El Congreso de Estados Unidos acelera los plazos para la reforma migratoria
Aumenta el apoyo a la reforma por parte de los pol¨ªticos m¨¢s conservadores
Casi dos de cada tres estadounidenses apoyan la creaci¨®n de una v¨ªa para que los 11 millones de indocumentados que se estima residen en Estados Unidos tengan la oportunidad de convertirse en ciudadanos, seg¨²n una encuesta realizada por la Instituci¨®n Brookings. El apoyo de los ciudadanos a uno de los principales aspectos de la reforma migratoria coincide con la cada vez menor resistencia entre los pol¨ªticos conservadores del Partido Republicano, lo que podr¨ªa facilitar que la nueva ley salga adelante antes del verano.
En los ¨²ltimos d¨ªas, los republicanos han demostrado que cada vez apoyan con m¨¢s firmeza los cambios en el sistema migratorio. Este lunes, el presidente del Comit¨¦ Nacional del Partido, Reince Priebus, anunci¨® los resultados de un an¨¢lisis sobre el papel desempe?ado por los republicanos durante las elecciones y en el que aseguraba que deb¨ªan apoyar la reforma como v¨ªa de regreso a la Casa Blanca. Un d¨ªa despu¨¦s era Rand Paul, senador afiliado al Tea Party, quien promet¨ªa ¡°encontrar un lugar¡± para los indocumentados que quieran vivir y trabajar en EE UU.
Este jueves, el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, anunci¨® que la C¨¢mara Alta podr¨ªa aprobar la reforma migratoria el pr¨®ximo mes de abril, mucho antes de lo previsto. El respaldo pol¨ªtico y ciudadano a la reforma coincide con el trabajo en el Senado de ocho legisladores, cuatro dem¨®cratas y cuatro republicanos, que colaboran en la redacci¨®n de la nueva ley.
El conocido como ¡°grupo de los ocho¡±, que present¨® las bases para la reforma migratoria el pasado mes de enero y cuenta con el respaldo del presidente Obama, cuenta con la participaci¨®n de un gran veterano del ¨²ltimo intento de aprobar la reforma, John McCain, y el senador hispano Marco Rubio, encargado de acercar las posturas m¨¢s conservadoras a las condiciones de los dem¨®cratas. De momento, las negociaciones han logrado grandes avances como el acuerdo en torno a la regularizaci¨®n de los indocumentados o los plazos de acceso a la ciudadan¨ªa.
Seg¨²n el informe de Brookings, este ¨²ltimo aspecto es el que cuenta con mayor apoyo entre los ciudadanos. Un 71% de los dem¨®cratas y un 53% de los republicanos consideran que se debe regularizar la situaci¨®n de aquellos que entraron ilegalmente en el pa¨ªs o no lo abandonaron tras caducar sus visados. Se trata de un giro importante ante un requisito que todav¨ªa es calificado despectivamente entre los m¨¢s conservadores como ¡°amnist¨ªa¡±.
Los ocho senadores aseguraron hace varias semanas que tambi¨¦n se hab¨ªan puesto de acuerdo en cuanto a la regularizaci¨®n, como tambi¨¦n pide la Casa Blanca, a pesar de que en el primer borrador condicionaron el acceso a la ciudadan¨ªa con la seguridad de la frontera. Ese primer requisito exig¨ªa la creaci¨®n de un organismo que certificara que la frontera estaba blindada de las amenazas de la violencia relacionada con el narcotr¨¢fico, sin embargo, la falta de especificaciones sobre qui¨¦n lo formar¨ªa ni qu¨¦ par¨¢metros demuestran tal seguridad, ha dado paso al consenso en torno a la regularizaci¨®n de los indocumentados.
Sin embargo, y tal y como han demostrado algunas audiencias celebradas en el Congreso acerca de la reforma, diversas voces conservadoras todav¨ªa abogan por que se otorgue un permiso de residencia y de trabajo a los indocumentados, sin que lleguen a convertirse en ciudadanos de pleno derecho. Esta opci¨®n es la que cuenta tambi¨¦n con menos apoyo entre los ciudadanos, apenas un 14% de los encuestados quieren que se legalice a los indocumentados sin ir m¨¢s all¨¢.
Numerosas organizaciones a favor de la reforma, as¨ª como algunos legisladores dem¨®cratas, argumentan que esta opci¨®n provocar¨ªa la existencia de ciudadanos de ¡°segunda clase¡± sin plenitud de derechos. De momento, todo indica que la nueva legislaci¨®n no contar¨¢ con este aspecto, que siempre ha quedado fuera de las bases planteadas tanto por el ¡°grupo de los ocho¡± como del presidente Obama. Tanto los republicanos como los dem¨®cratas podr¨ªan arriesgarse a perder el voto de millones de hispanos que se estima pueden tener un impacto a¨²n mayor en las elecciones de 2016.
En ese sentido, la encuesta tambi¨¦n muestra que el 45% de los estadounidenses consideran que el Partido Republicano result¨® perjudicado en las ¨²ltimas elecciones precisamente por las ideas defendidas en materia de inmigraci¨®n. Entonces, el candidato Mitt Romney propuso las ¡°autodeportaciones¡± como medida de lucha contra la inmigraci¨®n ilegal y nunca ratific¨® su rechazo a la ley de inmigraci¨®n de Arizona, una de las m¨¢s restrictivas del pa¨ªs. Solo un tercio de los ciudadanos asegura que esta era la estrategia correcta y un quinto todav¨ªa opina que los indocumentados deber¨ªan ser identificados y deportados.
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