La guerra anunciada

De nuevo, los pueblos palestino e israel¨ª se convierten en rehenes y v¨ªctimas de la pol¨ªtica desastrosa de sus dirigentes. M¨¢s muertos, heridos, tragedias humanas. ?Por qu¨¦ esta vez? Varias son las razones: por parte de Israel, la preparaci¨®n de las elecciones legislativas que el jefe de Gobierno, Benjamin Netanyahu, quiere ganar en detrimento de la ¡°extrema¡± derecha que forma parte de su coalici¨®n gubernamental. En este caso, nada mejor que un enfrentamiento con los palestinos para demostrar que es ¨¦l quien puede ¡°defender¡± mejor a los israel¨ªes. Para ello, asesina al jefe militar de Ham¨¢s, lo que provoca la reacci¨®n inmediata de este movimiento con disparos de cohetes sobre Israel.

Los israel¨ªes tambi¨¦n han anunciado claramente su intenci¨®n de torpedear a la Autoridad Palestina, si ¨¦sta continua buscando la proclamaci¨®n del Estado palestino en la Asamblea General de la ONU. El 24 de octubre, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, pol¨ªtico ultraderechista, afirm¨® en una charla con la representante de la Uni¨®n Europea, Catherine Ashton, que, en el caso de que la demanda palestina prosperase, no quedar¨ªa m¨¢s remedio que ¡°derribar¡± a Abbas y destrozar la Autoridad Nacional Palestina. Quiz¨¢ los bombardeos sobre Gaza son el primer paso de dicha voluntad.

En la misma l¨ªnea, la estrategia israel¨ª de asesinatos ¡°planificados¡±, puesta en marcha con total impunidad desde hace m¨¢s de quince a?os, permite reanimar el conflicto cada vez que surge una chispa de soluci¨®n pol¨ªtica. Este derecho de matar y de derribar gobiernos, a?adido a la sospecha de que los servicios de seguridad de Israel envenenaron a Yasir Arafat, da una idea de hasta d¨®nde puede llegar el Estado hebreo. Finalmente, es tambi¨¦n muy probable que los dirigentes israel¨ªes, de acuerdo con algunos sectores del poder estadounidense, busquen, en caso de conflicto con los palestinos, probar la reacci¨®n de los Hermanos Musulmanes ahora en el poder en Egipto.

Por otra parte, la Autoridad Palestina y Ham¨¢s se encuentran tambi¨¦n en una carrera electoral. Ham¨¢s tiene inter¨¦s en radicalizar el enfrentamiento militar con los ocupantes israel¨ªes, y la Autoridad, dirigida por Mahmud Abbas, necesita conseguir algo para poder enfrentarse a sus adversarios religiosos, pues es evidente que la elecci¨®n de la paz negociada al amparo de la comunidad internacional ha fracasado. Un Estado palestino al lado de Israel parece cada vez m¨¢s una quimera; al rev¨¦s, la ¡°cohabitaci¨®n¡± armada y sangrienta entre los dos pueblos se est¨¢ convirtiendo en un destino implacable.

En realidad, estamos ante una guerra de los cien a?os, que, con la diseminaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva, acabar¨¢ en una conflagraci¨®n destructora, no s¨®lo para ambos adversarios, sino para toda la regi¨®n. No es una amenaza lejana. La balcanizaci¨®n a la que estamos asistiendo, con la destrucci¨®n probable del Estado-naci¨®n sirio despu¨¦s del de Irak; el auge de los movimientos radicales religiosos, ahora directamente apoyados por las potencias occidentales; la posibilidad de un bombardeo israel¨ª sobre Ir¨¢n; la reacci¨®n inevitable de este pa¨ªs directamente sobre Israel y sobre los pa¨ªses proamericanos del Golfo, de hecho aliados de Israel (especialmente Arabia Saud¨ª); adem¨¢s de la intervenci¨®n inevitable de Hezbol¨¢ en el sur de L¨ªbano son los ingredientes que est¨¢n hirviendo en la regi¨®n. Con la guerra civil siria como tel¨®n de fondo, los bombardeos israel¨ªes en Gaza encienden la mecha del conflicto en la regi¨®n. Bachar el Asad, entre la espada y la pared, tambi¨¦n puede reaccionar provocando el enfrentamiento directo con Israel. De modo que la primavera ¨¢rabe en Oriente Pr¨®ximo podr¨ªa desembocar en un infierno para todos.

Esta situaci¨®n, dram¨¢ticamente peligrosa, se est¨¢ dando en un contexto geopol¨ªtico muy incierto. Barack Obama acaba de ser reelegido, pero Israel no conf¨ªa mucho en ¨¦l. El enfrentamiento actual en Gaza, el apoyo incondicional de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, demuestra que, de momento, Israel se sigue beneficiando de la solidaridad del presidente norteamericano. En Rusia, Vlad¨ªmir Putin afronta una situaci¨®n interna agitada y, en China, Xi Jinping, nombrado nuevo emperador comunista, necesitar¨¢ tiempo para adaptarse a este contexto. Con lo que la impotencia internacional est¨¢ garantizada. Para definir este tipo de situaci¨®n, el fil¨®sofo Francis Herbert Bradley dec¨ªa amarga e ir¨®nicamente: ¡°Cuando todo va mal, no debe ser tan malo probar lo peor¡±. As¨ª que los ap¨®stoles de la guerra pueden prosperar libremente en Oriente Pr¨®ximo.