El regreso de Diente Roto

Diente Roto, el capo de la mayor banda de crimen organizado a mediados de la d¨¦cada de los noventa en Macao, ha salido de prisi¨®n despu¨¦s de 14 a?os entre rejas y se ha encontrado un mundo muy diferente al que dominaba con bombas y pistolas cuando el territorio era a¨²n colonia portuguesa. La liberaci¨®n de Wan Kuok-koi ¡ªsu nombre real¡ª ha despertado el recuerdo de los a?os de plomo, cuando las triadas se disputaban en Macao el control del mundo del juego a golpe de asesinato, aunque es poco probable que se produzca un regreso a la violencia de entonces. Wan fue condenado por prestamista, blanqueo de dinero y dirigir una banda criminal en noviembre de 1999, un mes antes de que China recuperara el enclave del sur del pa¨ªs tras cuatro siglos en manos de la antigua potencia colonial.

Vestido con una camiseta blanca, Diente Roto sali¨® a pie del penal el pasado 1 de diciembre y se dirigi¨® hacia un autom¨®vil, tambi¨¦n blanco, Lexus ¡ªla marca de lujo del fabricante japon¨¦s Toyota¡ª, en el que hab¨ªan ido a buscarle dos hombres; uno de ellos, su hermano, seg¨²n algunas informaciones. Preguntado si su puesta en libertad iba a afectar a la ley y el orden en Macao, contest¨®: ¡°Indudablemente, no ocurrir¨¢. Nadie est¨¢ causando problemas, as¨ª que ?por qu¨¦ habr¨ªa de haber problemas?¡±, seg¨²n im¨¢genes difundidas por la televisi¨®n de Hong Kong Now TV.

Wan era el jefe de la triada 14K, la mayor organizaci¨®n criminal del Macao de aquellos a?os, donde llev¨® a cabo una lucha brutal contra otras bandas rivales por el dominio de las lucrativas salas de las grandes apuestas en los casinos. Fue detenido en 1998, horas despu¨¦s de que el coche del principal investigador policial de Macao, Antonio Marques Baptista, fuera volado. Baptista escap¨® ileso.

En 1998, cuando Wan fue encarcelado, Macao era portuguesa. Ahora es la ¨²nica zona donde China permite el juego

A pesar de que insisti¨® en que era simplemente ¡°un hombre de negocios¡±, Wan fue encontrado culpable y condenado el a?o siguiente por una serie de delitos, en el que los fiscales llamaron ¡°el juicio a las triadas del siglo¡±. En el proceso, la polic¨ªa dijo que su banda estaba implicada en una cadena de asesinatos, atentados con bombas, disparos desde coches y secuestros, que asolaron el territorio en v¨ªsperas de su devoluci¨®n por Portugal. Fue juzgado junto con otros nueve miembros de organizaciones criminales, acusados de pertenencia a una triada, juego ilegal, extorsi¨®n, tr¨¢fico de drogas, contrabando y posesi¨®n ilegal de armas de fuego. Docenas de personas ¡ª37 de ellas solo en 1999¡ª murieron como consecuencia de la guerra de bandas. Wan asegur¨® en 1998 que su clan ten¨ªa 10.000 miembros, seg¨²n el libro Pol¨ªticas del crimen transfronterizo en China, de Sonny Shiu-Hing Lo.

Diente Roto se gan¨® el apodo cuando, siendo joven, se rompi¨® uno de los incisivos en un choque de autom¨®vil, aunque despu¨¦s se puso una funda. Su liberaci¨®n ha tra¨ªdo a la memoria los d¨ªas m¨¢s oscuros de Macao; pero uno de sus abogados ha asegurado que ahora desea vivir en calma. ¡°Lo ¨²nico que quiere es que la gente le olvide¡±, ha dicho Pedro Leal al diario de Hong Kong South China Morning Post. ¡°A partir de ahora, va a llevar una vida tranquila¡±. Seg¨²n la prensa de la excolonia portuguesa y del vecino Hong Kong, han pedido a hoteles y casinos que est¨¦n en guardia, y responsables tanto del Gobierno de Macao como de Pek¨ªn han advertido a Diente Roto que se comporte.

