Atrapados en Grecia
La UE se lava las manos del problema migratorio del que Atenas es tan responsable como v¨ªctima
Criticar a Grecia y pontificar sobre las mejores soluciones a su desesperada situaci¨®n se ha convertido en el deporte de moda entre columnistas y economistas de Europa entera. Pocos resisten la tentaci¨®n de recetar sin atisbo de duda lo que la rep¨²blica helena debe hacer con su pol¨ªtica fiscal, sus empresas estatales, sus funcionarios y mil otros aspectos de la gesti¨®n p¨²blica. El desgobierno de la inmigraci¨®n es para ellos un simple ejemplo m¨¢s de mala gesti¨®n griega, demostrada por el enorme contingente de inmigrantes y demandantes de asilo que malviven atrapados en plena crisis. Como pasa con las pol¨ªticas econ¨®micas, a?os de mal Gobierno tienen mucho que ver con los problemas actuales. Pero, tanto en un caso como en el otro, los agudos problemas que Grecia enfrenta actualmente son, sobre todo, el reflejo de un fracaso europeo.
Una epidemia de ataques a inmigrantes ha llamado la atenci¨®n internacional sobre la explosiva situaci¨®n en Grecia. La UE ha avanzado en el control de flujos irregulares hacia su flanco sur mediante el programa Frontex de vigilancia y acuerdos que obligan a pa¨ªses vecinos como Marruecos y T¨²nez a readmitir a los nacionales de terceros pa¨ªses que intentan llegar a Europa a trav¨¦s de su territorio. Pero Turqu¨ªa, el vecino de Grecia, se niega a detener o readmitir a esos aspirantes a la inmigraci¨®n. Grecia ha sellado con una verja su frontera de tierra, pero no consigue evitar constantes arribos a docenas de islas desde la costa turca. As¨ª siguen llegando inmigrantes y demandantes de asilo que huyen de la miseria y la violencia en pa¨ªses como Siria, Irak, Afganist¨¢n o Pakist¨¢n, pero tambi¨¦n los que, cerrado el acceso por Espa?a e Italia, quieren acceder a Europa desde Argelia, Sud¨¢n o Somalia. Mientras Europa se enorgullece de haber contenido el flujo en el Mediterr¨¢neo Occidental, ignorando la triste realidad de los atrapados en Mauritania, Marruecos o Libia, los ministros de Interior de media Europa se horrorizan de ver esas mismas situaciones en Grecia. Lo que les escandaliza, no nos enga?emos, no son las condiciones deplorables en las que viven, sino la presencia de una enorme bolsa de desesperados en el seno de un Estado del ¨¢rea Schengen de libre circulaci¨®n. Por ello redoblan sus esfuerzos por frenar sus intentos de pasar desde Grecia a cualquier otro pa¨ªs de la UE.
As¨ª se encuentra Grecia, en lo m¨¢s profundo de su crisis, pr¨¢cticamente sola ante una problem¨¢tica a la que no supo enfrentarse en a?os. El duro discurso antimigratorio no solo de la derecha extrema, sino del partido Nueva Democracia en el poder, apenas hace distinciones entre las categor¨ªas de ilegales: los leg¨ªtimos demandantes de asilo, los que sue?an con marcharse a otros pa¨ªses de la UE, los que se integraron y trabajaron en Grecia legalmente durante a?os pero perdieron su permiso al perder su empleo, las v¨ªctimas del tr¨¢fico, todos son presentados como una carga insostenible. Muchos griegos entienden la condici¨®n de v¨ªctimas de estas poblaciones, pero la estrategia declarada del Gobierno es ponerles las cosas lo m¨¢s dif¨ªcil posible para disuadir a otros de seguir su ejemplo.
Y as¨ª se suceden situaciones terribles. Barrios enteros del centro de Atenas convertidos en dormitorios al aire libre, espacios sin ley en los que los matones de Amanecer Dorado siembran el terror con barras y cuchillos. Muchachos afganos, a los que sus familias les pagaron con todos sus ahorros un incierto pasaje a Europa, atrapados en las redes de tr¨¢fico de personas o prostituy¨¦ndose por una miseria en parques y plazas. J¨®venes africanos agazapados tras los arbustos del puerto de Patr¨¢s, esperando colarse bajo un cami¨®n en alg¨²n barco rumbo a Italia. Familias sirias reci¨¦n escapadas del horror, dispersas en distintos campos de detenci¨®n en condiciones deplorables.
?Qu¨¦ sencillo resulta culpar a Grecia por este desastre! Sin embargo, si algo nos ense?aron los dos ¨²ltimos a?os de crisis es que los problemas de Grecia son los problemas de Europa. Los ministros europeos de Interior aplauden la campa?a Xenios Zeus del Gobierno de Atenas, basada en constantes redadas que registran a todos los de aspecto extranjero para enviar a la minor¨ªa en situaci¨®n irregular a campos de detenci¨®n. Con un Fondo Europeo de Refugiados mal pagando esos centros y alg¨²n que otro refugio para menores no acompa?ados, la Comisi¨®n Europea da por hecho su papel. Con ello, la UE se lava las manos del problema migratorio del que Grecia es tan responsable como v¨ªctima. Y cientos de miles de personas sufren, en el seno de esa Europa que se quiere palad¨ªn de los derechos humanos, una vida de miseria, miedo y humillaci¨®n.
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