La tragedia venezolana que no se nombra
La acuciante violencia en el pa¨ªs sudamericano no ha pasado factura al Gobierno de Ch¨¢vez
El due?o de la panader¨ªa que hay frente al hotel lleva una semana secuestrado. El viernes, los empleados de seguridad impidieron el atraco de dos personas en moto a tres chavales que estaban sentados a unos cincuenta metros del hotel. Y estamos en Palos Grandes, una de las zonas m¨¢s seguras de Caracas.
En la puerta de muchos restaurantes venezolanos se ve un letrero que dice: ¡°Espacio libre de humo¡± junto a otro que advierte: ¡°Espacio libre de armas¡±. Consciente de la violencia que reina en las calles, el Gobierno emprendi¨® en 2011 una campa?a por el desarme. Casi todo el mundo en Caracas conoce a alguien que fue atracado o sufri¨® un secuestro expr¨¦s, de los que suelen durar varias horas. En los ¨²ltimos a?os han surgido bandas con armas m¨¢s potentes que las de la polic¨ªa y capacidad para ejecutar varios secuestros en una misma noche. La clase media se ha familiarizado con el argot de los blindajes de auto y sabe que uno de protecci¨®n mediana cuesta alrededor de 15.000 euros.
¡°Hace 20 a?os era muy extra?o el blindaje. Hoy en d¨ªa tienes que esperar seis o siete meses si pretendes blindar tu carro. Ha aumentado tambi¨¦n la contrataci¨®n de guardaespaldas, aunque sea para una noche de fiesta. Y el que no puede permit¨ªrselo, electrifica los muros de su casa. Todo esto nos revela que hay un proceso de privatizaci¨®n de la seguridad en un pa¨ªs gobernado por pol¨ªticos que se dicen socialistas¡±, explica el soci¨®logo Roberto Brice?o Le¨®n, director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, entidad en la que participan siete universidades y que publica cada a?o las cifras extraoficiales de homicidios.
Brice?o estudia la violencia desde 1994, cinco a?os antes de que Ch¨¢vez llegara al poder. ¡°La tasa de homicidios era entonces de 20 por cada 100.000 habitantes. Y ya est¨¢bamos preocupados. En 1998 se registraron 4.500 muertes violentas. En 2000 casi llegaron al doble. En 2003, cuando Ch¨¢vez cumpli¨® cuatro a?os en el poder, los homicidios ascendieron hasta los 11.300, la tasa se hab¨ªa triplicado. Entonces, en 2004, el Gobierno prohibi¨® la difusi¨®n de las cifras. Y creamos el Observatorio. Nuestro informe de diciembre se?ala que el a?o pasado se produjeron 21.692 homicidios. O sea: 73 por cada 100.000 habitantes. Eso es el doble que la tasa de Colombia (34), tres veces la de M¨¦xico (23) o Brasil (24) y muy superior a la de Argentina (8), Chile (4) o Espa?a (1). El Gobierno no reconoce nuestras cifras y solo asume una tasa de 50 homicidios, para ya es bastante m¨¢s alta que la de Colombia¡±.
?Por qu¨¦ un problema que afecta de forma tan acuciante nunca le pas¨® factura al Gobierno? ¡°Porque Ch¨¢vez fue muy h¨¢bil a la hora desviar la atenci¨®n¡±, explica Brice?o. ¡°Nunca se menciona el tema en los canales de radio y televisi¨®n oficiales. Y en las raras ocasiones en que Ch¨¢vez aludi¨® al problema dijo que ya viene de lejos. Y es cierto que antes de que ¨¦l llegara al poder la tasa era alta, de 22 homicidios por 100.000 habitantes. Pero durante su gesti¨®n no s¨®lo aumentaron las muertes violentas sino que se extendieron por el resto del pa¨ªs. En los Estados con menos homicidios, como M¨¦rida, la tasa es mayor que la de Colombia¡±.
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