Passos Coelho anuncia m¨¢s recortes en sanidad, educaci¨®n y seguridad social

Con el pa¨ªs expectante, el primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, en una solemne alocuci¨®n televisada, inform¨® a los portugueses de que la pesadilla contin¨²a: para compensar el agujero en las cuentas p¨²blicas que deja el fallo del Tribunal Constitucional declarando ilegales algunas medidas del presupuesto en vigor, el Gobierno reducir¨¢ los gastos en educaci¨®n, sanidad, en prestaciones de Seguridad Social y en empresas p¨²blicas (de las que dependen, entre otras cosas, el metro y los autobuses).

Passos Coelho justific¨® la decisi¨®n en que el pa¨ªs se encuentra en un estado de ¡°emergencia nacional¡± y que est¨¢ determinado a cumplir con los compromisos adquiridos con la troika. A?adi¨® que, en contra de lo que parece desprenderse de la sentencia del tribunal, no piensa subir los impuestos (ya los ha subido este a?o de una forma considerable) y que no le queda otro remedio, para asegurar el futuro del pa¨ªs, que dejar de gastar.

¡°Tenemos que evitar un nuevo rescate. La alternativa a no cumplir con nuestros socios es precisamente esa, la de pedir una nueva ayuda. Pero eso no se evita con buenas palabras y con buenas intenciones, sino con hechos concretos. No ser¨¢ f¨¢cil. No hay mucho margen¡±. De ah¨ª que Passos Coelho piense, para cuadrar el c¨ªrculo de las cuentas p¨²blicas, en una ¡°aceleraci¨®n de la reestructuraci¨®n del Estado¡± encaminada, claro, a adelgazarlo.

Tras el fallo del Tribunal Constitucional, hecho p¨²blico el viernes por la noche y echando por tierra medidas por valor de 1.350 millones de euros, todo se aceler¨® en el pa¨ªs: el s¨¢bado se celebr¨® un consejo de ministros extraordinario en el que estuvo encima de la mesa, seg¨²n la prensa portuguesa, desde la dimisi¨®n en bloque del Ejecutivo hasta la petici¨®n de un segundo descarte. Despu¨¦s, lo ¨²nico concreto que sali¨® fue una declaraci¨®n dur¨ªsima contra el alto tribunal portugu¨¦s, al que acusaba de poner en riesgo la credibilidad financiera del pa¨ªs y colocarlo al borde de una nueva quiebra.

El secretario de Estado de Presidencia, Luis Marquez Guedes, record¨® que esta semana que entra es crucial para la econom¨ªa portuguesa ya que en una reuni¨®n del Ecof¨ªn, en Dubl¨ªn, el ministro de Finanzas, V¨ªtor Gaspar, ten¨ªa pensado pedir la ampliaci¨®n de los plazos de los vencimientos de los pagos del pr¨¦stamo acordado por la troika en 2011 por valor de 78.000 millones. Y que la sentencia del Tribunal Constitucional pone en peligro.

Tras la reuni¨®n del Consejo de Ministros, el primer ministro sali¨® para reunirse, de urgencia, con el Jefe del Estado portugu¨¦s, An¨ªbal Cavaco Silva, a fin de buscar un apoyo pol¨ªtico necesario en un momento de fragilidad completa. Cavaco Silva, con capacidad para destituir al Ejecutivo, se lo dio, y lo refrend¨® en un comunicado en el que asegura que el Gobierno ¡°dispone de condiciones para cumplir con el mandato que le fue encomendado¡±. Por lo pronto, pues, parece que el fantasma de la dimisi¨®n en bloque se aleja.