Los dem¨®cratas se movilizan para un mayor control de las armas
El tirador emple¨® dos pistolas y un rifle que hab¨ªa comprado legalmente su propia madre, a la que tambi¨¦n mat¨®
Coincidiendo con la visita de Barack Obama a Newtown para sumarse a la vigilia por las 27 v¨ªctimas de la matanza de Sandy Hook, varios dirigentes del Partido Dem¨®crata anunciaron este domingo una inmediata iniciativa legislativa para prohibir algunas de las armas de fuego e imponer mayores controles a la venta de otras, una propuesta que, seguramente, encontrar¨¢ fuerte resistencia en el Capitolio, pese a la indignaci¨®n general provocada por el sangriento episodio de la escuela de Connecticut.
Aunque el s¨¢bado, en su habitual mensaje radiado, Obama insisti¨® en que son necesarias ¡°acciones significativas¡± para evitar que un suceso como ese vuelva a repetirse, no anunci¨® medidas concretas en Newtown, donde su presencia tuvo fundamentalmente el objetivo de apoyar emocionalmente a los padres de los 20 ni?os asesinados y a los familiares de las seis profesoras que murieron, heroicamente, defendiendo la vida de sus alumnos.
Destacados miembros de su partido, sin embargo, anticiparon que la limitaci¨®n legal de la venta de armas ser¨¢ una prioridad en la legislatura que comienza en enero. La senadora Dianne Feinstein, quien en 1994 introdujo la ley que prohibi¨® durante una d¨¦cada los fusiles de asalto, dijo ayer que en el primer d¨ªa del pr¨®ximo Congreso presentar¨¢ una propuesta en el Senado para volver a prohibir de forma completa y definitiva ese tipo de armamento de uso militar. Un fusil semiautom¨¢tico de asalto fue, precisamente, el arma que Adam Lanza us¨® en Sandy Hook para acabar con la vida de la mayor parte de sus v¨ªctimas, todas ellas con varios tiros en el cuerpo, seg¨²n el informe del forense. Solo un arma de esas caracter¨ªsticas permite una matanza de la amplitud y la eficacia de la ocurrida en la escuela.
La propuesta de Feinstein ha sido respaldada por otro influyente senador dem¨®crata, Charles Schumer. ¡°Quiz¨¢ esta espantosa tragedia ayude a que nos unamos para impedir que vuelva a producirse un horror semejante¡±, declar¨®.
Un congresista dem¨®crata del estado en el que ocurri¨® la matanza, John Larson, junto a un grupo de colegas en la C¨¢mara de Representantes, est¨¢ promoviendo que la prohibici¨®n de los fusiles de asalto vaya acompa?ada de otras medidas, como la obligaci¨®n de comprobar los antecedentes de cada comprador de armas en cualquier punto del pa¨ªs y la retirada del mercado de los cargadores que son capaces de incorporar hasta 20, 30 o 40 balas. Es obvio que si Adam Lanza hubiera tenido que recargar sus armas, le hubiera sido algo m¨¢s dif¨ªcil completar su siniestro plan.
En otros frentes, el grupo de alcaldes contra las armas de fuego, que capitanea el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se ha movilizado para presionar al Congreso y la Casa Blanca a tomar medidas firmes. Bloomberg ha pedido al presidente que env¨ªe ya al Capitolio una propuesta en ese sentido. El alcalde de Filadelfia, una de las ciudades m¨¢s azotadas por la violencia, urgi¨® a actuar de inmediato. ¡°No necesitamos m¨¢s discursos, necesitamos acci¨®n¡±, dijo.
Esta reacci¨®n de los pol¨ªticos ha generado cierto optimismo entre las organizaciones civiles que propugnan la abolici¨®n de las armas. ¡°Sinceramente, creemos que esta vez es diferente, que esto puede permitir un cambio¡±, ha manifestado Dan Gross, presidente de la Campa?a Brady, el principal grupo contras las armas.
Ese optimismo puede encontrarse pronto, sin embargo, con la realidad de que el cambio no va a ser nada sencillo. Despu¨¦s del tiroteo de 2011 en Tucson (Arizona) en el que result¨® gravemente herida la congresista Gabrielle Giffords, el Departamento de Justicia prepar¨® una serie de medidas para el control de armas de fuego que, como informa este domingo The New York Times, fueron posteriormente arrumbadas en un caj¨®n por conveniencias electorales.
Es posible que Obama, que ya no tendr¨¢ que someterse a elecciones nuevamente, act¨²e ahora con m¨¢s decisi¨®n. Pero, a¨²n as¨ª, los obst¨¢culos que hab¨ªa hace un a?o siguen existiendo hoy o han crecido. Un d¨ªa antes de la matanza de Newtown, el estado de Michigan aprob¨® una ley que permit¨ªa introducir armas en las escuelas. Aberraciones semejantes se han repetido en los ¨²ltimos meses por todo el pa¨ªs.
La Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA), que promueve la mayor parte de esas medidas para extender el uso de las armas, no se ha pronunciado a¨²n tras la ¨²ltima matanza. Tampoco lo ha hecho el Partido Republicano. Pero es evidente que se van a resistir a las limitaciones. Tambi¨¦n en el Partido Dem¨®crata habr¨¢ resistencia. Entre ellas, probablemente, una tan destacada como la del senador Harry Reid, que lidera el grupo dem¨®crata en el Senado y ha reconocido en el pasado su apoyo a la NRA.
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