La corrupci¨®n toca techo en Francia
Pol¨ªticos y medios fingieron creer durante meses al exministro que ocultaba fondos en Suiza e ignoraron las pruebas aportadas por un joven reportero
El analista pol¨ªtico Jean-Michel Aphatie es una celebridad en Francia. Su cuenta en Twitter tiene 120.000 seguidores, y tanto los poderosos como los ciudadanos de a pie siguen sus apariciones en Canal + como un or¨¢culo. Durante los ¨²ltimos meses, Aphatie?tom¨® partido por el exministro de Hacienda y Presupuesto socialista J¨¦r?me Cahuzac contra Fabrice Arfi, un reportero de 31 a?os que trabaja para Mediapart, el diario digital fundado en 2008 por Edwy Plenel, exdirector de Le Monde. ¡°?Las pruebas, las pruebas, queremos las pruebas!¡±, conminaba Aphatie, ignorando quiz¨¢ que, tras investigar durante cinco meses a Cahuzac, el testarudo y silencioso Arfi no ten¨ªa la menor duda de que el excirujano y pol¨ªtico mantuvo durante 20 a?os una cuenta secreta en Suiza que traslad¨® en 2010 a Singapur.
Aunque la informaci¨®n de Arfi, publicada el 4 de diciembre, era tan detallada y s¨®lida como para parecer irrebatible, Aphatie?y otros muchos periodistas y pol¨ªticos de todas las tendencias prefirieron creer ¡ªo fingir que cre¨ªan¡ª a Cahuzac, un pol¨ªtico brillante que desde el primer momento neg¨® las pruebas reunidas por el reportero. Encastillado y ofendido, Cahuzac se querell¨® contra Mediapart por difamaci¨®n, y contrat¨® a una empresa de comunicaci¨®n, Euro RSCG ¡ªla misma que asesor¨® a Dominique Strauss-Kahn cuando fue acusado de violaci¨®n en Nueva York¡ª, para defender su honor.
Durante 120 d¨ªas, Mediapart ¡ªuna web que vive de sus 65.000 suscriptores¡ª, Plenel y Arfi lucharon contra la apisonadora oficial. Casi todos los medios; los fiscales y los jueces, el Gobierno y la administraci¨®n de Hacienda, el Partido Socialista e incluso la oposici¨®n conservadora formaron un cord¨®n sanitario en torno al ministro. Como si fuera uno de los suyos. Plenel ha definido esa actitud como una ¡°suspensi¨®n temporal de la democracia¡± y ¡°un comportamiento mafioso¡±.
Salvando las distancias, la alianza pol¨ªtico-medi¨¢tica calca lo que pas¨® en 2007, cuando Strauss-Kahn, el brillante economista socialista, fue nombrado director del FMI. Entonces, solo un periodista, el corresponsal de Lib¨¦ration en Bruselas Jean Quatremer, advirti¨® de que DSK ten¨ªa un grav¨ªsimo problema con el sexo. Luego, cuando el tel¨®n cay¨® con estr¨¦pito en el hotel de Manhattan, lleg¨® la conmoci¨®n general, el psicoan¨¢lisis colectivo, la le?a del ¨¢rbol ca¨ªdo.
Gobierno, fiscales y prensa formaron un cord¨®n sanitario entorno a Cahuzac
Como ahora. El martes, Cahuzac confes¨® por fin que tuvo y todav¨ªa tiene una cuenta secreta, primero en Suiza y luego en Singapur, con fondos ¡ªal menos 600.000 euros¡ª procedentes de su antigua actividad de cirujano privado y asesor de la sanidad p¨²blica. ¡°Me enred¨¦ en una espiral de mentiras¡±, se justific¨® el ministro. Y de repente todos los que hab¨ªan decidido mirar hacia otro lado gritaron ¡°?esc¨¢ndalo, traici¨®n!¡±. Ante la aparici¨®n de una realidad tan previsible, un comentarista de televisi¨®n lleg¨® a afirmar: ¡°?Es la primera vez en la historia que un pol¨ªtico franc¨¦s admite haber mentido!¡±. Como si el ¨²nico delito fuera la confesi¨®n.
