Ed¨¦n Pastora: "A m¨ª ya me absolvi¨® la historia"
El Comandante Cero nicarag¨¹ense, aliado con Daniel Ortega, explica su relaci¨®n con el poder
Cuenta Ed¨¦n Pastora, el m¨ªtico Comandante Cero de la revoluci¨®n sandinista, que a finales de 1993 se encontr¨® en el aeropuerto de Ciudad de M¨¦xico con el cardenal Miguel Obando, el otrora hombre fuerte de la Iglesia de Nicaragua, quien se le acerc¨® y le espet¨®:
¨CComandante, ?se arregl¨® con Dios?
Eso no solo sorprendi¨® a Pastora, sino que lo enoj¨®, y le lanz¨® al cardenal:
¨CYo siempre he estado bien con Dios.
¨C?A cu¨¢ntos ha matado? ¨Clanz¨® Obando. Fuera de s¨ª, Pastora contest¨®:
¨CEminencia, la gente que he matado no cabe en este local y a los que he mandado a matar no caben en su casa.
Ed¨¦n Pastora suelta una carcajada al contar el episodio. Sentado en el porche de su casa, en Managua, una amplia residencia sin m¨¢s ostentaciones que un oficial armado cuyo encargo es dar protecci¨®n al comandante, sorbe un caf¨¦ y dice: ¡°El cardenal y yo somos grandes amigos, somos grandes sandinistas¡±.
"Yo no me fui del frente sandinista, el frente se fue del sandinismo"
La frase va cargada con un tono ir¨®nico. Encierra en s¨ª el giro que algunos actores de la historia reciente de Nicaragua han dado desde que Daniel Ortega, el viejo guerrillero del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), regres¨® al poder en este peque?o pa¨ªs centroamericano en 2007. Tanto el cardenal Obando como Pastora han experimentado una especie de conversi¨®n: eran enemigos de Ortega en los ochenta, en plena guerra civil, pero ahora est¨¢n entre sus principales aliados y defensores, lo que ha desconcertado a m¨¢s de uno. Para los medios de comunicaci¨®n y la oposici¨®n, tanto Obando como Pastora se han convertido en caricaturas del poder.
Ed¨¦n Pastora naci¨® en 1937. Su padre fue asesinado por la Guardia Nacional somocista cuando ¨¦l ten¨ªa ocho a?os. En los sesenta ingres¨® en las filas del FSLN, la guerrilla que aspiraba a derrocar la dictadura somocista, que gobern¨® m¨¢s de cuatro d¨¦cadas el pa¨ªs. En 1978 Pastora se convirti¨® en un h¨¦roe nacional al dirigir, junto a otros guerrilleros, la m¨ªtica toma del Congreso somocista, que signific¨® uno de los m¨¢s duros golpes a la dictadura. Sin embargo, tras el triunfo de la revoluci¨®n sandinista en julio de 1979, Pastora comenz¨® a tomar distancia de los l¨ªderes revolucionarios y rompi¨® con ellos a inicios de los ochenta, acus¨¢ndolos de haber traicionado los ideales revolucionarios, dado que algunos ocuparon casas confiscadas a la vieja oligarqu¨ªa somocista y viv¨ªan en lujo y ostentaci¨®n. Entonces anunci¨® que combatir¨ªa al sandinismo y organiz¨® un grupo guerrillero en el sur del pa¨ªs que muchos vincularon con la Contra, la guerrilla auspiciada por Estados Unidos para derrocar al Gobierno sandinista. En su estudio, que ¨¦l llama ¡°la cueva¡±, y rodeado de fotos que lo muestran vestido de verde oliva, f¨²sil en la mano, perdido en las selvas del sur de Nicaragua, el Comandante Cero cuenta por qu¨¦ se ha reconvertido en aliado de su otrora enemigo Daniel Ortega.
"Quienes me quisieron matar por socialdem¨®crata, ahora lo son. Qu¨¦ risa".
?Cu¨¢l es su relaci¨®n con el presidente Ortega? Es muy poca, tengo siete meses de no verlo. La gente cree que desayuno con ¨¦l todos los d¨ªas, que nos contamos chistes revolucionarios y contrarrevolucionarios. Llegan a creer que ¨¦l hace lo que yo le digo.
