La muerte de un preso palestino en Israel desata disturbios en Cisjordania
Las milicias de las Brigadas de Al Aqsa, ala militar de Fatah, prometen venganza
Las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa, el brazo armado de Fatah, han prometido vengar la muerte de Arafat Jaradat, un palestino de 30 a?os que muri¨® recientemente bajo custodia tras ser detenido por el Ej¨¦rcito de Israel, en el funeral celebrado en la localidad de Sair, en la que viv¨ªa junto a su mujer y a sus dos hijos. Las condiciones de detenci¨®n de los m¨¢s de 4.800 palestinos que se encuentran en las c¨¢rceles de Israel se han convertido en el detonante de una serie de protestas y disturbios que han recorrido Cisjordania en los pasados d¨ªas.
Mientras acompa?aban al cuerpo de Jaradat hasta un sal¨®n de bodas, que sirvi¨® de tanatorio, situado junto a la gasolinera en que trabajaba, varios milicianos, con las caras cubiertas, dispararon r¨¢fagas al aire con sus rifles. Los meg¨¢fonos desped¨ªan a Jaradat como a un m¨¢rtir. A las calles llegaron unas octavillas en las que se le¨ªa: ¡°Este horrible crimen no quedar¨¢ impune y le prometemos a la ocupaci¨®n sionista una respuesta¡±. Banderas palestinas y de Fatah, que gobierna Cisjordania, acompa?aban al fallecido en diversos veh¨ªculos. M¨¢s de 8.000 personas acudieron al sepelio.
La Autoridad Palestina ha acusado a Israel de haber torturado a Jaradat. El domingo, el ministro de Detenidos palestino, Issa Qaraqaa, dijo en conferencia de prensa que ¡°las pruebas corroboran que el se?or Jaradat falleci¨® a causa de torturas, algo corroborado por el hecho de que la autopsia demostr¨® que su coraz¨®n estaba sano¡±. El Gobierno de Israel, por su parte, dijo que no se encontr¨® en el cuerpo ¡°traumatismos externos¡±, lo que para ¨¦l confirma que la muerte fue natural. Jaradat presentaba dos hemorragias internas y dos costillas rotas, atribuidas a la reanimaci¨®n del equipo m¨¦dico.
El Ej¨¦rcito de Israel se halla en estado de alerta en el sur de Cisjordania, por los reiterados disturbios que se han registrado en los pasados d¨ªas, que han provocado decenas de heridos. Esta ma?ana, los soldados cortaron la principal carretera que une Jerusal¨¦n con Hebr¨®n, en cuyas inmediaciones se halla el pueblo donde viv¨ªa y fue enterrado Jaradat. Las razones que adujeron eran que los palestinos hab¨ªan cortado partes de la v¨ªa con neum¨¢ticos ardiendo. El entierro se celebr¨® en Zona A, que est¨¢ bajo el total control civil y militar de la Autoridad Palestina.
Ayer varios asistentes al sepelio, hombres j¨®venes, advert¨ªan del posible estallido de una tercera intifada. ¡°Si es necesario luchar¨¦ contra los israel¨ªes que mataron a uno de los m¨ªos¡±, asegur¨® Namur Aranuen, de 17 a?os, que dijo que era vecino y amigo de Jaradat. ¡°?Qu¨¦ deber¨ªa hacer? ?Quedarme quieto? Debemos hacer algo¡±. Los palestinos se han enfrentado con piedras a los soldados. Estos han respondido con gas lacrim¨®geno y granadas de aturdimiento. Las r¨¢fagas lanzadas con rifles ayer en Sair fueron una advertencia a Israel de que la situaci¨®n puede quedar fuera de control.
En el Gobierno de Israel preocupa que Fatah no pueda controlar los disturbios, y que Palestina est¨¦ en llamas justo a menos de un mes de una visita a Jerusal¨¦n y Ramala del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu envi¨® el domingo a la Autoridad Palestina por v¨ªas oficiales un mensaje en el que le pidi¨® que sus cuerpos de seguridad desperdiguen a las turbas y controlen la violencia. Mahmud Abbas, presidente palestino, ha dicho este lunes en un discurso en Ramala que el caso de la muerte de Jaradat ¡°no se puede tratar a la ligera¡±.
¡°Estas son protestas por los derechos de todos los prisioneros. Hay miles de personas en prisi¨®n. La gente cree que fue torturado y que se tortura a otros detenidos. Se ve el enfado en la calle¡±, dijo en el entierro Shawan Jabarin, de 51 a?os, director general del centro de derechos humanos palestino Al Haq. ¡°Se ve un ambiente propicio para una tercera intifada. Se ve todo sobre el terreno: los asentamientos [de jud¨ªos en Palestina], las restricciones al movimiento, los prisioneros, el bloqueo del proceso de paz. Todas estas cosas son un ambiente propicio para una intifada¡±.
El domingo, miles de presos y detenidos palestinos tomaron parte en una huelga de hambre de un d¨ªa, en protesta por la muerte de Jaradat y en solidaridad con los cuatro reos Samer Issawi, Ayman Sharawneh, Jafar Azzidine y Tareq Qaadan, que llevan semanas sin comer. La huelga de hambre de Issawi ya dura m¨¢s de 200 d¨ªas. Fue detenido en 2004, condenado a 25 a?os por disparar a coches israel¨ªes y liberado junto a otros 1.026 presos en intercambio por el soldado israel¨ª Gilad Shalit.
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