El Constitucional tiene en vilo a Portugal mientras estudia si avalar el presupuesto

Portugal vive en suspenso, en una especie de limbo pol¨ªtico y econ¨®mico, pendiente de la decisi¨®n de los jueces del Tribunal Constitucional, que tienen que dictaminar si el presupuesto de 2013, el m¨¢s restrictivo de la historia reciente del pa¨ªs, se ajusta o no a la Ley Fundamental. Un eventual rechazo frontal acarrear¨¢ consecuencias imprevisibles, hasta el punto de que, seg¨²n la prensa portuguesa, el primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, asegur¨®, la pasada semana, en una reuni¨®n con miembros de su partido, que piensa incluso en la dimisi¨®n.

A finales del a?o pasado, la oposici¨®n llev¨® al Tribunal Constitucional portugu¨¦s este presupuesto, que incluye, entre otras medidas de recorte, una brutal subida de impuestos equivalente a un salario mensual para todos los trabajadores y pensionistas, una tasa especial para los jubilados, y la retirada de una paga extra para todos los funcionarios y pensionistas que ingresen m¨¢s de 1.000 euros al mes. No solo la oposici¨®n lo denunci¨®. El mismo presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, del mismo partido que Passos Coelho, el PSD, decidi¨® tambi¨¦n enviar el texto al Tribunal Constitucional porque, seg¨²n explic¨®, albergaba ¡°dudas fundadas sobre la justicia en el reparto de sacrificios¡±. Eso s¨ª: Cavaco hizo esto despu¨¦s de ratificar el texto, en una decisi¨®n criticada por la izquierda que ¨¦l justific¨® por la gobernabilidad del pa¨ªs.

Para aumentar la incertidumbre, nadie sabe qu¨¦ d¨ªa decidir¨¢n los jueces. Los medios portugueses especulaban con que la respuesta llegar¨ªa antes de las vacaciones de Semana Santa. El Jornal de Neg¨®cios asegura en su edici¨®n de este martes que, sea el d¨ªa que sea, el dictamen se producir¨¢ despu¨¦s de la moci¨®n de censura que el Partido Socialista portugu¨¦s (PS) tiene pensado presentar el mi¨¦rcoles en el Parlamento. El semanario Expresso, por su parte, a?ad¨ªa que a los jueces ten¨ªan desde hace d¨ªas bloqueadas sus agendas para los d¨ªas 2, 3 y 4 de abril, en un intento de forzar la situaci¨®n y salir del impasse dram¨¢tico y paralizante.

No es la primera vez que el Tribunal Constitucional portugu¨¦s decide algo as¨ª. El a?o pasado fall¨® rechazar el presupuesto de 2012, tambi¨¦n elaborado por este Gobierno, en el que se retiraban las pagas extras de jubilados y funcionarios. El Gobierno respondi¨® con el presupuesto actualmente en vigor, a¨²n m¨¢s restrictivo, con el argumento de que no le quedaba otra si se quer¨ªan cuadrar las cuentas.

Una decisi¨®n contraria pondr¨¢ al Gobierno portugu¨¦s contra las cuerdas en medio de un considerable l¨ªo econ¨®mico. Si el tribunal obliga a Pedro Passos Coelho a suspender algunas de las medidas citadas este deber¨¢ responder, por su parte, a la troika, sobre d¨®nde va a recortar la cantidad que deja de ahorrar a fin de ajustarse al objetivo de d¨¦ficit Y tiene poco margen de maniobra. Devolver la tasa especial a las pensiones significar¨¢ 420 millones de euros; la devoluci¨®n de la paga extra a los jubilados equivaldr¨¢ a un gasto de 352 millones de euros; declarar ilegal la brutal subida de impuestos es tanto como dejar de ingresar 2.800 millones de euros.

Es m¨¢s: el Gobierno se comprometi¨® con la troika a presentar, a finales de abril, un plan extra de ahorro de gastos del Estado, de aqu¨ª a 2015, de m¨¢s de 4.000 millones de euros, que incluir¨¢ recortes en los ministerios de Educaci¨®n y Sanidad. Pero si el Tribunal Constitucional portugu¨¦s tumba el presupuesto ya en vigor, ser¨¢ dif¨ªcil pensar, apelar, estudiar o cuadrar futuros ahorros.

De ah¨ª que toda decisi¨®n pol¨ªtica o econ¨®mica de relevancia en el pa¨ªs est¨¦ a la espera de que los jueces decidan. Desde un hipot¨¦tico recambio de ministros en un Gobierno que empieza a acusar un desgaste progresivo a la emisi¨®n de deuda p¨²blica portuguesa a diez a?os. Miembros de la oposici¨®n socialista han denunciado la presi¨®n a la que se ven sujetos los miembros del tribunal por parte del Ejecutivo. El mismo Passos Coelho, la semana pasada, asegur¨® que Portugal ¡°atraviesa momentos hist¨®ricos y que cada instituci¨®n debe ser consciente de su responsabilidad¡±.