Euforia brit¨¢nica en las Malvinas
Un 98,8% de los ciudadanos de las islas votan a favor de seguir siendo Gran Breta?a
En las Islas Malvinas reina el pensamiento ¨²nico. El refer¨¦ndum celebrado el domingo y el lunes sobre la continuidad del v¨ªnculo que une las islas a Gran Breta?a desde 1833, y el rechazo impl¨ªcito al reclamo argentino de soberan¨ªa sobre las Malvinas, dio esta noche un resultado abrumador. El 98,8 por ciento de los malvinenses quieren seguir siendo brit¨¢nicos.
La pregunta fue: ¡°?Desea usted que las Islas Falklands [el nombre en versi¨®n inglesa de las Malvinas] retengan su actual estatus pol¨ªtico como territorio de ultramar del Reino Unido?¡±. La respuesta de 1.513 de los 1.517 personas que votaron fue que s¨ª; tres votaron ¡°no¡±, y un voto fue impugnado. Que el ¡°s¨ª¡± ganar¨ªa, y que lo har¨ªa por un amplio margen, nunca estuvo en duda. Pero que solo tres de 1.517 votaran en contra, aunque la presunci¨®n general es que el tr¨ªo solitario se expresaba a favor de la independencia y no de la soberan¨ªa argentina, caus¨® sorpresa y alegr¨ªa en el sal¨®n municipal donde se anunci¨® el resultado del refer¨¦ndum y donde estaban congregadas las figuras pol¨ªticas m¨¢s relevantes de las islas junto a unos 60 periodistas extranjeros.
En las calles de Stanley, de 2.200 habitantes (m¨¢s de tres cuartos de la poblaci¨®n total de las islas), estall¨® la euforia. La mitad de la peque?a ciudad se hab¨ªa reunido en una plaza verde frente al mar y el ambiente festivo record¨® m¨¢s al de una victoria en un Mundial de f¨²tbol que el de un triunfo electoral. La idiosincrasia de este voto fue que todos, o pr¨¢cticamente todos, ganaron. Gritos de j¨²bilo, de auto felicitaci¨®n colectiva, llenaron el g¨¦lido aire nocturno al o¨ªrse el resultado del voto y cuando, inmediatamente despu¨¦s, son¨® por un altavoz la canci¨®n We are the champions, del grupo brit¨¢nico Queen, todos cantaron en un¨ªsono, ondeando banderas brit¨¢nicas al comp¨¢s de la m¨²sica.
El gran perdedor, o as¨ª lo interpretaron los malvinenses, fue el gobierno argentino. Nada m¨¢s concluida la canci¨®n un se?or se subi¨® al podio, cogi¨® un micr¨®fono y se dirigi¨®, en tono despectivo, a la presidenta de Argentina. ¡°!Se?ora Kirchner! ?Nos escucha? ?Esta noche usted ha o¨ªdo la voz de la gente de las Falklands!¡± Aplausos, gritos y abucheos a la presidenta. ¡°!Cristina!¡± prosigui¨® el portavoz popular, ¡°Usted dice que nosotros somos gente ¡®implantada¡¯. Pues no. Llevamos generaciones aqu¨ª. Nuestras familias llegaron en los 1830¡¯s, 1850¡¯s. ?No somos implantados!¡±
Se refer¨ªa el locutor, y el p¨²blico lo sab¨ªa muy bien, a la posici¨®n oficial argentina que mantiene que el refer¨¦ndum ha sido ¡°ileg¨ªtimo¡± e ¡°irrelevante¡± porque los habitantes de las Malvinas no representan un pueblo aut¨®ctono, sino una ¡°poblaci¨®n implantada.¡±
Jan Cheek, miembro de la asamblea legislativa ¨C o parlamento -- de las Malvinas, reaccion¨® a la noticia del resultado en el sal¨®n municipal de Stanley ¡°encantada¡±, dijo. Preguntada qu¨¦ opini¨®n ten¨ªa de aquellos que dicen que gente como ella no pertenecen aut¨¦nticamente a la tierra donde residen, respondi¨®: ¡°Yo tengo 65 a?os, nac¨ª y me cri¨¦ aqu¨ª. Soy una isle?a de sexta generaci¨®n. Mis nietos son de octava generaci¨®n. El canciller argentino, H¨¦ctor Timmerman, solo es de segunda generaci¨®n en su pa¨ªs. La Se?ora Kirchner entiendo que es sde egunda o tercera generaci¨®n. ?Qui¨¦nes son ellos para hablar de ¡®implantados¡¯ en el continente americano?¡±
La se?ora Cheek, que pertenece a un ejecutivo de tres legisladores electos que ejerce el autogobierno sobre las islas, explic¨® que el objetivo del refer¨¦ndum, apliamente cumplido, hab¨ªa sido enviar un mensaje al mundo, ya que hasta ahora ¡°todo hab¨ªa sido propaganda argentina¡±. ¡°Queremos que otros pa¨ªses democr¨¢ticos reconozcan nuestra voz y respeten nuestros deseos.¡±
Estar¨¢ por ver el impacto el que refer¨¦ndum tendr¨¢ en el ¨¢mbito internacional pero est¨¢ claro que aquellos a favor de mantener la soberan¨ªa brit¨¢nica sobre las islas han recibido una ¨²til arma diplom¨¢tica y que, al menos en el corto plazo, el resultado extraordinariamente contundente del refer¨¦ndum representa un golpe al gobierno argentino.
Tampoco podr¨¢ argumentar el gobierno argentino que hubo fraude y manipulaci¨®n en el voto. Lo normal cuando uno ve un resultado electoral que da el 98,8 por ciento al r¨¦gimen en el poder es suponer que se trata de una dictadura burda, tirana y bananera. Pero en esta caso un grupo de observadores electorales internacionales e independientes, procedentes la mayor parte de ellos de las Am¨¦ricas, declararon nada m¨¢s conocerse el resultado que el proceso hab¨ªa sido ¡°libre y transparente¡±.
M¨¢s que una elecci¨®n en la que se representan diversos puntos de vista, fue en realidad un ejercicio de propaganda probrit¨¢nica y anti argentina. Pero se bas¨® en una ahora innegable verdad. Fue una fiel expresi¨®n de los deseos de los habitantes de las Islas Malvinas. Y no solo ellos estaban celebrando. De manera m¨¢s discreta, y a 12.000 kil¨®metros de distancia, tambi¨¦n lo celebraba el gobierno de Londres.
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