Una semana antes de que fuera excarcelado, la polic¨ªa detuvo a cinco personas, bajo la sospecha de que pretend¨ªan llevar a cabo un asesinato. Entre ellas est¨¢ Artur Chiang Calder¨®n, un antiguo polic¨ªa, considerado uno de los miembros principales de la triada 14K. Calder¨®n fue arrestado en 1998 a la vez que Wan Kuok-koi y pas¨® diez a?os y medio en prisi¨®n.

Hay quien teme que Diente Roto quiera entrar en el negocio de los junkets, grupos que organizan el transporte de jugadores adinerados ¡ªprincipalmente de China continental¡ª a Macao, les prestan dinero y obtienen jugosos beneficios en el cobro de las deudas. La excolonia portuguesa es el ¨²nico lugar de China en el que el juego es legal, y los grandes apostadores hacen uso de los junkets porque Pek¨ªn limita el dinero que pueden introducir al d¨ªa en Macao.

Diente Roto hac¨ªa y deshac¨ªa a su antojo en sus d¨ªas de gloria. De hecho, encarg¨® una pel¨ªcula, basada en su vida, que fue estrenada en 1998. Para filmar una de las escenas, se bloque¨® uno de los principales puentes de Macao, a pesar de que les hab¨ªan sido negado el permiso, en medio de la ira de las autoridades.

Pero su estrella es de otros tiempos. Wan apenas reconocer¨¢ el Macao actual, y expertos y analistas creen que ha perdido gran parte del poder y la influencia que tuvo debido a la profunda transformaci¨®n que ha sufrido el territorio, que ha pasado, durante su estancia en la c¨¢rcel, de ser un lugar apartado de mala fama y corrupto, castigado por el crimen a plena luz del d¨ªa, a ser la Meca del juego, con la presencia de las mayores compa?¨ªas del sector del mundo. En 2002, Pek¨ªn puso fin al monopolio del juego, que estaba en manos del magnate Stanley Ho, y lo abri¨® a la competencia extranjera, lo que permiti¨® modernizar la industria y desencaden¨® una lluvia de inversiones, que han convertido el territorio semiaut¨®nomo en el mayor casino del mundo.

La facturaci¨®n de la industria del juego en Macao ¡ªen la que trabaja uno de cada cuatro habitantes¡ª ha pasado de 1.900 millones de euros en 2002 a 25.700 millones el a?o pasado. El territorio tiene el mayor casino del mundo, el Venetian Macao de Sheldon Adelson, el magnate de Eurovegas; han surgido complejos residenciales de lujo, centros comerciales y hoteles, y los turistas, que en una ¨¦poca se mantuvieron alejados por la violencia, inundan ahora el territorio de medio mill¨®n de habitantes. Alrededor de 28 millones han llegado este a?o hasta septiembre, la mayor parte de China continental. El PIB (producto interior bruto) per capita se ha multiplicado por m¨¢s de cuatro desde la devoluci¨®n, hasta alcanzar unos 50.600 euros en 2011.

Las guerras de bandas y los tiroteos se calmaron despu¨¦s de que Diente Roto fuera encarcelado. Desde entonces, la regi¨®n ha estado tranquila en general, hasta una serie de incidentes ocurridos este a?o, entre ellos, la paliza al operador de un junket en su casino y el asesinato de dos hombres y el de una mujer, todos de China continental. Los casos no han sido resueltos. Tras los ataques, la polic¨ªa interrog¨® a 1.300 personas y detuvo a 150 en casinos y hoteles. El a?o pasado se produjeron 15 cr¨ªmenes relacionados con las bandas organizadas frente a 81 en 2000.

Los expertos dudan de que se produzca una vuelta a la violencia de los noventa, porque mientras Wan estaba en prisi¨®n la industria de los junkets ¡ªque mueve el 70% de la facturaci¨®n total del juego¡ª se ha remodelado y se ha hecho m¨¢s profesional. Adem¨¢s, Pek¨ªn ha dejado bien claro que quiere estabilidad a toda costa, y est¨¢ impulsando la diversificaci¨®n de Macao desde el juego ¡ªque supone m¨¢s del 40% del PIB¡ª hacia el ocio, el turismo y la celebraci¨®n de congresos. Diente Roto es un hombre del pasado, y aunque las triadas ¡ªincluida 14K¡ª siguen activas los d¨ªas del salvaje Macao son historia.