1.500 civiles armados participan en la toma de un pueblo en el sur de M¨¦xico

Un grupo de autodefensa, ciudadanos que han tomado las armas y act¨²an como una polic¨ªa paralela?en algunas regiones de M¨¦xico especialmente violentas, ha sitiado un municipio del Estado de Guerrero y mantienen retenido al jefe de polic¨ªa local, ocho de sus agentes y tres escoltas del ayuntamiento, a los que acusan de proteger a narcotraficantes de la zona.

Al frente de 1.500 hombres armados que irrumpieron de madrugada en el pueblo iba Bruno Pl¨¢cido. ¡°Los tengo bien puestos. Entramos con cuernos de chivo [fusiles de asalto]¡±, dice por tel¨¦fono. Se presentaron en el pueblo de Juan R. Escudero [Tierra Colorada] un d¨ªa despu¨¦s del asesinato de uno de sus comandantes, Guadalupe Qui?ones. Sospechan que los uniformados est¨¢n detr¨¢s de ese crimen.

Eso los llev¨® a tomar todo un pueblo en plena noche. Los miembros del Sistema de Justicia de los Pueblos de la Costa Chica, integrados por gente de pueblos ind¨ªgenas de los alrededores, tomaron el ayuntamiento y pusieron a patrullar a otro pu?ado de personas en busca de criminales en el municipio. En la entrada al lugar y en la carretera federal Chilpanchingo-Acapulco colocaron retenes.

El asunto pinta tan mal que hasta all¨ª se desplaz¨® la procuradora ¨Cfiscal- de Guerrero. La alcaldesa, a mediod¨ªa, comenz¨® a negociar con la autodefensa y acord¨® destituir al jefe de polic¨ªa y abrir una investigaci¨®n a cambio de que dejasen en libertad a todos los retenidos. ¡°Es una forma de despresurizar la situaci¨®n¡±, cuenta Juan Angulo, director de El Sur, un peri¨®dico de Acapulco.

Las autodefensas las forman grupos de ciudadanos armados que se toman la justicia por su mano. Hartos de la violencia y la corrupci¨®n policial, deciden actuar por su cuenta. Algunos de estos grupos son sospechosos de tener un nexo con el narcotr¨¢fico pero otros tienen m¨¢s que ver con la tradici¨®n de guerrillas de izquierdas latinoamericanas.

Algunas de estas autodefensas, que llegan a juzgar y condenar a los detenidos en procesos judiciales m¨¢s que dudosos, provienen de las polic¨ªas comunitarias mexicanas, algo que existe desde hace d¨¦cadas y a la que tienen derechos los pueblos por ley. Una encuesta revel¨® que seis de cada diez ciudadanos ve con buenos ojos su existencia. Otros en cambio creen que es el fiel reflejo de la incapacidad del estado de proteger a sus ciudadanos.

El grupo de civiles armados que comanda Pl¨¢cido en Guerrero surgi¨® en enero y fue el primero que se cre¨®, cuando se dispararon los asesinatos y las extorsiones en el Estado sure?o de Guerrero, sobre todo en su zona agr¨ªcola. El estallido de violencia se achac¨® a la rivalidad entre c¨¢rteles. Armados con viejos rifles y ocultando el rosto tras pasamonta?as, los campesinos bloquearon entonces carreteras y detuvieron a 50 personas, que al final liberaron.

Ahora, con el rostro descubierto para parecer m¨¢s amigables, trabajan para crear un sistema de seguridad eficaz que protega a la gente del campo. "Es momento de que regresen al campo a trabajar. Los ganaderos a su ganado", dijo Pl¨¢cido hace una semana. Al igual que ellos, desde principios de este a?o han aparecido otros 14 grupos de justicieros, que se sepa, con presencia en seis municipios: Jalisco, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Michoac¨¢n. El rostro de la lucha contra el narcotr¨¢fico del gobierno de Enrique Pe?a Nieto, Manuel Mondragon, dice tenerlos perfectamente ubicados y conoce el armamento que manejan. "Est¨¢n totalmente fuera del marco legal", dijo.

El padre Mario Ocampo, un cura que alimenta el alma de los que tomaron este municipio, cree que la labor que hacen estos ciudadanos armados es admirable. ¡°La inseguridad que se vive aqu¨ª es tremenda. Violaciones, asesinatos, robos¡­ahora gracias a ellos se est¨¢n evitando muchas muertes¡±.

Otro p¨¢rroco, Jes¨²s Mendoza, dialoga como representante de la archidi¨®cesis de Acapulco con estas organizaciones ind¨ªgenas que antes ten¨ªan en su agenda el precio abusivo de la luz y las explotaciones mineras pero que ahora, acorde a los tiempos, se preocupan sobre todo por su pellejo. ¡°Los representantes de sus pueblos fueron secuestrados. A nosotros nos interesa lo que pasa en los pueblos. Dialogamos con ellos para que esto se encauce por la v¨ªa de la paz¡±, sostiene Mendoza. Pero la realidad es otra: las balas se est¨¢n combatiendo con m¨¢s balas.