El pa¨ªs m¨¢s pobre de la UE se harta
Las cuentas en Bulgaria cumplen la disciplina fiscal, pero los ciudadanos no llegan a fin de mes
A la salida del trabajo en la Biblioteca Nacional, Veneta, de 56 a?os, se dirige a su otro empleo. Esta mujer grande y alta, de manos gruesas y trenza canosa, es limpiadora, y est¨¢ convencida de que lo seguir¨¢ siendo mientras tenga fuerzas, porque para muchos ciudadanos jubilarse aqu¨ª, en el pa¨ªs m¨¢s pobre de la Uni¨®n Europea, no es m¨¢s que pasar a cobrar un exiguo fijo del Estado ¨Cla retribuci¨®n m¨ªnima es de 75 euros- y buscarse empleos por horas en negro. "?Claro que no me voy a poder retirar!", exclama. "Con mi sueldo de 240 euros, tengo que ir a otras escaleras dos veces por semana para conseguir 50 m¨¢s y vivir con lo justo. Con esto mantengo tambi¨¦n a mi marido en paro y a mi nieto de 13 a?os, que vive con nosotros desde que muri¨® mi hija", explica. Su yerno tambi¨¦n est¨¢ desempleado. Con esas horas extra, Veneta no llega al sueldo medio de Bulgaria, en torno a los 350 euros.
Una oleada de hartazgo ha sacado a la calle desde hace dos semanas a miles de personas en varias ciudades del pa¨ªs balc¨¢nico, y no es habitual que haya manifestaciones en Bulgaria. En el centro de Sof¨ªa, plagado de bancos y ministerios cerca de las hermosas c¨²pulas doradas y verdes de las iglesias ortodoxas, se concentran muchos de los que ya no pueden m¨¢s. De los que piden un cambio de modelo pol¨ªtico que permita que los ciudadanos tengan poder directo sobre los representantes y que se ataje la corrupci¨®n. El Gobierno del populista de derechas Boiko Borikov, conocido como Batman, ha dimitido en bloque por la presi¨®n de las protestas, que estallaron por la subida del precio de la luz y no se han detenido. Para hoy se espera una manifestaci¨®n en todo el pa¨ªs, que en unos d¨ªas tendr¨¢ un Gobierno t¨¦cnico hasta las nuevas elecciones, adelantadas a abril en vez de ser en julio como estaba previsto. Contin¨²an las protestas porque la mayor¨ªa cree que la ca¨ªda del Gobierno es solo un par¨¦ntesis hasta que vuelva al poder el antiguo guardaespaldas y karateca Borisov o los socialistas. Y ni de unos ni de otros esperan nada.
Dice la agencia estad¨ªstica de la UE, Eurostat, que el 49% de los b¨²lgaros est¨¢n en riesgo de pobreza. Pero la frontera entre la posibilidad de la miseria y la miseria misma es muy difusa en Bulgaria. La pobreza es que una subida en la factura de la luz se coma la mitad de la renta familiar, o m¨¢s, en algunos casos. La pobreza es que Veneta haya quitado los radiadores, no pague la calefacci¨®n central desde hace a?os y que la mayor¨ªa de sus vecinos, comenta, no le digan nada porque est¨¢n igual. Que ya no recuerde cu¨¢ndo fue a un restaurante por ¨²ltima vez o que ya no invite a comer a sus amigos a casa porque ser¨ªa muy caro. Que ir al cine, que cuesta 4,5 euros o 6 si es una pel¨ªcula de estreno, sea casi un lujo para muchos.
Pese a todo, en Bulgaria no hay crisis, dicen los economistas. Con una deuda externa del 16%, un d¨¦ficit inferior al 2% y un crecimiento ¨Can¨¦mico para este tipo de econom¨ªa- del 0,5% del PIB, las cuentas del pa¨ªs cumplen f¨¦rreamente la disciplina fiscal. Aqu¨ª no ha habido recortes, pero s¨ª una pol¨ªtica de austeridad que ha estrujado al sector p¨²blico. En la pr¨¢ctica los salarios de los funcionarios y las pensiones est¨¢n congelados, no suben al mismo ritmo que los precios. El problema ahora es que "el desempleo crece muy r¨¢pidamente", explica el experto en Finanzas Emil Harsev, de la Universidad de Econom¨ªa Nacional y Mundial de Sof¨ªa. Est¨¢ en un 12,5%. A esto se suma "la bajada brusca de las inversiones extranjeras, que se han reducido en cinco veces desde 2009, y de las que Bulgaria depende en gran medida", explica. Dimitar Bechev, director del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR), "Ha ca¨ªdo la demanda por parte de la Eurozona de nuestras exportaciones, el clima empresarial empeora debido al descenso del poder adquisitivo y no se conceden cr¨¦ditos con facilidad", argumenta. A esto se suma el hecho de que las "inversiones p¨²blicas corren a cargo de los fondos europeos". Sin ellos, habr¨ªa recesi¨®n.
En el centro de Sof¨ªa abundan peque?as tiendas de ropa de marcas perfectamente ignotas. Una chica que curiosea por la zona explica que lo que vale m¨¢s de 30 euros es "solo para ocasiones especiales". Tambi¨¦n han brotado muchas de segunda mano, pero no con una intenci¨®n retro, sino para vender ropa como la de cualquier mercadillo, solo que a dos euros y usada. Por eso la calle m¨¢s comercial de la capital b¨²lgara, el bulevar Vitosha, parece un injerto globalizado con su Zara, su Mango y su Adidas.
Lora y Sof¨ªa, de 19 y 20 a?os, comen en el bar de la de la decimon¨®nica Universidad de la capital b¨²lgara. Las dos quieren emigrar en cuanto acaben los estudios de Filolog¨ªa inglesa o antes. La primera quiere marcharse a Alemania. La segunda, a Inglaterra, donde hay "m¨¢s posibilidades de trabajar, aunque tuviera que aprender otra profesi¨®n". Alrededor de un mill¨®n de los 7,3 millones de b¨²lgaros han emigrado. Es el camino que planea tomar Tania Hadieva, de 28 a?os. Esta empleada de una peque?a tienda de chocolatinas, caf¨¦s y golosinas a tiempo parcial es adem¨¢s empresaria. Se quiere ir a Canad¨¢. Licenciada en Econom¨ªa, tiene claro que "no hay mucho futuro en Bulgaria. Tantos esfuerzos no valen la pena para lo que se logra", asegura. Los que se quedan, sin embargo, los que ahora protestan y los que hacen lo que pueden para vivir, todav¨ªa creen que algo puede cambiar. O eso intentan.
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