Clegg propone nuevas medidas contra la inmigraci¨®n ilegal
El l¨ªder liberal brit¨¢nico plantea exigir el pago de un dep¨®sito en la frontera a ciudadanos de ¡°pa¨ªses de alto riesgo¡±
Nick Clegg ha anunciado un cambio radical en la tradicional pol¨ªtica proinmigraci¨®n de los liberales-dem¨®cratas brit¨¢nicos. El l¨ªder liberal y n¨²mero dos de la coalici¨®n que gobierna Reino Unido ha apoyado la puesta en marcha a t¨ªtulo experimental de un nuevo sistema por el que determinados ciudadanos de ¡°pa¨ªses de alto riesgo¡± paguen un dep¨®sito o fianza para obtener el permiso de entrada. Ese dep¨®sito les ser¨ªa devuelto cuando abandonen el pa¨ªs. Tambi¨¦n anunci¨® que su partido renunciar¨¢ en las pr¨®ximas elecciones a una de sus promesas de 2010: que se puedan regularizar los indocumentados que lleven 10 a?os de residencia en el pa¨ªs.
Su discurso, que ¨¦l enmarc¨® como pol¨ªtica de la coalici¨®n, supone un claro giro a la derecha que parece dif¨ªcil separar del auge electoral del UKIP, el partido antiinmigraci¨®n por excelencia de la pol¨ªtica brit¨¢nica. De esta manera, los liberales se suman a la corriente iniciada ya por conservadores y laboristas de combatir al UKIP asumiendo las pol¨ªticas que estos proponen. Los laboristas admitieron hace unos d¨ªas que hab¨ªan cometido errores en inmigraci¨®n cuando estuvieron en el poder y los conservadores presumen de haber recortado en un tercio la llegada de inmigrantes, pero llevan mucho tiempo intentando ponerse a la altura del UKIP con un discurso abiertamente hostil a la inmigraci¨®n.
Pese a que el discurso de Clegg fue denso y largo, estuvo sobre todo centrado en explicar qu¨¦ ha hecho la coalici¨®n y cu¨¢l es su filosof¨ªa en materia de inmigraci¨®n y justificar con prolijas explicaciones el cambio de postura de su propio partido. No hubo m¨¢s anuncios relevantes que el del dep¨®sito y la renuncia a lo que los liberales llamaban ¡°merecido camino hacia la ciudadan¨ªa¡± y ¡°nuestros oponentes apodaron amnist¨ªa¡±, ironiz¨®. Precisamente justific¨® el cambio no porque fuera una pol¨ªtica err¨®nea sino por su interpretaci¨®n. ¡°A pesar de las intenciones de esa pol¨ªtica, fue vista por muchos como una forma de premiar a quienes hab¨ªan incumplido la ley. Y por eso amenazaba con socavar la confianza del p¨²blico en el sistema de inmigraci¨®n¡±, explic¨®.
La falta de anuncios concretos quiz¨¢s se deba a que, seg¨²n Clegg, el primer ministro tomar¨¢ la palabra el lunes en el debate migratorio para centrarse en la cuesti¨®n de los abusos en el sistema de bienestar. Se trata de uno de los aspectos m¨¢s pol¨¦micos en el imaginario popular a pesar de que los expertos no se ponen de acuerdo sobre si los extranjeros realmente abusan o m¨¢s bien aportan al Estado m¨¢s de lo que obtienen de ¨¦l.
La cuesti¨®n de los abusos en las ayudas del Estado fue una de las principales razones esgrimidas a principios de mes por la ministra del Interior, Theresa May, cuando lanz¨® al ruedo la idea de imponer el pago de un dep¨®sito a los extranjeros que quieran trabajar en el pa¨ªs. Ese dep¨®sito, dijo, les ser¨ªa devuelto a la salida pero se tendr¨ªa en cuenta tambi¨¦n su acceso a ayudas p¨²blicas. Como insinuando que de ese dinero se descontar¨ªa el consumo abusivo de esas ayudas.
Clegg lo ha planteado desde el punto de vista del control de la inmigraci¨®n ilegal. Explic¨® que muchos indocumentados han entrado al pa¨ªs de forma legal pero luego se han quedado trabajando ilegalmente cuando su permiso de estancia hab¨ªa ya caducado. En ese caso, perder¨ªan el dinero. ?Cu¨¢nto? No lo aclar¨®, aunque puntualiz¨® que tendr¨ªa que ser una cifra ¡°proporcionada¡±. Pero los medios brit¨¢nicos citan la cifra de mil libras (unos 1.120 euros). Una fortuna para algunos pero apenas el precio del billete de avi¨®n para otros.
La idea del dep¨®sito ya fue barajada por David Cameron en un discurso sobre inmigraci¨®n en octubre de 2011 y, al igual que May, lo lig¨® m¨¢s a los abusos en el sistema de bienestar que a la inmigraci¨®n ilegal.
Conservadores y liberales-dem¨®cratas tienen la ventaja de que los laboristas no est¨¢n en condiciones de criticarles porque fueron ellos quienes introdujeron esta figura legal en el art¨ªculo 33 de la Ley de Asilo e Inmigraci¨®n de 1999, que se?ala que las autoridades de inmigraci¨®n tienen derecho a asegurarse de que los extranjeros que llegan al pa¨ªs tienen medios econ¨®micos suficientes.
Clegg clarific¨® que ¡°esas fianzas tienen que estar bien dirigidas, de manera que no discriminemos injustamente a determinados grupos particulares¡±. ¡°Las cantidades tienen que ser proporcionadas; no podemos penalizar a leg¨ªtimos demandantes de visa que tendr¨ªan problemas para obtener el dinero¡±, a?adi¨®. Y aclar¨® que quienes visiten Gran Breta?a ¡°para celebrar un nacimiento familiar, o la graduaci¨®n de un pariente o una boda no deber¨ªan depender por completo de su capacidad para pagar la fianza de seguridad¡±.
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