Fue muy comentado su distanciamiento del movimiento revolucionario en los ochenta. Luego apoy¨® a la Contra. ?C¨®mo fue ese cambio? Todo el mundo sabe que yo no fui contra, fui un disidente fuerte, porque hubo sangre de por medio. Yo no combat¨ª a la revoluci¨®n, nunca combat¨ª al sandinismo. Combat¨ª los errores que la Direcci¨®n Nacional estaba cometiendo, poniendo en peligro el proceso revolucionario. Los europeos no me entend¨ªan, cuando estaban Fran?ois Mitterrand, Felipe Gonz¨¢lez, Olof Palme, Papandreu, pero no este payaso de ahora, sino el padre, que fue un gran revolucionario. Ahora todo mundo me dice: ¡°Ed¨¦n, ten¨ªas raz¨®n¡±. Yo no me fui del Frente, el Frente se fue de las posiciones sandinistas para implementar las condiciones para un marxismo-leninismo.
?A qui¨¦n le notific¨® primero su salida del FSLN? A todos los comandantes.
?Y cu¨¢l fue su respuesta? No me creyeron. Pensaban que Ed¨¦n estaba contento con las estrellas, con las mieles del poder. Fidel Castro dijo una vez: ¡°La historia me absolver¨¢¡±. Yo, Ed¨¦n Pastora, digo: ¡°La historia me absolvi¨®¡±. Cuando este pueblo conden¨® a la Direcci¨®n Nacional (del Frente Sandinista), me dieron la raz¨®n. Y ahora que Daniel est¨¢ haciendo lo que yo dec¨ªa que hicieran con un fusil en la mano, tengo que apoyarlo.
?C¨®mo fue ese acercamiento con Ortega? ?Usted lo busc¨®? No. El Frente vino donde m¨ª, a mis posiciones sandinistas. Entonces yo tengo que apoyarlo, ser¨ªa incoherente, err¨¢tico, si no los apoyara.
Llama la atenci¨®n este acercamiento, porque hubo atentados en su contra en los ochenta, como el de La Penca, en el que murieron 11 personas y usted result¨® herido. ?Ha habido 16 intentos de asesinarme! Sectores del sandinismo quisieron matarme cuatro veces. He tenido atentados de la derecha, la izquierda y el centro. Lleg¨® un d¨ªa en que no sab¨ªa de d¨®nde me iba a venir el bombazo.
?No pesaron en usted los planes de asesinarlo urdidos por sus viejos camaradas? ?Ya los perdon¨®? Es que no se trata de perd¨®n, es una reconciliaci¨®n. De toda la Contra y todos los sandinistas, de todo el pueblo. Si vivimos llenos de odio, nunca vamos a reconstruir Nicaragua.
?Cu¨¢l es su relaci¨®n con sus antiguos compa?eros de armas, esos con quienes protagoniz¨® la toma del Congreso de Somoza, que hoy son cr¨ªticos de Ortega? Dora Mar¨ªa (T¨¦llez), Hugo Torres (ambos exguerrilleros) est¨¢n en la acera de enfrente, se pasaron a aliarse contra los que combatieron toda la vida. Yo nunca me pas¨¦ a la otra acera, estuve en una tercera acera combatiendo los errores del Frente, pero nunca me vieron abrazarme con la Contra, ni con los oligarcas. Los que me acusaban de socialdem¨®crata, que me quisieron matar por socialdem¨®crata, ahora dicen que son socialdem¨®cratas. ?Me muero de la risa!
"El Frente me conoce y sabe que a m¨ª no me mueven los bastardos intereses econ¨®micos, saben que soy eminentemente pol¨ªtico, eminentemente sandinista, y que tengo valores"
?Qu¨¦ le ofreci¨® el Frente en este nuevo acercamiento? El Frente me conoce y sabe que a m¨ª no me mueven los bastardos intereses econ¨®micos, saben que soy eminentemente pol¨ªtico, eminentemente sandinista, y que tengo valores. Saben que los gringos me quisieron comprar y no pudieron. ?Qu¨¦ me ofrecieron? Apoyarme en el ¨²ltimo sue?o, la ¨²ltima locura de mi vida, la limpieza del r¨ªo San Juan.