La larga fase de negaci¨®n desemboc¨® en bumer¨¢n. Hollande, que hab¨ªa prometido una Rep¨²blica ejemplar y que destituy¨® a Cahuzac por tel¨¦fono en cuanto supo que los jueces le hab¨ªan abierto una investigaci¨®n, se encontr¨® en el ojo del hurac¨¢n. La oposici¨®n, antes tan complaciente, acus¨® al presidente de haber sido un ingenuo o, en el peor de los casos, de haber protegido a Cahuzac a sabiendas de que ment¨ªa. El primer ministro, Jean Marc Ayrault, corri¨® al telediario a explicar que el ministro hab¨ªa enga?ado a todos, y a?adi¨® que ¡°la prensa libre es necesaria para la democracia¡±. El analista Apathie, lejos de pedir disculpas, reiter¨® que no le gusta la forma de hacer periodismo de Mediapart.
Curiosamente, con el paso de las horas se supo que la cuenta secreta era m¨¢s bien un secreto a voces en la gran logia de la pol¨ªtica. Cahuzac se llev¨® el dinero a Suiza con la ayuda de un tal Philippe P¨¦ninque, un abogado de extrema derecha que hoy es asesor de Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional. As¨ª que Le Pen lo sab¨ªa. ?Y Nicolas Sarkozy? En 2010, Cahuzac transfiri¨® su cuenta desde la UBS a la banca Reyl, y seg¨²n record¨® el diario suizo Le Temps, uno de los directivos de Reyl es Herv¨¦ Dreyfus, ¨ªntimo de Sarkozy y de su exmujer Cecilia.
Si la historia no se repite, a veces se parece mucho a s¨ª misma. El muro de silencio que protegi¨® al evasor recuerda a aquella frase de De Gaulle, quien tras la Liberaci¨®n le coment¨® a Andr¨¦ Malraux sobre el peri¨®dico de Albert Camus: ¡°Sus amigos de Combat, l¨¢stima que sean unos energ¨²menos, porque son los ¨²nicos honestos¡±. Tras ser tratados como energ¨²menos, los honestos de Mediapart han colocado a la democracia en su sitio. Y, como era de esperar, no presumen de ello. ¡°Ha sido asombroso el aislamiento de Mediapart¡±, ha dicho Fabrice Arfi, ¡°pero no ha sido nada comparado con los ataques, las amenazas de muerte y la presi¨®n judicial que recibimos cuando destapamos el caso Bettencourt¡±.
El joven reportero no pierde la humildad: ¡°O somos periodistas o no lo somos. Pero encuentro malsano que, de habernos llamado fiscales de pacotilla, de la noche a la ma?ana digan que somos unos h¨¦roes. Igual que es malsano creer por principio en el desmentido de un ministro¡±. Y el energ¨²meno mayor de la Rep¨²blica, Plenel, matiza: ¡°Lo que produce tristeza a la democracia no hace felices a los periodistas¡±.
?Acabar¨¢ la tolerancia del sistema con las ovejas negras? El momento de la limpieza parece haber llegado, pero ?qui¨¦n se atreve a calcular cu¨¢ntos pol¨ªticos y ciudadanos franceses tienen cuentas en el extranjero?
Seg¨²n avis¨® antes del cicl¨®n la exjuez y excandidata ecologista a las presidenciales, Eva Joly, Francia necesita abrir su propio proceso Manos Limpias: ¡°Se ha entablado una batalla a muerte que no tenemos derecho a perder entre la idea republicana y la confiscaci¨®n de la democracia por quienes incumplen las reglas en su exclusivo beneficio. El enemigo no tiene un rostro, tiene miles. Y no tiene partido, nos amenaza a todos. Tampoco tiene programa, solo intereses: se llama corrupci¨®n, negocios, impunidad¡±.
La directora de Le Monde, Natalie Nougary¨¨de, que estos d¨ªas publica los nombres de 130 evasores franceses y de miles m¨¢s en 170 pa¨ªses, ha escrito que la evasi¨®n fiscal en Francia ¡°es masiva, banal, m¨¢s frecuente entre los profesionales de clase media que entre los millonarios¡±. La investigaci¨®n ha revelado que dos bancos franceses, BNP y Cr¨¦dit Agricole, llevan d¨¦cadas invitando a sus clientes a abrir cuentas en para¨ªsos fiscales. Se dir¨ªa que el psicoan¨¢lisis no ha hecho m¨¢s que empezar.
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