Quiero mi dinero
Las tensiones se han disparado: de seguir as¨ª, el presupuesto europeo para 2013 estar¨¢ por debajo del de 2012, lo que resulta inaceptable para un grupo de pa¨ªses, entre ellos Espa?a
?C¨®mo es posible que en plena crisis, cuando todos los Estados est¨¢n recortando sus gastos y someti¨¦ndose a dur¨ªsimas medidas de austeridad, la Comisi¨®n Europea aparezca con una propuesta de presupuesto para el periodo 2014-2020 que aumenta el gasto de la Uni¨®n Europea en nada menos que el 5%? ?No ser¨ªa m¨¢s l¨®gico que, en un contexto de recesi¨®n, la UE tambi¨¦n se apretara el cintur¨®n, especialmente teniendo en cuenta que los recursos que financian la UE vienen de los propios presupuestos de los Estados miembros, v¨ªa contribuciones directas, y de los bolsillos de los ciudadanos, por medio de las contribuciones del IVA? ?No tendr¨ªa m¨¢s sentido congelar o incluso reducir el presupuesto de la UE, que en la actualidad asciende a 943.000 millones de, euros en lugar de subirlo hasta 1,09 billones, como propon¨ªa la Comisi¨®n?
Un razonamiento con el que ser¨ªa tentador alinearse si no fuera porque coincide exactamente con la l¨ªnea argumental que est¨¢ defendiendo el Gobierno de David Cameron, que ha puesto sobre la mesa la exigencia de una congelaci¨®n del presupuesto en t¨¦rminos reales, lo que seg¨²n el Tesoro brit¨¢nico significar¨ªa bajar el techo de gasto hasta 886.000 millones de euros. Una vez m¨¢s, Londres saca a relucir su genio diplom¨¢tico, mostrando ser uno de los pa¨ªses que mejor ha entendido que en la Uni¨®n Europea negociar es argumentar y argumentar negociar.
Reforzando la posici¨®n negociadora de Cameron est¨¢n los ultra-esc¨¦pticos como el alcalde de Londres, Boris Johnson, y el l¨ªder del partido por la independencia del Reino Unido, Nigel Farage, dos pol¨ªticos populistas, de trazo grueso y vuelo rasante cuyas carreras pol¨ªticas parecen estar dedicadas exclusivamente a desmentir ante el mundo que los brit¨¢nicos son unos caballeros educados y pragm¨¢ticos amantes del fair-play. Escuchando a Cameron decir que una de sus cifras favoritas sobre la UE es que el 16% de sus funcionarios ganan m¨¢s de 100.000 euros al a?o, parece que Johnson y Farage ser¨¢n aplacados con alg¨²n sacrificio ritual que afecte a los 55.000 funcionarios de las instituciones europeas, que ver¨¢n sus salarios y beneficios laborales reducidos en consonancia con los recortes que los Estados est¨¢n imponiendo en casa.
As¨ª es la Uni¨®n Europea en la que vivimos: todo el mundo mira por lo suyo y nadie por lo de todos
Pero no son los histrionismos de Johnson y Farage los que deben preocupar a los pa¨ªses de la cohesi¨®n como Polonia, uno de los grandes beneficiarios del presupuesto, o Espa?a, que se arriesga a perder 20.000 millones de euros de un presupuesto que ya era sumamente negativo para Espa?a en raz¨®n de la disminuci¨®n de los pagos agr¨ªcolas, que caen un 13.4%, y en concepto de fondos estructurales y de cohesi¨®n territorial, que disminuyen en un 12.7%. El problema es que Espa?a y otros se enfrentan a una doble penalizaci¨®n: sufrir¨¢n por culpa de unas pol¨ªticas de austeridad exageradas y contraproducentes y, adem¨¢s, por la ausencia de las ¨²nicas medidas de est¨ªmulo que la econom¨ªa europea pod¨ªa esperar, que eran las provenientes de un presupuesto europeo ya de por s¨ª raqu¨ªtico (pues apenas representa el 1% del tama?o total de la econom¨ªa europea).
Agazapados detr¨¢s de los brit¨¢nicos est¨¢n los alemanes, los holandeses, los austriacos y los suecos, que no ven con malos ojos recortar las pol¨ªticas de solidaridad. Berl¨ªn es v¨ªctima desde hace tiempo de esa mal llamada ¡°fatiga del donante¡±. Pag¨® la factura de la ampliaci¨®n mediterr¨¢nea en los a?os ochenta, luego la de su propia unificaci¨®n en los noventa y m¨¢s tarde asumi¨® gran parte del coste de la ampliaci¨®n al Este. Pero cuando pens¨® que el ciclo hab¨ªa terminado se ha encontrado con que vuelve a financiar la rehabilitaci¨®n del Sur v¨ªa las garant¨ªas y avales que hacen viables los paquetes de rescate a Grecia, Portugal y Espa?a (tambi¨¦n a Irlanda).
Disfrazados de ¡°amigos de un mejor gasto¡±, estos pa¨ªses ya han logrado que la presidencia chipriota rebaje la propuesta de la Comisi¨®n en 53.000 millones, a lo que Van Rompuy ha a?adido otro recorte de 27.000 millones para desesperaci¨®n de Espa?a, que ve las ayudas para Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha y Galicia reducirse sustancialmente. No es de extra?ar que las tensiones se hayan disparado: de seguir as¨ª, el presupuesto para 2013 estar¨¢ por debajo del de 2012, lo que resulta inaceptable para un grupo de pa¨ªses, Espa?a entre ellos, que consideraban que lo ¨²ltimo que necesita la econom¨ªa europea es otro recorte, esta vez por arriba, en las cuentas europeas. As¨ª es la Uni¨®n Europea en la que vivimos: todo el mundo mira por lo suyo y nadie por lo de todos.
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