Fr¨ªa acogida del Congreso al plan de armas de Obama
La C¨¢mara de Representantes en manos republicanas avanza una larga batalla y dura negociaci¨®n para evitar que se apruebe el plan del presidente
El plan de 500 millones de valor econ¨®mico propuesto por Barack Obama para luchar contra la violencia de las armas tras la matanza de Connecticut supone el mayor esfuerzo legislativo emprendido por una Administraci¨®n en cerca de dos d¨¦cadas ¨Cla ¨²ltima ley al respecto data de 1994 y est¨¢ caducada-. Por supuesto, la lucha del Congreso para evitarlo va a estar a la altura de la empresa emprendida por el presidente.
El futuro que le espera en el Capitolio al paquete de propuestas de Obama es incierto debido a que la C¨¢mara est¨¢ en manos de republicanos que ya han adelantado su f¨¦rrea oposici¨®n. A la vez, los aliados del presidente en el Senado ¨Cde mayor¨ªa dem¨®crata- no claman por una acci¨®n inmediata y han contestado con frialdad y vaguedades a la petici¨®n de Obama de que ¡°el Congreso debe de actuar pronto¡±. "Revisar¨¦ de cerca todas las propuestas presentadas, pero debemos utilizar el sentido com¨²n y respetar nuestra Constituci¨®n", declar¨®, por ejemplo, el senador dem¨®crata por Montana Jon Tester, citado por la agencia Associated Press.
La Constituci¨®n es lo que ha blandido el senador af¨ªn al Tea Party Rand Paul para anular las medidas de Obama por considerar que la acci¨®n presidencial supone una ruptura del principio de separaci¨®n de poderes entre el ejecutivo y el legislativo. ¡°Nuestros padres fundadores deseaban que tuvieramos separaci¨®n de poderes¡±, dijo Paul durante una comparecencia en un programa de la cadena FOX. ¡°Lo que no quer¨ªan es que el presidente se convirtiera en un Rey¡±. ¡°Con esta propuesta de ley [redactada por Paul] anularemos cualquier cosas que pretenda hacer el presidente para maltartar nuestra Constituci¨®n¡±.
La propuesta de ley del senador por Kentucky pretende anular las ¨®rdenes ejecutivas firmadas por Obama, denegar cualquier tipo de ayuda federal para la puesta en pr¨¢ctica de la norma y permitir a los miembros del Congreso y funcionarios de la Administraci¨®n denunciar la normativa ante los juzgados.
Tambi¨¦n dentro de las filas republicanas m¨¢s reaccionarias, el senador por Florida Marco Rubio declar¨® el mi¨¦rcoles que el presidente Obama no tiene el ¡°coraje pol¨ªtico¡± de ¡°admitir¡± que lo que en realidad sucede es que est¨¢ en contra de la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n, la que garantiza el derecho de los ciudadanos de EEUU a poseer y portar armas de fuego. ¡°Tengo mis dudas de que ¨¦l [Obama] est¨¦ de verdad comprometido con la Segunda Enmienda tal y como yo la entiendo y como la mayor¨ªa de los norteamericanos la entienden. Creo que no tiene agallas para admitir que no¡±, precis¨® Rubio.
Obama ha recurrido a pasar por encima del poder legislativo en algunas ocasiones desde que en 2010 los republicanos tomaran el control de la C¨¢mara de Representantes. Desde entonces, el presidente ha firmado ¨®rdenes ejecutivas, directivas pol¨ªticas, exenciones, declaraciones formales y otros tipos de medidas administrativas para eludir al Congreso y actuar sobre temas pol¨¦micos como la inmigraci¨®n, la seguridad social, la reforma educativa y, en esta ocasi¨®n, la violencia por las armas de fuego.
A pesar de que Obama no emitiera una orden ejecutiva sino un memorando presidencial que revocaba una prohibici¨®n del Congreso que prohib¨ªa la investigaci¨®n federal sobre la causa de la violencia con armas de fuego, sus m¨¢s ac¨¦rrimos cr¨ªticos le acusaban ya de sobrepasarse en sus poderes presidenciales. Los analistas pol¨ªticos apuntan, sin embargo, que los presidentes, desde el primero de ellos, George Washington, han usado las mismas facultades, sobre todo ante Congresos divididos.
Obama ha recurrido 147 veces a ¨®rdenes ejecutivas durante su primer mandato. Un ritmo similar tuvo George W. Bush en sus dos Administraciones. Bill Clinton promulg¨® 308 en dos legislaturas.
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