Un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en Argelia sacude al entorno de Bouteflika
El servicio secreto militar asume una investigaci¨®n por el cobro de comisiones por 200 millones de euros
Hasta hace poco Chakib Khelil, de 74 a?os, y sus colaboradores figuraban entre los hombres m¨¢s poderosos de Argelia y del mundo de la energ¨ªa. Khelil fue ministro del ramo hasta 2010 y tambi¨¦n, varias veces, secretario general de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo.
Esta semana, sin embargo, el servicio secreto militar (DRS), que en Argelia act¨²a, a veces, como polic¨ªa judicial, registr¨® sus residencias en Or¨¢n y Argel; y las de Nouredine Cherouati y Abdelmajid Attar, que fueron presidentes del gigante energ¨¦tico Sonatrach, la mayor empresa de ?frica; y la de uno de sus jefes de gabinete, Reda Hemche, que es adem¨¢s de sobrino de Khelil. Un juez les ha convocado, seg¨²n el diario El Watan, aunque, por ahora, no est¨¢n imputados.
?C¨®mo los que manejaron durante a?os el tesoro de los hidrocarburos argelinos han podido caer s¨²bitamente en desgracia? La fiscal¨ªa de Mil¨¢n abri¨® en 2012 una investigaci¨®n sobre las comisiones que Saipem, una filial del mastodonte energ¨¦tico ENI, abon¨®, por importe de 197 millones de euros, a un intermediario argelino, Farid Bedjaoui, afincado en Dubai. A cambio Saipem habr¨ªa obtenido, entre 2007 y 2009, ocho contratos en Argelia por importe de 11.000 millones de euros.
Todos los sospechosos son amigos o, por los menos, gozaban de la confianza de Bouteflika
El ministerio p¨²blico milan¨¦s envi¨® en febrero una comisi¨®n rogatoria a Argelia y el fiscal general de Argel, Belkacem Zeghmati, se puso manos a la obra con una celeridad poco habitual. Las pesquisas policiales corren a cargo del DRS, el m¨¢s poderoso de los servicios de seguridad argelinos, el ¨²nico que constituye aun un contrapeso al poder que el presidente Abdelaziz Bouteflika y los civiles han ido arrancando a los militares desde hace m¨¢s de una d¨¦cada.
De algunos de los domicilios y oficinas, como la de la filial Argelia de Saipem, los agentes del DRS se han llevado furgonetas enteras con documentos y ordenadores, pero la mayor¨ªa de los investigados no han podido ser interrogados porque ya residen fuera del pa¨ªs empezando por el sobrino de Khelil que ahora vive en Suiza. La prensa argelina le describe como ¡°el cerebro¡± de la operaci¨®n.
Todos los sospechosos son amigos o, por los menos, gozaban de la confianza de Bouteflika. Al estallar el esc¨¢ndalo el presidente guard¨® primero silencio, pero desde finales de febrero, se declara ¡°indignado¡±. ¡°El Estado no dudar¨¢ en pedir cuentas a los culpables¡±, repite. El Gobierno, en cambio, no se ha pronunciado.
De algunos de los domicilios y oficinas, los agentes de seguridad se han llevado furgonetas enteras con documentos y ordenadores
El DRS no ha actuado de motu proprio en este asunto ¡°pero lo est¨¢ haciendo con gran alegr¨ªa porque aborrece al exministro de Energ¨ªa¡±, afirma un exagente del servicio secreto militar que pide que no se publique su nombre. A trav¨¦s de Khelil ataca arremete contra Bouteflika que le nombr¨® y le protegi¨®. ¡°Es un ataque contra ¨¦l para impedirle solicitar un cuarto mandato presidencial¡± en 2014, asegura la web informativa Tout sur l¡¯Alg¨¦rie.
Bouteflika, que acaba de cumplir los 76 a?os, es desde finales de 2012 el jefe del Estado que m¨¢s a?os ha desempe?ado ese cargo en Argelia. Accedi¨® a ¨¦l en 1999 y, a juzgar por lo que indica la prensa, tendr¨ªa la intenci¨®n de volver a presentarse en 2014 cuando expire su actual mandato. ?l no lo confirma ni lo desmiente.
Por mucho celo que el DRS ponga ahora en la investigaci¨®n contra la trama de corrupci¨®n, la mayor¨ªa de los implicados fueron nombrados con su benepl¨¢cito. Para designar muchos cargos sensibles el presidente debe contar con la aprobaci¨®n del servicio secreto.
A ojos de los extranjeros que le trataron Khelil era un pol¨ªtico brillante, pod¨ªa dar ruedas de prensa en cuatro idiomas, pero las empresas petroleras occidentales que operan en Argelia ten¨ªan otra opini¨®n de ¨¦l. ¡°Se le ve como en el centro de la podredumbre en Sonatrach¡±, escribi¨® en un telegrama, desvelado por Wikileaks, David Pearce, embajador de EE UU en Argel.
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