Benedicto XVI asegura que se dedicar¨¢ a ¡°la oraci¨®n¡± en su ¨²ltimo ?ngelus

Benedicto XVI se asom¨® este domingo por ¨²ltima vez a la plaza de San Pedro para rezar el ?ngelus. Unas 200.000 personas escucharon a Joseph Ratzinger aclarar que su renuncia al papado no supone un adi¨®s, sino otra forma de estar en la Iglesia. "Si Dios me pide esto", ha dicho, "es porque yo podr¨¦ continuar sirviendo con las mismas condiciones y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de un modo m¨¢s adecuado a mi edad y a mis fuerzas".

El todav¨ªa Papa ¡ªsu renuncia efectiva se producir¨¢ el pr¨®ximo jueves a las ocho de la tarde¡ªaprovech¨® la ocasi¨®n para resaltar el valor de la meditaci¨®n: "La oraci¨®n no es aislarse del mundo y sus contradicciones, como en el Monte Tabor hubiera querido hacer Pedro, pues la oraci¨®n reconduce al camino, a la acci¨®n". El pasado d¨ªa 14, en el transcurso de un encuentro con los curas de Roma, Joseph Ratzinger les dijo: "Estar¨¦ siempre con vosotros, pero permanecer¨¦ escondido para el mundo".

Es una cuesti¨®n ¡ªla del papel que jugar¨¢ Ratzinger tras su renuncia¡ª que preocupa en el Vaticano, sobre todo despu¨¦s del contenido que el todav¨ªa Papa ha querido imprimir a sus ¨²ltimos discursos y a sus ¨²ltimas decisiones, especialmente en relaci¨®n con el esc¨¢ndalo Vatileaks y con las finanzas vaticanas. La sombra de Benedicto XVI va a planear sobre su sucesor, quien quiera que sea, no tanto porque Joseph Ratzinger ¡ªun hombre en extremo cuidadoso¡ª vaya a querer interferir, sino porque su legado es claro: para conectar con el mundo actual, la Iglesia tiene que purificarse a s¨ª misma, resolver el viejo y espinoso asunto de la pederastia y aclarar sus finanzas. Se espera que en las pr¨®ximas horas, el Papa ¡ªque el viernes por la tarde concluy¨® sus ejercicios espirituales¡ª dicte un Motu proprio, un documento papal, para adelantar el c¨®nclave.