Los dem¨®cratas abandonan la prohibici¨®n de las armas de asalto
El l¨ªder de la mayor¨ªa progresista en el Senado decide excluir de la ley sobre control de armas la medida por su impopularidad
El Partido Dem¨®crata ha decidido eliminar del proyecto de ley para incrementar el control de armas la prohibici¨®n de los rifles de asalto. El l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en la c¨¢mara Alta estadounidense, Harry Reid, asegura que, de incluirla en el paquete legal, se correr¨ªa el riesgo de que todo el resto de la ley fuera repelida en el pleno del Senado. Las disposiciones que s¨ª forman parte de la propuesta de ley son la extensi¨®n del control de antecedentes a todas las transacciones de armas, el refuerzo de la seguridad en los colegios y la consideraci¨®n del tr¨¢fico de armas como delito federal.
La principal promotora de la prohibici¨®n de las armas de asalto -que vetaba la venta de 157 modelos de rifles y limitar a 10 los cartuchos de los cargadores-, la senadora dem¨®crata Dianne Feinstein, se enter¨® el lunes por la noche de que su colega de partido hab¨ªa decidido prescindir de su propuesta, que s¨ª cont¨® con la aprobaci¨®n del Comit¨¦ de Asuntos Jur¨ªdicos del Senado la semana pasada. Un d¨ªa despu¨¦s, Feinstein no ha escondido su malestar. ¡°Estoy muy decepcionada¡±, ha reconocido a la prensa tras insinuar que Reid no le dej¨® opci¨®n para negociar. ¡°No puedo luchar contra la Asociaci¨®n Nacional del Rifle. Son enemigos muy poderosos, lo he sabido toda mi vida¡±, se ha lamentado.
Una prohibici¨®n pol¨¦mica
Una ley que cuente con la prohibici¨®n de los rifles de asalto, tal y como la que propuso la senadora Dianne Feinstein a las pocas semanas de que tuviera lugar la matanza en la escuela de Newtown, era una apuesta arriesgada y con pocas probabilidades de ¨¦xito desde el principio. Basta recordar las dificultades a las que se enfrent¨® una ley similar, que tambi¨¦n promocion¨® Feinstein en 1994.
Cuando la Ley de Prohibici¨®n de las Armas de Asalto se present¨® en la C¨¢mara de Representantes para su votaci¨®n definitiva, los dem¨®cratas dominaban esa c¨¢mara por 79 esca?os de diferencia. La disposici¨®n fue aprobada por 216 votos a favor y 214 en contra. El panorama, ahora, es muy distinto. A la mayor¨ªa republicana en la c¨¢mara Baja hay que sumar la reticencia de muchos de los representantes dem¨®cratas que consideran que la propuesta de Feinstein bordeaba los l¨ªmites de la Segunda Enmienda, que protege el derecho a portar armas.
Reid ha asegurado que su obligaci¨®n es lograr que su propuesta de ley cuente con el mayor n¨²mero de votos posible y consiga evitar un probable bloqueo republicano -para impedirlo, deber¨ªa obtener, al menos 60 s¨ªes-. ¡°Siendo optimistas, la norma de Feinstein contar¨ªa s¨®lo con 40 apoyos¡±, ha reconocido el senador. Reid, no obstante, s¨ª se plantea presentar la prohibici¨®n de las armas de asalto como una enmienda a su proyecto de ley de control de armas. Lo har¨¢ de manera separada, por un lado, la prohibici¨®n de los rifles y, por otro, el l¨ªmite de la munici¨®n de los cargadores. Ambas enmiendas, sin embargo, parecen estar abocadas tambi¨¦n al fracaso.
Con esta estrategia, Reid pretende evitar una oposici¨®n frontal del Partido Republicano a todo el contenido de la ley, que s¨ª es favorable a respaldar la consideraci¨®n de delito federal del tr¨¢fico de armas, el aumento de la seguridad en los colegios y la extensi¨®n del control de antecedentes, con excepciones. De incluir la prohibici¨®n de las armas de asalto, es muy factible, seg¨²n Reid, que la ley no contara con los 60 votos necesarios para poder empezar a ser debatida. (En el Senado, los dem¨®cratas son mayor¨ªa, con 53 de los 100 esca?os de los que se compone, a los que suman los dos senadores independientes, adscritos al grupo progresista).
Todav¨ªa no est¨¢ claro si Reid presentar¨¢ en su propuesta la medida que contempla extender el control de antecedentes penales y mentales a todas las transacciones de armas que se realicen en el pa¨ªs -en la actualidad las ventas privadas no est¨¢n sujetas a ninguna comprobaci¨®n-, tal y como se aprob¨® el pasado martes en el Comit¨¦ de Asuntos Jur¨ªdicos del Senado, con la oposici¨®n en bloque de los republicanos, o si establecer¨¢ la excepci¨®n de que se excluyan de los registros las ventas de armas entre familiares y amigos cercanos. Los republicanos parecen m¨¢s proclives a apoyar la segunda versi¨®n.
Las filigranas pol¨ªticas que est¨¢ realizando Reid para lograr redactar una versi¨®n de una ley sobre control de armas que pueda obtener la aprobaci¨®n suficiente de la c¨¢mara Alta, demuestra la polarizaci¨®n de Washington en este asunto. Por un lado, el senador de Nebraska debe tratar de contentar a los senadores dem¨®cratas favorables a endurecer la legislaci¨®n de las armas pero, sobre todo, debe atender a los deseos de la Casa Blanca. El presidente, Barack Obama, y el vicepresidente, Joe Biden, han hecho de la reducci¨®n de la violencia armada uno de los caballos de batalla de su segunda legislatura y se han mostrado firmes en la necesidad de prohibir los rifles de asalto.
Pero Reid no puede eludir el hecho de que muchos dem¨®cratas se enfrentan a la reelecci¨®n dentro de dos a?os en Estados tradicionalmente a favor del derecho a portar armas. Su partido necesita mantener la mayor¨ªa en el Senado para garantizar el ¨¦xito de la agenda pol¨ªtica de Obama en la recta final de su segundo mandato y favorecer la presencia de otro presidente dem¨®crata en 2016.
Reid aspira a poder presentar su proyecto de ley antes del receso de dos semanas que, por las vacaciones de Semana Santa, se toma el Congreso en abril. Con su decisi¨®n de no incluir la prohibici¨®n de los rifles de asalto, y si finalmente claudica en la versi¨®n de la extensi¨®n del control de antecedentes, se perder¨¢ la oportunidad de aprobar dos medidas que hubieran supuesto un gran avance en la legislaci¨®n sobre el control armament¨ªstico en EE UU de los ¨²ltimos a?os.
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