Cr¨ªticas en M¨¦xico a la pol¨ªtica de Pe?a Nieto hacia los j¨®venes
En M¨¦xico prevalece una visi¨®n de tutelaje infantilizado de los j¨®venes, sostiene la investigadora Rossana Reguillo sobre la incapacidad del Estado mexicano para atender a ese grupo
Los j¨®venes mexicanos se han quedado sin una instituci¨®n que vele por su futuro. Voces de la sociedad lamentan que el presidente Enrique Pe?a Nieto decretara la integraci¨®n del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) a la Secretar¨ªa de Desarrollo Social (SEDESOL) y lo desapareciera como se conoc¨ªa hasta ahora. Una de estas voces es la de Rossana Reguillo, investigadora de Estudios Socioculturales de la Universidad Iteso de Guadalajara y especializada en temas sobre la juventud desde hace 25 a?os.
La autora de Culturas Juveniles. Formas Pol¨ªticas del Desencanto recuerda en entrevista con EL PA?S cuando en 1998 el Congreso mexicano, con fuerte presencia priista, aprob¨® la creaci¨®n del IMJUVE. Entonces, cuenta, signific¨® un gran avance contar con una instituci¨®n especializada en los temas de los j¨®venes, y ahora s¨®lo piensa en la frustraci¨®n que provoca su desaparici¨®n. ¡°Se necesitaron 407 de 500 legisladores para votar un estatuto leg¨ªtimo al problema de la juventud en el pa¨ªs y bast¨® un decreto presidencial para bajarlo. En qu¨¦ medida hemos caminado democr¨¢ticamente en estos a?os¡±, lamenta.
La semana pasada organizaciones civiles hicieron un llamado a Pe?a Nieto para que nombrara a un titular del IMJUVE, ya que a m¨¢s de 100 d¨ªas del comienzo de su administraci¨®n el candidato al puesto era una inc¨®gnita. Unas horas despu¨¦s y en Viernes Santo la administraci¨®n public¨® el decreto que cay¨® como un balde de agua fr¨ªa a las asociaciones y a los especialistas que trabajan con las juventudes.
Reguillo no ocult¨® su decepci¨®n en su cuenta de Twitter (@rossanareguillo). Para la investigadora, el presidente mexicano no aprovech¨® una gran oportunidad para atender a un sector de la poblaci¨®n que cada vez es m¨¢s vulnerable y del que se conoce cada vez menos. ¡°En vez de fortalecer el estatuto aut¨®nomo del Instituto -que hubiera sido una carta maestra de Pe?a Nieto- dotarlo de un mayor perfil, de una mayor autonom¨ªa en un contexto como el que estamos viviendo, lo que hizo fue fundirlo en una Secretar¨ªa de Desarrollo Social y me parece un desatino¡±, opina.
Con la desaparici¨®n del IMJUVE, la especialista asegura que ¨¢reas como la investigaci¨®n sobre los j¨®venes, la vinculaci¨®n del Gobierno con las asociaciones civiles, y las pol¨ªticas intersectoriales entre varias instituciones dejar¨¢n de ser prioridad para la actual administraci¨®n. Reguillo se?ala que el decreto del pasado viernes refleja la inexistencia de un proyecto del Gobierno de Pe?a Nieto para los j¨®venes.
¡°Hay una enorme incapacidad del Estado y de los actores pol¨ªticos para considerar a los j¨®venes sujetos de derecho. Sigue prevaleciendo esta visi¨®n de tutelaje infantilizado de los j¨®venes¡±, menciona Reguillo con la convicci¨®n de que este grupo carece de una representaci¨®n que pueda comunicar sus necesidades reales al Gobierno. Temas como la pobreza (un 50% de los j¨®venes mexicanos vive en condiciones de miseria), la violencia, el acceso a la educaci¨®n y el empleo, los derechos humanos y el acceso a las tecnolog¨ªas para los j¨®venes no han sido atendidos y su ausencia marcan ya a una generaci¨®n, asegura. ¡°El futuro es una noci¨®n que les fue estropeada a los j¨®venes nacidos a partir de los 80¡±, sostiene.
Hace casi un a?o, Pe?a Nieto se enfrentaba con la organizaci¨®n de grupos de j¨®venes en contra de su candidatura presidencial. Naci¨® el movimiento Yo Soy 132 y el entonces candidato del PRI se vio obligado a mirar hacia el conjunto heterog¨¦neo que le ped¨ªa atenci¨®n. La investigadora califica como ¡°in¨¦dito¡± al Yo Soy 132 y est¨¢ convencida de que la movilizaci¨®n y organizaci¨®n de estos j¨®venes represent¨® un avance importante que integr¨® a personas de distintos contextos sociales que expresaron las necesidades de la juventud, pero que siguen siendo fr¨¢giles ante el Estado.
A Reguillo, sin embargo, le preocupa que el aumento de la violencia en M¨¦xico en los ¨²ltimos a?os y la falta de oportunidades para los j¨®venes han creado un terreno f¨¦rtil para que el narcotr¨¢fico aumente su base social. Asegura que al disminuir las capacidades del Gobierno para atender a la juventud, estos grupos aprovechar¨¢n la precariedad de los j¨®venes para atraerlos. ¡°El vac¨ªo social no existe, cuando una fuerza se repliega ¨Cen esta caso el Estado- otras tienden a ocupar su lugar, ah¨ª es donde el narco ha hecho de los j¨®venes carne de ca?¨®n, un bot¨ªn para alimentar las filas de los m¨¢s sacrificables¡±, explica.
Mientras m¨¢s de un 24% de j¨®venes mexicanos ni estudian, ni trabajan y ven disminuido su acceso a los servicios de salud y educaci¨®n en un panorama que los excluye, la investigadora no pierde sin embargo la esperanza de que las acciones civiles ser¨¢n las que hagan la diferencia para la juventud mexicana a pesar de la puerta que cierra el Gobierno mexicano. ¡°Independientemente de la pol¨ªtica del Estado, los j¨®venes siguen haciendo cosas. No todo est¨¢ perdido, no todo depende del Estado pero indudablemente estamos ante una situaci¨®n complicada, de una cachetada, ni siquiera con guante blanco, sino con guante de boxeo hacia los propios j¨®venes¡±.
Los llamamientos de Reguillo sobre los j¨®venes no se han quedado s¨®lo en M¨¦xico. Hace apenas dos meses acudi¨® a dar un taller al Consejo Pontificio de la Cultura en El Vaticano. Ah¨ª pidi¨® al entonces papa Benedicto XVI m¨¢s atenci¨®n para las juventudes marginadas y le obsequi¨® su libro al pont¨ªfice. Tres d¨ªas m¨¢s tarde Joseph Ratzinger renunci¨® como l¨ªder de la Iglesia Cat¨®lica.
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