¡°Vot¨¦ a Cristina y me defraud¨®¡±
Trabajadores que hab¨ªan apoyado a la presidenta argentina integran ahora los piquetes que cortan el ingreso a Buenos Aires
Ol¨ªa a sudor en el piquete de la General Paz, la autopista de circunvalaci¨®n de Buenos Aires, en el cruce con la avenida Constituyentes. Bajo el intenso sol primaveral, las suelas de los zapatos de los 300 manifestantes sindicales se calentaban al ritmo de las habituales batucadas que truenan en las protestas sociales de Argentina. Uno con la camiseta negra de la Asociaci¨®n de Trabajadores del Estado (ATE) bailaba con un botella de agua en la mano. Los coches deb¨ªan dejar la General Paz y buscar otros caminos, mientras en la autopista flameaban banderas rojas de los opositores Partido Obrero (PO) y Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), las verdes de ATE y las naranjas de los militantes de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) que ven¨ªan de Jos¨¦ C. Paz, un municipio de la periferia de Buenos Aires donde el a?o pasado Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner gan¨® las elecciones presidenciales con el 70,6% de los votos.
¡°Dicen que somos la CTA opositora, pero nosotros votamos a Cristina. Si nos escucha, la seguiremos votando¡±, dice Marta Reyes, auxiliar de escuela y dirigente de la CTA en Jos¨¦ C. Paz. Su compa?ero de trabajo Claudio Canegallo y la maestra Cristina Gonz¨¢lez tambi¨¦n votaron a la jefa de Estado y comparten la opini¨®n de Reyes. ¡°Nosotros votamos a un gobierno nacional y popular, pero esto no es nacional ni popular. Nosotros no estamos contra el Gobierno, pero queremos reabrir la negociaci¨®n salarial porque los sueldos van por la escalera, pero los precios, por el ascensor¡±, explica Reyes, que cuenta que sus compa?eros ganan entre 400 y 480 euros mensuales.
¡°Yo la vot¨¦ y ahora me defraud¨®¡±, comentaba Julio N¨²?ez, militante de la Uni¨®n Ferroviaria y trabajador de una de las l¨ªneas de trenes suburbanos que el Gobierno volvi¨® a estatalizar este a?o tras un accidente que cost¨® la vida a 51 personas. ¡°Yo ve¨ªa un cambio, pero no hay presupuesto para mantener el tren. Estamos igual que en Espa?a. La globalizaci¨®n nos est¨¢ comiendo a todos. Cada vez se puede vestir menos, comer menos, las escuelas se caen a pedazos y los doctores se van de los hospitales p¨²blicos a trabajar en cl¨ªnicas privadas¡±, lamenta N¨²?ez.
Otros muchos de los que protestaban no hab¨ªan votado a Fern¨¢ndez. Es el caso de Moni Bustos, que integra una de las cooperativas que form¨® el Gobierno argentino para que cumplan tareas de mantenimiento callejero. La cooperativa de Bustos est¨¢ identificada con el Partido Obrero, pero ella cuenta que m¨¢s de la mitad de sus miembros votaron a la presidenta en 2011. Los cooperativistas cobran 280 euros por mes. ¡°No le alcanza a nadie para vivir¡±, lamenta Moni, mientras da ¨®rdenes a su gente camino del piquete.
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