Maryland acaba con la pena de muerte

Maryland es ya el 18 Estado de la Uni¨®n que ha abolido la pena de muerte de sus c¨®digos penales. En una votaci¨®n en la C¨¢mara de Representantes con un resultado de 82-56, el Gobernador Martin O?Malley ha logrado una de sus mayores victorias legislativas. La ley pas¨® el visto bueno del Senado la semana pasada y ahora solo espera la firma de O?Malley, dem¨®crata, quien ha peleado por este d¨ªa desde que lleg¨® al Capitolio de Annapolis en 2007.

A partir de ahora, la m¨¢xima pena en ese Estado ser¨¢ la cadena perpetua. En la actualidad, hay cinco presos que esperan en el corredor de la muerte de Maryland y la ley no es retroactiva. Pero la legislaci¨®n que se acaba de aprobar deja claro que el Gobernador puede conmutar sus sentencias por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Maryland ejecut¨® a su ¨²ltimo condenado en 2005, durante la Administraci¨®n del republicano Robert Ehrlich, quien reanud¨® las ejecuciones tras una moratoria de cuatro a?os que comenz¨® en 2003 despu¨¦s de que un estudio de la Universidad de Maryland encontrara gran disparidad racial y geogr¨¢fica en c¨®mo se aplicaba ese castigo.

¡°Los humanos no podemos dibujar un sistema de justicia perfecto¡±, ha dicho la delegada Anne Healey a la agencia Associated Press. ¡°Todos tenemos fallos y yo no podr¨ªa vivir con el hecho de cometer un error que le costara la vida a alguien¡±.

Estados Unidos ha cometido m¨¢s de 1.300 ¡®homicidios legales¡¯ desde 1976. M¨¢s de 3.200 personas esperan en los corredores de la muerte

En el otro lado de esta dura batalla ¨Cque hoy ha vivido dos emotivos debates en el Congreso antes de la votaci¨®n-, est¨¢n quienes consideran que la pena de muerte es una fuerte medida disuadoria contra el crimen. ¡°Desear¨ªa que no necesit¨¢ramos la pena de muerte pero he visto cosas terribles y se que es necesaria¡±, ha declarado a AP el dem¨®crata C. T. Wilson, antiguo fiscal.

O'Malley, cat¨®lico, empez¨® su cruzada en 2007 pero el proyecto de ley que present¨® qued¨® estancado en el Senado. Maryland tiene una gran poblaci¨®n de confesi¨®n cat¨®lica y la Iglesia se opone a la pena de muerte. Desde que se reinstaur¨® la pena capital en EE UU en 1976, Maryland solo ha ejecutado a cinco condenados. Tres en 1990 y dos bajo el mandato de Ehrlich.

Estados Unidos ha cometido m¨¢s de 1.300 ¡®homicidios legales¡¯ desde 1976. M¨¢s de 3.200 personas (seg¨²n datos del Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte, DPIC) esperan en los corredores de la muerte a que les llegue su turno, con una espera media de 15 a?os desde que se dicta la condena hasta que se les coloca la inyecci¨®n letal en el brazo.

Excepto en 18, la pena de muerte est¨¢ en vigor en el resto de los 50 Estados de la Uni¨®n. En los cinco ¨²ltimos a?os, cinco Estados han acabado con la brutal pr¨¢ctica de la pena de muerte - Connecticut, Illinois, Nuevo M¨¦xico, Nueva Jersey y Nueva York-. Ahora lo ha hecho Maryland. Alaska, Hawai, Iowa, Maine, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Dakota del Norte, Rhode Island, Vermont, Virginia Occidental y Wisconsin son el resto de Estados abolicionistas. California someti¨® la cuesti¨®n a referendo en noviembre y perdieron los contrarios a la m¨¢xima pena.

Estados abolicionistas: Alaska; Hawai; Iowa; Maine; Massachusetts; Michigan; Minnesota; Dakota del Norte; Rhode Island; Vermont; Virginia Occidental; Wisconsin; Connecticut; Illinois; Nuevo M¨¦xico; Nueva Jersey; Nueva York y Maryland

A la tendencia abolicionista se suman algunas otras buenas noticias en contra de la pena de muerte. Desde 2005 no se ejecuta a j¨®venes por orden del Tribunal Supremo. Desde 2002 tampoco se acaba con la vida de aquellas personas con discapacidades o enfermedades mentales. Y en un cap¨ªtulo aparte siempre se detalla la relaci¨®n de las mujeres con la m¨¢xima pena. Desde el a?o 76 solo se ha acabado con la vida de 12 mujeres. Con fecha de abril de 2010 resid¨ªan en los corredores de la muerte 62 mujeres -el 1,9% del total de la poblaci¨®n que espera morir a manos del Estado-.

La pena de muerte, adem¨¢s de una pr¨¢ctica salvaje, es cara. Cada ejecuci¨®n le cuesta al Estado de Carolina de Norte m¨¢s de dos millones de d¨®lares. En Texas, la cifra es muy similar y supone tres veces el coste de tener a alguien encerrado en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad durante 40 a?os. En Florida, mantener en pie el mortal sistema asciende a 51 millones de d¨®lares al a?o, lo que supone que cada una de las 44 ejecuciones que ha tenido ese Estado desde 1976 ha costado 24 millones de d¨®lares cada una. El DPIC es responsable de un estudio que en principio podr¨ªa sonar c¨ªnico. Su t¨ªtulo: "Reconsiderando la pena de muerte en tiempos de crisis".