Un festejo poco multitudinario en la catedral porte?a
Tibia celebraci¨®n de los feligreses argentinos con motivo del nombramiento del arzobispo de Buenos Aires como nuevo Papa
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¡°Me da l¨¢stima que haya poca gente ac¨¢ en la catedral (de Buenos Aires). Si hubi¨¦semos ganado el Mundial, estar¨ªan todos en el Obelisco¡±, lament¨® Viviana, una docente de 54 a?os que este mi¨¦rcoles por la tarde se acerc¨® a ese templo, frente a la Plaza de Mayo, para festejar la designaci¨®n del argentino Jorge Bergoglio como nuevo papa. A esa hora, la catedral estaba llena de feligreses que rezaban el rosario para celebrar y afuera se juntaban algunos cientos, la mayor¨ªa j¨®venes bien peinados que cantaban canciones religiosas con bombos y banderas argentinas. Por la noche, cuando otros feligreses salieron de las oficinas del centro de Buenos Aires, se pod¨ªan contar unos miles, pero no tantos. Lejos estaba de ser una reuni¨®n masiva y tal vez hab¨ªa tanta concurrencia como en la manifestaci¨®n que a 200 metros de all¨ª protagonizaban j¨®venes m¨¢s desalineados de partidos trotskistas contra una fuerte represi¨®n policial ordenada por el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, contra artistas que ocupaban el principal centro cultural de la ciudad para defender sus actividades all¨ª.
¡°Es maravilloso¡±, festejaba la docente Viviana el nombramiento del arzobispo de Buenos Aires como jefe de los cat¨®licos de todo el mundo. ¡°Yo lo conozco a Bergoglio porque ven¨ªa a dar misa en mi parroquia. Se quedaba hablando con la gente al terminar, es un pastor. Una vez yo le pregunt¨¦ en qu¨¦ se iba porque no ve¨ªa ning¨²n coche. ¡®Yo me voy en subte (metro)¡¯, me dijo. Me pareci¨® una ternura. Siempre ped¨ªa que rez¨¢ramos por ¨¦l. Ten¨ªa buena onda con los pibes (j¨®venes)¡±, coment¨® Viviana, a quien le preocupa que su enfrentamiento con la presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, ¡°separe m¨¢s¡± a la sociedad de su pa¨ªs en dos bandos. La maestra no espera ni desea cambios doctrinales en el catolicismo: ¡°Nunca la Iglesia va estar con el aborto o el matrimonio gay, pero tampoco Bergoglio va a discriminar. ?l se mantendr¨¢ fiel al Evangelio¡±.
Juan de Dios es supervisor en un molino de harina de La Plata (55 kil¨®metros al sur de Buenos Aires) y volv¨ªa a su casa en Vicente L¨®pez, en la periferia norte de la capital, cuando se enter¨® de la noticia del papa argentino. Entonces se vino a la Plaza de Mayo con su uniforme blanco de operario de f¨¢brica. ¡°Par¨¦ con el coche para festejar. Primero porque es argentino y segundo porque es Bergoglio. Es emocionante. Se destac¨® siempre en la lucha contra la pobreza, contra la drogadicci¨®n, es un papa jesuita. Es un tanto revolucionario: se opuso a los curas que no quer¨ªan bautizar a hijos de madres solteras. Yo creo que puede luchar contra la corrupci¨®n en la Iglesia, as¨ª como luch¨® contra la corrupci¨®n en Argentina. A veces la Iglesia se separa de la gente y espero que Bergoglio haga las reformas para atraer m¨¢s fieles¡±, expuso Juan de Dios.
Dos hermanos, Hern¨¢n, de 34 a?os, y Karina, de 35, empleados administrativos y menos formales que muchos de los j¨®venes all¨ª presentes, dec¨ªan que conoc¨ªan el ¡°trabajo¡± de Bergoglio. ¡°?l trabajaba para las villas (barrios de chabolas). Conocemos su buen coraz¨®n, que es humilde. Estamos muy contentos¡±, cont¨® Karina. ¡°Hay muchos j¨®venes que dejan la Iglesia¡±, reconoci¨® Hern¨¢n. ¡°Hay mucho desencanto con los sacerdotes. El mundo va muy r¨¢pido, mientras que la Iglesia se ha quedado un poco¡±, a?adi¨® el joven. ¡°El aborto y los gays son temas que tenemos que ver de qu¨¦ manera conciliar¡±, opin¨® Karina. ¡°Porque es una realidad que uno vive a pesar de ser parte de la Iglesia. La Iglesia tiene que aceptar a todos, amar a todos, que es el mensaje de Jes¨²s¡±, agreg¨® la joven. Ambos esperan que no recrudezca la tensi¨®n entre Francisco I y Fern¨¢ndez, que no se repita la historia como cuando Juan Pablo II se opuso al r¨¦gimen comunista de su pa¨ªs, Polonia.
