El hasta luego de Ebrard
El alcalde de M¨¦xico abandona este mi¨¦rcoles su cargo con la mira puesta en la presidencia del PRD y en la carrera electoral de 2018 a la jefatura del Estado
Fracasos deportivos y horrendas y recurrentes crisis financieras cimentaron la idea entre los mexicanos de que su pa¨ªs, este pueblo, era el de ¡°ya merito¡±. Las grandes ilusiones se convert¨ªan en bochornosos fracasos justo cuando m¨¢s cerca estaba de alcanzarse alguna gloria. Por mencionar un caso, en 1994 con Carlos Salinas en la presidencia M¨¦xico iba a entrar al primer mundo y pero lo que ocurri¨® fue el alzamiento zapatista, dos magnicidios y un efecto Tequila que dej¨® a millones de mexicanos en la pobreza. A nivel personal, algo parecido ocurre con Marcelo Ebrard, el popular alcalde de la capital mexicana que entrega este mi¨¦rcoles el poder de la ciudad. El a?o pasado, Ebrard (Distrito Federal, 1959) por poco era el candidato de la izquierda a la presidencia en 2012. Pero no fue, y ahora emprende un largo camino que nadie sabe a d¨®nde le llevar¨¢, si ahora s¨ª a la candidatura presidencial de 2018 o a ser un nuevo ejemplo del tan mexicano ¡°ya merito¡±.
Ebrard es un sobreviviente. Alumno aplicado de ese viejo lobo de la pol¨ªtica que es el hoy senador Manuel Camacho Sol¨ªs (que tambi¨¦n gobern¨® esta ciudad, entre 1988 y 1994), el hasta ayer jefe de gobierno capitalino sali¨® del PRI cuando Camacho y los suyos quedaron apestados despu¨¦s del asesinato del candidato presidencial pri¨ªsta Luis Donaldo Colosio (23 de marzo de 1994), a quien Camacho hizo sombra al grado de llegar a confundir a los pri¨ªstas sobre qui¨¦n era ¡°el bueno¡± de Salinas en las presidenciales de aquel convulso a?o.
La traves¨ªa hasta lo que concluy¨® ayer comenz¨® cuando Camacho y Ebrard fundaron en 1995 el Partido del Centro Democr¨¢tico, una ef¨ªmera organizaci¨®n cuya ¨²nica militancia visible eran comerciantes ambulantes. Marcelo, como le llaman con familiaridad los capitalinos, llegar¨ªa a la C¨¢mara de Diputados en 1997 bajo las siglas de otro partido, el cuestionado Verde Ecologista de M¨¦xico, pero se convirti¨® de inmediato en legislador independiente.
En el a?o 2000, sin posibilidad de triunfo alguna, compiti¨® por la jefatura de gobierno. En el camino renunci¨® a favor de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, candidato del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), quien tras ganar le hizo jefe de la polic¨ªa de la capital, donde tuvo un fracaso que por poco le cost¨® la carrera.
En noviembre de 2004 un operativo polic¨ªaco en Tl¨¢huac acab¨® en el linchamiento de dos polic¨ªas federales, como el nombramiento del jefe de la seguridad p¨²blica del Distrito Federal depende de la presidencia de la Rep¨²blica, el entonces mandatario Vicente Fox ces¨® a Ebrard, quien fue investigado por los hechos. L¨®pez Obrador lo rescat¨® y lo puso al frente de la secretar¨ªa de Desarrollo Social de la capital, de donde sali¨® para ser candidato en 2006.
Ya en el poder, Ebrard imprimi¨® un estilo que le granje¨® aplausos y cr¨ªticas por igual. Lanz¨® una estrategia de movilidad que agreg¨® a la ciudad su primer l¨ªnea de Metro, la 12, en m¨¢s de diez a?os, 3 l¨ªneas m¨¢s de Metrob¨²s y un exitoso programa de renta de bicicletas que da servicio en algunos de los barrios m¨¢s populares y populosos de la ciudad. Pero al mismo tiempo, desde?¨® reclamos de ciudadanos y de especialistas y se empe?¨®, incluso pasando por encima de recomendaciones de la Comisi¨®n de Derechos Humanos, en construir segundos pisos de peaje que unos dicen que no solucionar¨¢n en nada el problema de movilidad y otros que de la forma en que fueron hechos, violan ordenamientos del espacio p¨²blico.