Dice que EE UU lo quiso comprar, pero tengo entendido que fue usted quien viaj¨® all¨¢ buscando apoyo a su movimiento contra la revoluci¨®n. No llegu¨¦ a pedir, llegaron a ofrecerme. Los gringos quer¨ªan darle legitimidad a la Contra del norte con Ed¨¦n en el sur. Yo sab¨ªa que ni con mil Ed¨¦n le daban legitimidad al norte. Entonces hubo una relaci¨®n con la CIA de amor-odio. Llegaron a odiarme porque no pudieron manejarme.
?Cu¨¢l era su contacto en la CIA? Ten¨ªa contacto directo con el jefe de la CIA, William Casey. Me llevaron all¨ª para embadurnarme de mierda. Cuando estuve frente a m¨ªster Casey, le dije: ¡°No quiero que ma?ana digan que no fui sincero con ustedes. Yo soy sandinista y soy revolucionario¡±. Casey me dijo: ¡°Entonces, ?cu¨¢l es su problema con el Gobierno de Managua?¡±. Le respond¨ª que ellos quer¨ªan hacer una revoluci¨®n marxista-leninista sin libertades, y yo, mi revoluci¨®n sandinista con libertades.
?Qu¨¦ le ofrecieron? Armas y dinero en cantidades reducidas. Al norte le dieron 600 millones de d¨®lares en la guerra revolucionaria y al sur nos dieron seis. Pero nunca hicimos lo que quer¨ªan. He recibido ayuda de Gadafi, de Fidel Castro, y no me acusan de eso. Cuando un fusil me apunta, recibo la ayuda de quien me la da, ?o voy a poner condiciones? Es dif¨ªcil entender a un hombre de esos principios.
Dijo sentirse incomprendido. Ahora le reprochan su relaci¨®n con Ortega. ?Se sigue sintiendo as¨ª? ?Imag¨ªnate c¨®mo me siento cuando dicen: ¡°Ed¨¦n, fuiste el ¨²nico que no se equivoc¨®!¡±.
?Qu¨¦ qued¨® de esa revoluci¨®n por la que usted luch¨®? La revoluci¨®n signific¨® la dignificaci¨®n del obrero y del campesino. En tiempos de Somoza, ser campesino era considerado como ser un delincuente com¨²n. Desgraciadamente, los comandantes de la revoluci¨®n eran muy j¨®venes y no hab¨ªan alcanzado el nivel de estadistas. Ortega, con la experiencia y el bagaje de los ochenta y de los noventa, ya alcanz¨® niveles de estadista, y ahora est¨¢ haciendo la revoluci¨®n que deber¨ªamos haber hecho en el ochenta.
?Qu¨¦ es lo que se hace ahora que no se hizo en aquella ¨¦poca? Los cambios de estructuras sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos en libertad y democracia. Esa es la gran diferencia. Ahora se est¨¢n haciendo con respeto a los derechos humanos, no alineados, se termin¨® la pol¨ªtica bipolar, hay libertad absoluta de prensa, a tal extremo que acostumbro a decir que hay libertinaje. Daniel no ataca a nadie, solo hace. Ha mejorado la salud, la educaci¨®n, la vivienda. Ha mejorado el nivel cultural y econ¨®mico de los nicarag¨¹enses. Est¨¢bamos en el fondo del hoyo y ¨¦l nos est¨¢ sacando.
Se alej¨® del sandinismo porque los l¨ªderes de la revoluci¨®n olvidaron a las clases obreras. Ahora se dice que el sandinismo se ha pervertido y que los l¨ªderes se est¨¢n enriqueciendo a costa del segundo pa¨ªs m¨¢s pobre del continente. No hay ning¨²n fundamento objetivo para que esa cr¨ªtica sea verdad. En aquel entonces s¨ª era cierto, los l¨ªderes de la revoluci¨®n viv¨ªan como somocistas, como superburgueses, y cometieron muchos errores morales. Ahora la seudooposici¨®n escribe como si aqu¨ª las c¨¢rceles estuvieran llenas de presos pol¨ªticos, como si se torturara, como si hubiera decenas de miles de exiliados pol¨ªticos, asesinatos pol¨ªticos. La verdad es que los 40 proyectos sociales se est¨¢n pudiendo realizar porque los l¨ªderes no roban; si robaran, no podr¨ªan hacer casas, calles, hospitales, escuelas, aeropuertos.
