¨ªa, pero la protesta no pas¨® de ah¨ª.
Una mujer que llevaba varias horas al lado de la ya famosa frase que encabeza las pancartas en las manifestaciones en Portugal (¡°que se joda la troika, queremos nuestras vidas¡±) resumi¨® as¨ª por qu¨¦ hab¨ªa salido de casa: ¡°Es una soberbia y una pirata¡±.
Otra manifestaci¨®n discurri¨® en el centro de Lisboa, organizada por el sindicato Confederaci¨®n General de Trabajadores Portugueses (CGTP). Reuni¨® a otro millar de personas y los organizadores denunciaron la actitud de ¡°visitante de protectorado¡± de Angela Merkel. ¡°Viene aqu¨ª como el que visita las colonias. Y el Gobierno es lamentable recibiendo palmaditas en la espalda¡±, asegur¨® una representante del Bloque de Izquierda, que record¨® que era un d¨ªa laborable para justificar la poca participaci¨®n en las manifestaciones.
Ni Merkel ni Passos Coelho vieron un cartel en el que se identificaba a la canciller alemana con Hitler. En la rueda de prensa, un periodista le pregunt¨® a la gobernante qu¨¦ sent¨ªa al verse emparejada con el dictador nazi. La dirigente germana no le dio la menor importancia y record¨® que su deseo es que Portugal salga de la crisis cuanto antes porque la recesi¨®n perjudica a todos. Passos Coelho, en su turno, a?adi¨®, con una sonrisa: ¡°Yo suelo estar siempre en esos carteles as¨ª. Ya estoy acostumbrado¡±.
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