A la catedral tambi¨¦n se acercaron algunos turistas que se enteraron de la novedad. Hab¨ªa franceses y norteamericanos. Tambi¨¦n banderas peruanas de residentes en Argentina. Unos peregrinos venezolanos que dec¨ªan caminar por la paz se sumaron. ¡°Estamos muy felices de que haya un papa latinoamericano¡±, dijo Le¨®n, diplom¨¢tico venezolano jubilado de 63 a?os. ¡°Esto va a hacer que cambie la visi¨®n religiosa de Latinoam¨¦rica¡±, se esperanz¨® Le¨®n. Su compa?ero de camino Juan Antonio, misionero de 42 a?os, tambi¨¦n se ilusiona con el que la Iglesia transforme al mundo antes que suceda lo contrario: ¡°Hay muchos cambios que la Iglesia tiene que hacer dentro del mundo. Hay que rescatar sobre todo los valores¡±.
A Roberto, jubilados de 67 a?os y veterano de la Guerra de Malvinas (1982), le gusta que el papa sea latinoamericano, porque servir¨¢ para que la Iglesia recupere ¡°peso pol¨ªtico¡±, y que sea de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, por la ¡°inteligencia¡± de los miembros de esa orden. Pero lamenta que Francisco I tenga ¡°mucha edad¡± y no vaya a extenderse demasiado su papado. ¡°La Iglesia necesita cambios. No es un equipo de f¨²tbol en el que se pueden cambiar jugadores. Pero s¨ª necesita modernizarse. Francisco lo puede hacer. Otros candidatos no ten¨ªan la flexibilidad de ¨¦l. En lo personal pienso que deber¨ªa existir la posibilidad de que los sacerdotes que quieran casarse lo puedan hacer. La prohibici¨®n de casarse a veces trae consecuencias desagradables. Otra cosa para cambiar es que puedan comulgar los divorciados. Hay otros que cometieron delitos m¨¢s graves y puedan comulgar: hay asesinos o personas que roban grandes cantidades de dinero de organizaciones dedicadas a ayudar a la gente. Bergoglio eligi¨® el nombre del santo de la pobreza, San Francisco de As¨ªs, porque ¨¦l se siente identificado con ella¡±, expuso Roberto.
Sobre su presunta colaboraci¨®n con la ¨²ltima dictadura militar de su pa¨ªs (1976-1983), el exuniformado aclar¨®: ¡°Ni lo justifico ni lo dejo de justificar, pero no creo que sea conveniente meter el dedo sobre cosas viejas. La justicia se ha expedido ya sobre cosas que deber¨ªan haberse decidido m¨¢s temprano¡±. As¨ª se refiri¨® a los juicios contra los criminales del r¨¦gimen, que fueron amnistiados entre 1986 y 1990 y vueltos a juzgar a partir de 2003, cuando N¨¦stor Kirchner lleg¨® a la presidencia de Argentina e impuls¨® la declaraci¨®n de inconstitucionalidad de aquellos perdones que hab¨ªan dispensado gobiernos anteriores.
Hasta la puerta de la catedral se acercaron algunos de los j¨®venes que protestaban contra el alcalde Macri. Entre ellos, Celeste y Florencia, estudiantes de antropolog¨ªa, ambas de 25 a?os. ¡°Estamos a favor de que el Estado se separe de la Iglesia y pensamos que est¨¢ pasando lo contrario. Esto del papa va a revivir el catolicismo en Argentina¡±, coment¨® Celeste, que recibi¨® educaci¨®n cat¨®lica, pero despu¨¦s dej¨® de serlo. ¡°Cuando empec¨¦ a pensar por mis propios medios¡±, explic¨® la joven que hab¨ªa decidido acercarse al templo para hacer una ¡°observaci¨®n antropol¨®gica¡± del festejo cat¨®lico. ¡°Este se?or tiene muchas vinculaciones con la dictadura. Estuvo en contra del matrimonio igualitario y ni hablar del aborto¡±, record¨® Florencia. ¡°Que Bergoglio ahora sea papa frena nuestras ilusiones de que el aborto sea legal, seguro y gratuito en Argentina. Va a ser m¨¢s dif¨ªcil nuestra lucha¡±, opin¨® Celeste, que el a?o pasado hab¨ªa marchado por esta reclamaci¨®n hasta la misma catedral. ¡°La noticia del papa traer¨¢ efervescencia cat¨®lica¡±, agreg¨® Florencia, atea desde siempre.
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