Muchas de esas obras se financian con la cooperaci¨®n que el presidente venezolano Ch¨¢vez entrega a Ortega, pero hay investigaciones que denuncian que parte de esos fondos ha servido para beneficiar al c¨ªrculo m¨¢s cercano al Gobierno. El pueblo de Nicaragua no es pendejo, y si eso fuera cierto, no apoyar¨ªa a Ortega. En 2007 gan¨® con una mayor¨ªa simple del 38%. En la siguiente elecci¨®n gan¨® con el 62%. Ahora todas las encuestas le dan m¨¢s del 80%.
La UE dijo que el proceso electoral de 2011, en el que result¨® reelecto Ortega, fue opaco. Todos los observadores internacionales dijeron que hab¨ªa irregularidades, no fraude. Aqu¨ª estamos aprendiendo a ser dem¨®cratas, es un proceso; opacas fueron las elecciones en EE UU cuando Gore perdi¨® la presidencia, opacas son todas las elecciones del mundo.
A partir de esas denuncias de fraude e irregularidades, la UE decidi¨® retirar parte de su ayuda al Gobierno de Nicaragua. Los europeos tienen raz¨®n, porque est¨¢n en crisis econ¨®mica [r¨ªe]. ?Espa?a est¨¢ por declararse en quiebra! ?No tienen dinero! Y quitan la ayuda como pretexto, pero la gente seria de Espa?a y los pol¨ªticos serios de Europa saben que eso es mentira. Aqu¨ª no ha habido violencia, no ha habido una bomba lacrim¨®gena, no ha habido un torturado o un preso pol¨ªtico. La prensa de derecha dice que estamos en guerra, que nos seguimos matando. ?La campa?a internacional de la prensa de derecha es atroz!
Usted combati¨® una dinast¨ªa de m¨¢s de 40 a?os. Ahora hay sectores que acusan a Ortega de querer perpetuarse en el poder. Yo luch¨¦ contra Somoza, no contra la reelecci¨®n. Somoza se hubiera reelegido las veces que hubiera querido, y yo lo hubiera apoyado si hubiera hecho las cosas que est¨¢ haciendo Ortega. Este pueblo luch¨® contra el crimen pol¨ªtico, la tortura, la c¨¢rcel, el exilio, contra una sucesi¨®n din¨¢stica. A m¨ª lo que me interesa es si el gobernante hace o no, si trabaja para el pueblo o no. Si Daniel, el que ha hecho m¨¢s en la historia de Nicaragua, hace cosas, que se quede haciendo.
?Por cu¨¢nto tiempo m¨¢s? Lo que la Constituci¨®n permita.
El art¨ªculo 147 establece que no hay reelecci¨®n continuada, ni aun cuando el presidente ocup¨® el cargo dos veces. Es el caso de Ortega. Hay dos art¨ªculos de principio antes que ese que dicen que todo nicarag¨¹ense tiene derecho a elegir y ser electo, y el presidente es un ciudadano nicarag¨¹ense. Adem¨¢s, dice que todo nicarag¨¹ense tiene derecho a votar por quien quiera. Si yo quiero votar por Ortega, nadie lo puede impedir.
?No cree m¨¢s sano para un pa¨ªs la alternancia en el poder? Lo sano es lo democr¨¢tico y que se haga lo que el pueblo quiere. ?Eso es lo que no entienden! ?Qu¨¦ dif¨ªcil es ser dem¨®crata! La mayor¨ªa quiere votar por Daniel. La oposici¨®n reconoce que el pueblo est¨¢ con Daniel.
?Y Pastora est¨¢ con Daniel? Estoy con ¨¦l, o como se llame, con tal de que trabaje.
El sur de Nicaragua es territorio de Ed¨¦n Pastora. Se mueve en las orillas del r¨ªo San Juan como si fuera su casa. Aqu¨ª lo puso Daniel Ortega, a cumplir una empresa costosa y complicada: la limpieza de sedimentos del r¨ªo, para permitir la navegaci¨®n en zonas en las que ahora es imposible. Pastora asegura que lo lograr¨¢, aunque no est¨¢ claro c¨®mo y a qu¨¦ precio. El comandante, volc¨¢nico a veces, ya ha metido en l¨ªos a su pa¨ªs, dado que Costa Rica lo acus¨® de invadir su territorio, separado de Nicaragua por el r¨ªo San Juan. El Gobierno de San Jos¨¦ llev¨® a los tribunales de la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, a Nicaragua, en una disputa que ha sido aprovechada por Ortega, dado el nacionalismo que despierta en Nicaragua el San Juan.
