Jupp¨¦ media a la desesperada para evitar el cisma de la derecha francesa
Cop¨¦ y Fillon negociar¨¢n con el ex primer ministro una direcci¨®n colegiada
El psicodrama suicida de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) ha convertido al principal partido de oposici¨®n franc¨¦s en un cad¨¢ver pol¨ªtico y en un pelele global. La igualdad perfecta surgida de las primarias por la jefatura del grupo posgaullista, celebradas el domingo, ha partido en dos mitades irreconciliables a una formaci¨®n que se destripa a ojos vista y a la que Marine Le Pen, que espera los pecios en la orilla, ha rebautizado como la Uni¨®n de Malos Perdedores.
Tras cuatro d¨ªas de caos y acusaciones mutuas de pucherazo entre el centrista Fran?ois Fillon y el populista Jean-Fran?ois Cop¨¦, este jueves subi¨® al ring el ex primer ministro Alain Jupp¨¦ para intentar una mediaci¨®n a la desesperada. Cofundador de la UMP en 2002 con Jacques Chirac, Jupp¨¦ lanz¨® un ultim¨¢tum a las dos partes para evitar ¡°la explosi¨®n del partido¡±. Las dos facciones aceptaron la urgente oferta de mediaci¨®n, que caducaba a las ocho de la tarde, aunque nadie apuesta ya un euro por el futuro de un partido que parece condenado a devorarse a s¨ª mismo.
Con gesto grave y adusto, Jupp¨¦ dio una conferencia de prensa en el Ayuntamiento de Burdeos, ciudad de la que es alcalde, a la misma hora y a no mucha distancia del palacio de Justicia donde declaraba ante los jueces Nicolas Sarkozy, expresidente del partido, el gran ausente y qui¨¦n sabe si tambi¨¦n el gran beneficiario de esta crisis esperp¨¦ntica que, como ha se?alado alg¨²n comentarista, recuerda a la historia de Ca¨ªn y Abel solo que con m¨¢s sangre.
El padre fundador de la UMP no se mordi¨® la lengua. Denunci¨® las ambiciones personales de los dos candidatos en liza, les pidi¨® que aparquen sus deseos de ganar por encima de todo y les record¨® que sus aspiraciones para optar a las presidenciales de 2017 han quedado muy tocadas (abriendo de paso las suyas). Tras la bronca, urgi¨® a los dos papas ungidos por las urnas a obrar un triple milagro: ¡°Recuperar la convivencia¡±, ¡°formar un equipo equilibrado¡± y ¡°lanzar la construcci¨®n de un proyecto pol¨ªtico¡±. Seg¨²n Jupp¨¦, ¡°lo que est¨¢ en disputa no es ya la presidencia, sino la supervivencia de la UMP¡±. ¡°Vamos derechos hacia una explosi¨®n del partido si no se frena ya esta mascarada¡±, a?adi¨®.
Como soluci¨®n de emergencia, el exministro de Exteriores de Sarkozy propuso la creaci¨®n de una direcci¨®n colegiada, presidida por ¨¦l mismo y formada por representantes de los dos candidatos y ¡°personalidades¡± que no hayan tomado partido durante la batalla.
Visiblemente afectado, Jupp¨¦ reconoci¨® que no es optimista sobre la posibilidad de una paz duradera, ¡°dado el grado de exasperaci¨®n que viven los dos campos¡±, y afirm¨® que teme la escisi¨®n del partido posgaullista, ¡°que beneficiar¨ªa al Frente Nacional y al Partido Socialista¡±.
El ex primer ministro trat¨® de mantener el aplomo, pero a ratos no pudo evitar los sarcasmos. ¡°?Cu¨¢l es la situaci¨®n? La comisi¨®n electoral del partido, la COCOE, hoy conocida en los rincones m¨¢s remotos de Francia, acaba de reconocer que los resultados oficiales no est¨¢n completos, lo que es, por decirlo suave, extra?o¡±. Jupp¨¦ daba as¨ª la raz¨®n a Fillon, que el mi¨¦rcoles denunci¨® que la comisi¨®n encargada de recontar los 174.000 votos presuntamente emitidos el domingo por los militantes ¡°olvid¨®¡± sumar los sufragios de tres ex¨®ticas provincias de ultramar (Wallis y Futuna, Nueva Caledonia y Mayotte), cuyo resultado daba la victoria global al candidato centrista sobre su oponente por 26 votos.
Tras amenazar con denunciar a la justicia el pucherazo de Cop¨¦, que como jefe del aparato controla la COCOE, Fillon renunci¨® a presidir el partido en un gesto de buena voluntad. Pero los cope¨ªstas contraatacaron y acusaron a Fillon de ¡°fraude masivo en las urnas¡±¡ Ahora, salvo milagro laico, las campanas de la UMP doblan a muerto.
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