Una votaci¨®n con muchas consecuencias
El Estado palestino podr¨¢ denunciar a Israel ante la Corte Penal Internacional y solicitar su ingreso como miembro de pleno derecho en varias agencias de la ONU
El reconocimiento de Palestina como Estado observador no miembro de Naciones Unidas supone un ¨¦xito diplom¨¢tico y jur¨ªdico para la Autoridad Palestina (AP), pero tiene tambi¨¦n enormes implicaciones pr¨¢cticas que pueden poner en apuros a Israel y desbaratar el funcionamiento de varias importantes agencias de la ONU.
Entre todas las consecuencias de la votaci¨®n de la Asamblea General la m¨¢s destacada es la posibilidad para la Autoridad Palestina de denunciar ante el Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya los presuntos genocidios, cr¨ªmenes de guerra o contra la humanidad cometidos por autoridades israel¨ªes desde 2002.
Para poder recurrir al CPI, la Autoridad Palestina deber¨¢ primero suscribir el estatuto de Roma ratificado por 121 Estados, entre los que no figuran Israel ni Estados Unidos. Cuando lo haya hecho podr¨¢ pedir al fiscal que abra una investigaci¨®n, una de las tres modalidades previstas para que el tribunal empiece a indagar. Las otras dos v¨ªas no parecen al alcance de Palestina.
Si se confirma que el presidente palestino, Yasir Arafat, fue envenenado, el Estado palestino podr¨¢ solicitar al fiscal del CPI que abra una investigaci¨®n sobre el magnicidio. El cuerpo de Arafat, que muri¨® en 2004, acaba de ser exhumado en Ramala (Cisjordania).
El ¡°traslado, por una potencia ocupante, de parte de su poblaci¨®n civil al territorio que ocupa¡± est¨¢ tambi¨¦n tipificado como crimen de guerra. Israel ha creado asentamientos de poblaci¨®n jud¨ªa en Cisjordania y tambi¨¦n en el sector oriental y ¨¢rabe de Jerusal¨¦n.
Hace ya tres a?os la Autoridad Palestina intent¨® que la fiscal¨ªa del CPI abriese diligencias sobre los presuntos cr¨ªmenes de guerra cometidos por Israel durante su ofensiva militar Plomo fundido en Gaza (2008-2009), pero el fiscal decidi¨® en 2011 que fuesen los ¨®rganos competentes de la ONU los que determinasen si Palestina era un Estado y deb¨ªa de tener en cuenta su solicitud.
Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, ya sonde¨® la posibilidad de pedir el a?o pasado el ingreso de Palestina en la ONU como miembro de pleno derecho, pero esa decisi¨®n requiere la aprobaci¨®n del Consejo de Seguridad donde EE UU estaba dispuesto a vetarla.
De ah¨ª que buscase una v¨ªa alternativa, la de la Asamblea General, donde sab¨ªa de antemano que gozaba de una amplia mayor¨ªa para que la ¡°entidad¡± Palestina, que goza de un mero estatuto de observador desde 1974, se convirtiese en Estado observador no miembro como lo es El Vaticano. La Asamblea no es competente para admitir a un nuevo Estado miembro.
A partir de hoy Palestina seguir¨¢ sin poder votar en la Asamblea General ni presentar candidatos para los cargos de la ONU, pero s¨ª podr¨¢ adherirse a las principales convenciones internacionales e incluso ingresar en agencias de Naciones Unidas como la FAO, en la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, en la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud etc¨¦tera.
Palestina ya ingres¨® el a?o pasado en la UNESCO por lo que EE UU dej¨® de financiar esta instituci¨®n de la ONU. La legislaci¨®n estadounidense proh¨ªbe contribuir al presupuesto de cualquier organizaci¨®n que acepte a Palestina como miembro de pleno derecho por lo que es probable que Washington cancele su aportaci¨®n a otras agencias.
Votar a favor de Palestina en la Asamblea implica, para pa¨ªses como Espa?a, Francia o Italia, que a¨²n no mantienen con ella relaciones diplom¨¢ticas, su pleno reconocimiento bilateral. El siguiente paso deber¨ªa ser aceptar que, por ejemplo, la delegaci¨®n palestina en Madrid se convierta en Embajada y que se reconozcan los pasaportes palestinos que expida.
A la amenaza de EE UU de retirar la financiaci¨®n a varias agencias de la ONU se a?aden otras m¨¢s directas. Washington tiene congelada una ayuda de 154 millones de euros a la Autoridad Palestina y Ottawa otra, de 231 millones, que no tienen la intenci¨®n de desbloquear si se sale con la suya.
El Gobierno canadiense ha advertido incluso, seg¨²n el diario de Toronto The Globe and Mail, que la delegaci¨®n palestina en Ottawa podr¨ªa ser cerrada y su representante, Said Hamad, expulsado.
M¨¢s graves son los avisos formulados por Israel. La Hacienda israel¨ª, que recauda impuestos y aranceles por cuenta de la Autoridad Palestina, podr¨ªa dejar de revert¨ªrselos provocando su bancarrota. La administraci¨®n del presidente Barack Obama teme adem¨¢s, seg¨²n el diario Jerusalem Post, que el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu legalice algunos asentamientos en Cisjordania y ponga en marcha la construcci¨®n de otros en el llamado sector E 1 que imposibilitar¨ªa la creaci¨®n de un Estado Palestino con capital Jerusal¨¦n Este.
Abbas, que ha amenazado con dimitir en m¨²ltiples ocasiones, no parece estar dispuesto a que, despu¨¦s de su ¨¦xito en la ONU, Israel le ponga aun m¨¢s contra las cuerdas. En su ¨²ltima entrevista con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, le dijo, seg¨²n el rotativo israel¨ª Haaretz, que si Netanyahu tomaba represalias le invitar¨ªa a la Mukata, la sede de la Autoridad Palestina, y le dar¨ªa las llaves. Es decir, que disolver¨ªa la Autoridad Palestina colocando a Israel ante un desaf¨ªo m¨¢s serio que el de Gaza.
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