Desde que iniciaron los trabajos del r¨ªo se arm¨® una controversia con Costa Rica, que lo acus¨® de invadir su territorio. ?Qu¨¦ pas¨® en esa zona fronteriza? Fue el Ej¨¦rcito el que se meti¨® a capturar a unos narcotraficantes. Costa Rica hace la bulla por una denuncia de un narcotraficante.
Algunos lo acusan de tener intereses econ¨®micos en la zona y que por eso pidi¨® ser enviado all¨¢. De m¨ª se ha dicho que soy incoherente, err¨¢tico, ambicioso, vanidoso, egocentrista, mercurial, impredecible, agente de la CIA, garganta de Reagan, aliado del imperialismo, traidor, Ca¨ªn, hijo de puta¡ Lo ¨²nico que no han dicho de m¨ª es que soy maric¨®n, ni que soy ladr¨®n. Es f¨¢cil probar que no soy ladr¨®n y que no soy maric¨®n, que ahora, por cierto, les dicen gais. Solo al ver que tengo 21 hijos se da uno cuenta de que no soy gay. No me extra?a nada de lo que me digan.
?Tiene propiedades en esa zona? ?No tengo ni donde me entierren! Tengo un gran cari?o por esa zona porque ah¨ª me ha tocado luchar largos a?os.
?En qu¨¦ situaci¨®n est¨¢ el proyecto de dragado? Algunos t¨¦cnicos dicen que es una obra inmensa y muy dif¨ªcil de llevar a cabo. Estamos empezando a hacerle cosquillas al r¨ªo. Empec¨¦ con una draga y cre¨ªan que iba a hacer maravillas, pero lo que pod¨ªa hacer era soberan¨ªa, que es lo que me interesaba; pude alborotar a do?a Laura Chinchilla (presidenta de Costa Rica), que me hizo el favor de catapultar la obra, y con el esc¨¢ndalo que arm¨®, el presidente Daniel Ortega se vio obligado a darme seis dragas.
Es interesante que protagonice esta controversia frente a un pa¨ªs que le dio asilo en su lucha de los ochenta contra el Gobierno sandinista. Creo ser el nicarag¨¹ense m¨¢s querido por los costarricenses. La guerra de liberaci¨®n de Costa Rica de 1948 se hizo con las armas que nosotros les llevamos, sus fincas las hemos hecho los nicarag¨¹enses. Ahora hay medio mill¨®n de nicarag¨¹enses trabajando en Costa Rica, que le han permitido ganar al Gobierno y al pueblo de ese pa¨ªs 25.000 millones de d¨®lares.
Hace a?os dijo que pasaba por problemas econ¨®micos y que pon¨ªa en venta hasta su alma. ?C¨®mo est¨¢ ahora? He pasado varias crisis econ¨®micas, pero mis amigos me salvaron.
Adem¨¢s de un cachorro de le¨®n, vendi¨® un reloj de oro de Somoza. Era un reloj que me dio la Direcci¨®n Nacional, y tambi¨¦n un anillo que me regal¨® Omar Torrijos. No me quisieron comprar nada porque cre¨ªan que todo era robado e iba a llegar con un [fusil] AK a quit¨¢rselas. Hubo amigos que me ayudaron a pagar la luz, el agua, el tel¨¦fono.
?C¨®mo se mantiene un hombre con 21 hijos? Ya los mantuve y se mantuvieron ellos y las madres. No pude ser el mejor padre por tratar de ser el buen patriota. Las guerras, el exilio, me lo impidieron, pero les di mi apellido, los quise, me adoran, me respetan.
?Entonces hoy no est¨¢ mal econ¨®micamente? Respiro, porque me pagan 2.000 d¨®lares. Mil los reparto entre amigos que est¨¢n m¨¢s jodidos que yo, entre hijos m¨¢s jodidos que yo, entre gente que cree que soy millonario. Y con los otros mil paso modestamente.
?La guerra ya se acab¨® para Ed¨¦n Pastora? Para todo el pueblo de Nicaragua. Puede haber guerra en Costa Rica, pero no en Nicaragua [r¨ªe].
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