Portugal aprueba su presupuesto m¨¢s restrictivo entre protestas
A partir del 1 de enero el aumento en impuestos que pagar¨¢n los portugueses equivaldr¨¢ en torno a un salario mensual medio
De un lado, los 224 diputados portugueses discutiendo y votando el que ser¨¢ el m¨¢s restrictivo, pol¨¦mico y dif¨ªcil presupuesto de la historia reciente de Portugal; del otro, miles de personas, convocadas por los sindicatos y varias asociaciones civiles, gritando y protestando pac¨ªficamente frente a la sede del Parlamento contra ese mismo presupuesto en un intento desesperado de frenarlo. O, al menos, de hacer o¨ªr su rabia. Al final bastaron los votos de la coalici¨®n conservadora gubernamental PSD CDS-PP, para aprobar el texto. Toda la oposici¨®n (Partido Socialista portugu¨¦s, Partido Comunista Portugu¨¦s, Bloque de Izquierda y Los Verdes) se pronunci¨® en contra.
Mientras, afuera, protestan los sindicalistas, las amas de casa, los desempleados, los estudiantes y los estibadores. Uno de estos manifestantes porta una pancarta con un mensaje simple y contundente: ¡°S¨¢quenme de esta pel¨ªcula¡±. Hay periodistas de la agencia estatal Lusa que temen por su puesto de trabajo y miembros de un movimiento especial de parados surgido al socaire de la crisis, como tantos otros en Portugal. En una esquina, un joven atiende una especie de caseta de cart¨®n en la que pide que se firme contra la, a su juicio, previsible privatizaci¨®n del agua.
Todos est¨¢n convencidos de que el presupuesto que acaba de aprobarse les va a empeorar la vida todav¨ªa un poco m¨¢s. Es cierto. El texto incluye, entre otras medidas, una brutal subida de impuestos calificada por la oposici¨®n como de aut¨¦ntica ¡°bomba fiscal¡±, encaminada a enjugar la deuda a embridar el d¨¦ficit y a seguir las directrices de la troika acreedora. El Gobierno defiende que es un presupuesto condicionado y que su margen de maniobra para elaborar otro es muy escaso, dada la necesidad de ajustar el gasto para cumplir los compromisos asumidos.
Los recortes son muchos y afectan, sobre todo, a las clases medias asalariadas portuguesas, las que ya de por s¨ª cargan con el peso ingente de la recesi¨®n econ¨®mica en un pa¨ªs maltrecho que fue intervenido en abril de 2011 para evitar su bancarrota.
As¨ª, a partir del a?o que viene, se reducen varios tramos del Impuesto de la Renta portugu¨¦s a fin de recaudar m¨¢s y se implanta una sobretasa global del 3,5% para todos que comenzar¨¢ a funcionar en enero. Pagar¨¢n m¨¢s los pensionistas, los que cobran el subsidio de desempleo y los que cobran el subsidio por enfermedad. En general, la subida de impuestos, de tasas y de sobretasas que se va a abatir sobre la ya sufrida poblaci¨®n portuguesa a partir del 1 de enero equivaldr¨¢ a un salario completo. Y los funcionarios y pensionistas, adem¨¢s, seguir¨¢n sin una de las dos pagas extras, retirada ya hace un a?o.
Es decir: el a?o que viene, 2013, ser¨¢ duro. La econom¨ªa caer¨¢ un 1% seg¨²n un Gobierno (un 1,8% seg¨²n la OCDE asegur¨® hoy), el consumo se despe?ar¨¢ un 2,5% y el paro escalar¨¢ hasta el 16,8%. Habr¨¢ recortes, todav¨ªa sin precisar, en Sanidad y en Educaci¨®n. Todo funcionar¨¢ un poco peor, como los transportes p¨²blicos. S¨®lo en 2014 el pa¨ªs comenzar¨¢ a levantarse, seg¨²n asegur¨® hoy el ministro de Finanzas, V¨ªtor Gaspar. Lo malo es que el a?o pasado, Gaspar dijo exactamente lo mismo refiri¨¦ndose a 2013, con lo que la poblaci¨®n (y muchos de los especialistas y economistas) han dejado de creer en sus previsiones.
Mientras desde Europa, de rebote, llega una ayuda no del todo inesperada: las nuevas y mejores condiciones que la Uni¨®n Europea aplicar¨¢ para el cumplimiento de la deuda Grecia podr¨¢n ser aprovechadas por los otros dos pa¨ªses intervenidos financieramente (Portugal y Grecia). As¨ª lo asegur¨® Gaspar en su intervenci¨®n.
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