En los ¨²ltimos seis a?os, la capital ha sido remozada, parques y calles han recobrado vida que no hab¨ªan tenido en d¨¦cadas. Y, sobre todas las cosas, Ebrard ha tenido ¨¦xito en que los habitantes de la ciudad de M¨¦xico crean que forman parte de una comunidad cuya convivencia y seguridad contrasta con el resto del pa¨ªs, donde hay regiones enteras donde la delincuencia causa terror cotidiano.
El periodo de Ebrard pasar¨¢ adem¨¢s a la historia por dos leyes aprobadas en este sexenio. Con casi nueve millones de habitantes, la capital mexicana es la ¨²nica entidad mexicana donde est¨¢ permitido el aborto hasta la semana 12 de gestaci¨®n, del mismo modo que son plenamente legales los matrimonios de personas del mismo sexo.
Tambi¨¦n ser¨¢ recordado por una tragedia donde un operativo polic¨ªaco en junio de 2008 en la discoteca News Divine dej¨® nueve adolescentes muertos, adem¨¢s de tres polic¨ªas, por aplastamiento. Decenas de j¨®venes m¨¢s fueron detenidos ilegalmente y vejados. Nadie del Gobierno pag¨® con c¨¢rcel por esas tr¨¢gicas decisiones. Ebrard sobrevivi¨® a la crisis despidiendo a su jefe de la polic¨ªa y al fiscal de la ciudad, cargo al que lleg¨® y en esas circunstancias Miguel ?ngel Mancera, quien se volvi¨® un popular fiscal, tanto que lograr¨ªa la candidatura de la izquierda a la alcald¨ªa del DF y una aplastante victoria este a?o.
Resultados y estilo hicieron de Ebrard un claro aspirante a la candidatura de la izquierda en 2012. Pero para ello tendr¨ªa que romper con L¨®pez Obrador, el ex jefe con el que mantuvo un elegante pulso en los ¨²ltimos a?os. Mientras ¨¦ste era visto como un mal perdedor que al haber desquiciado a la capital en el conflicto poselectoral de 2006 hab¨ªa dilapidado su capital tras su pol¨¦mica derrota de aquel a?o, Ebrard parec¨ªa en cambio un ejecutivo moderno, ¡ªsi bien con un comportamiento que algunos han tachado de soberbio¡ª, de una izquierda con argumentos a la hora de dar resultados en el gobierno. Pero cedi¨® en 2011 a L¨®pez Obrador la candidatura y lo dem¨¢s es historia.
Sin cargo p¨²blico a partir de este mi¨¦rcoles, Marcelo, que en los se¨ªsmos es el primero en usar twitter para ir dando orientaci¨®n del estado de la ciudad, cerr¨® con algunos sobresaltos su gesti¨®n, como la violenta protesta del s¨¢bado pasado en la que la polic¨ªa ha sido criticada tanto por haber cometido excesos contra gente que protestaba de manera pac¨ªfica como por omisiones ante hechos vand¨¢licos. A partir de este mi¨¦rcoles, Marcelo comienza una nueva cruzada, que podr¨ªa llevarle a presidir el PRD del cual ya se ha ido L¨®pez Obrador. En los a?os que vienen se ver¨¢ si de nuevo este maestro en relaciones internacionales por El Colegio de M¨¦xico logra reposicionarse o si, apelando a otro dicho deportivo, termina atrapado en aquel adagio mexicano del ¡°jugamos como nunca, perdimos como siempre¡±. O sea, otro ¡°ya merito¡±.
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